El padre de Viñales puede haber provocado el despido de su hijo
Ángel Viñales se enfrentó, tras el incidente en Austria del pasado domingo, al británico Lin Jarvis, responsable del equipo Monster Yamaha, "por haber arruinado los últimos cinco años de mi hijo"
El extraño comportamiento de 'MVK' y su padre le ha cerrado las puertas de todas las fábricas japonesas y ya solo le queda la posibilidad de fichar por Aprilia o, tal vez, algún equipo 'satélite' de Ducati
El piloto catalán Maverick Viñales, de 26 años, campeón del mundo de Moto3 (KTM, 2013) y piloto oficial del equipo Yamaha desde el 2017 (su mejor posición en el Mundial han sido dos terceros puestos en el 2017 y 2019) , podría estar en estos momentos despedido del equipo de la fábrica de Hamamatsu si los máximos responsables de la firma japonesa no estuviesen ahora de vacaciones.
De haber estado activos los máximos responsables japoneses de la firma de los diapasones es más que seguro que hubiesen decidido, en común acuerdo con el dirigente británico Lin Jarvis, despedir al catalán. Jarvis fue quien decidido, tras examinar la telematría de la M1 de Viñales y su comportamiento en carrera, el maltrato de la moto, bajar a ‘MVK’ de la moto este fin de semana.
Viñales, que ayer se fue a ver los entrenamientos a una de las curvas de Spielberg y escribió un twitter lamentando no poder participar en los ensayos del segundo GP austriaco (“una pena verlo desde fuera y espero poder explicar pronto todo lo que ha ocurrido”), tiene más que decidido firmar, solo por una temporada (2022), con el equipo Aprilia para ser el compañero de su amigo Aleix Espargaró.
Aprilia, el refugio ideal
Es evidente que el comportamiento de ‘MVK’, que fue acusado por Yamaha de haber intentado destruir la moto, el motor, y poner en peligro su vida y la de sus compañeros de parrilla, le ha cerrado totalmente, según ha podido saber El Periódico de Catalunya, las puertas de cualquier fábrica japonesa (Yamaha, Honda y Suzuki) y, por tanto, solo le queda Aprilia y, posiblemente, tenga alguna posibilidad de que el ingeniero jefe del proyecto Ducati, Gigi Dall’Igna, que está enamorado de su estilo de pilotaje, le pueda facilitar alguna de sus ocho motos oficiales en los próximos años.
La discusión, la desconexión, la pelea, el enfado, el enfrentamiento con Yamaha y, muy especialmente, con los dos máximos responsables del equipo oficial Monster Yamaha, Jarvis y el italiano Massimo Menegalli, llegó incluso al extremo de que Ángel Viñales, padre de Maverick, que después de una larga separación ha vuelto al lado de su hijo, tuvo una conversación durísima con Jarvis al que acusó, bueno a él y a Yamaha, “de haber arruinado los últimos cinco años de carrera de su hijo”.
La sorpresa de Jarvis
Jarvis, no solo se sorprendió por esa crítica y ataque, sino que le respondió, ante la sorpresa del progenitor de Maverick, que le extrañaba mucho esa observación “porque, entonces, no entiendo por qué Maverick, su hijo, me dedicó con todo cariño el trofeo que le dieron como ganador del primer gran premio de este año, el que ganamos en Doha”, le dijo Jarvis.
Viñales cree que la ocasión de Aprilia es solo una solución momentánea pues considera que, el próximo invierno, se abrirán un montón de ventanas de cara al 2023, aunque los expertos del ‘paddock’, insisto, creen que la rebeldía de Viñales y el comportamiento de su padre con una de las fábricas más importantes del Mundial de MotoGP, le cerrará todas las puertas de los equipos japoneses.
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- Esta es la portada SPORT de hoy, 21 de julio de 2024