Irene Paredes, capitana sin brazalete: "La crítica forma parte de nuestro trabajo"

Cuando las cosas van mal no es plato de buen gusto tener que salir a dar la cara ante los medios y dar explicaciones. Muchos y muchas

futbolistas

rehúyen las cámaras y los micrófonos y es, o tendría que ser, tarea de capitanes. A Irene Paredes se le retiró el brazalete cuando regresó a la selección. Sin embargo, siempre está allí. En las buenas y, sobre todo, en las malas.

Y es que la central vasca ha vivido un año lleno de altibajos en lo personal y en lo profesional. Fue elegida quinta capitana del

FC Barcelona

en su segunda temporada en el club, con el que, además, ganó la tan ansiada Champions que hizo justicia a una gran carrera. Le tocó el difícil papel de hablar en nombre de todo el vestuario cuando se hizo público la fisura y el conflicto en la Roja y se la tildó de 'cabecilla', cuando solo estaba ejerciendo su rol de represente y portavoz. Fue también criticada cuando volvió a la selección en abril. Falleció su padre días después de proclamarse campeona de Europa con el Barça y días antes de la concentración para preparar la Copa del Mundo. Sin embargo, sacó fuerzas de donde no había, siempre apoyada por su familia, para dejarse la piel en el Mundial.

Siempre ha hablado sin tapujos. Sin eludir preguntas. Sin evasivas. Irene Paredes estuvo en todos los momentos duros citados y estuvo cuando España fue goleada por Japón en el último duelo de la fase de grupos del

Mundial

. Salió en zona mixta posterior al encuentro y también en la rueda de prensa que tuvo lugar en las instalaciones de Newtown Park de Wellington, Nueva Zelanda, justo antes de viajar a Auckland para el duelo contra Suiza.

Dar la cara

"Hay que dar la cara, por la importancia que tiene para nosotras que todos vosotros estéis aquí. Cuando las cosas vam mal cuesta un poco más salir a hablar, pero... Es que hay que hablar. Hay que aparecer. Y aunque a veces no sea de mi agrado, sé que es lo que hay que hacer. Y lo hago sin problemas y encantada", apuntó en la comparecencia.

Y añadió que "la crítica no me molesta, forma parte de nuestro trabajo, de nuestra vida. Del mismo modo que nos gusta que haya tantos medios aquí cubriendo la selección en el Mundial, también estamos expuestas a que se nos dé más caña. Es normal que se nos critique y se nos exija, porque sabemos lo que podemos hacer y somos capaces de dar más".

El duelo de octavos, en el horizonte

Sobre el momento actual de la selección en el Mundial, y con un duelo a vida o muerte en el horizonte, Paredes reconoció que "somos las primeras que tenemos los pies en la tierra. El objetivo es el mismo, pero puede haber días malos. El otro día fue muy, muy, malo. Hay que buscar un equilibrio, sabiendo que hay que trabajar ciertos puntos. Lo de la presión... No hacemos demasiado caso a lo que se dice. Vivís y vivimos de esto y tiene que seguir siendo así. Pero sabemos cuál es el objetivo y lo que tenemos que hacer".

Será un partido especial porque se reencontrará, la defensora de Legazpi, con su compañera de equipo y amiga Ana Maria Crnogorcevic. "Tengo muy buena relación con ella, además en el Barça suelo ir con ella en todos los ejercicios que hacemos, porque nos picamos mucho, nos exigimos mucho la una a la otra".

"La definiría como una atleta, como una tía que nunca baja los brazos, que es líder. Sus cualidades físicas hacen que pueda jugar prácticamente en cualquier posición y que llegue de área a área durante todo el partido. El otro día cumplió 150 internacionalidades y esto habla de la experiencia que tiene. Y es capaz de arrastrar al equipo y cambiar su estado anímico".