Nadia Padovani, la mujer que 'reina' en MotoGP

La viuda de Fausto Gresini ejerce de madre, empresaria y primera jefe de equipo en MotoGP, el Gresini Racing, que lidera el Mundial con Bastianini

"El apoyo de otras mujeres, mi fuerza para seguir adelante" dice Nadia, que cuenta su historia de superación tras la muerte de su marido por Covid

Nadia Padovani dirige el equipo fundado por su marido Fausto Gresini y que ahora lidera el Mundial con Bastianini

Nadia Padovani dirige el equipo fundado por su marido Fausto Gresini y que ahora lidera el Mundial con Bastianini / motogp

SPORT.es

SPORT.es

Nadia Padovani irrumpió en el Campeonato del Mundo de MotoGP después de un terrible 'highside': la muerte de su marido, Fausto Gresini a causa del Covid. Con sus cuatro hijos y el futuro de la empresa por definir, se encontró en una encrucijada: abandonar Gresini Racing y arriesgarse a dejar sin trabajo a las numerosas personas que componen uno de los equipos más importantes del paddock, o hacer frente a todo el dolor continuando el trabajo en equipo que había iniciado muchos años atrás con Fausto. Eligió lo segundo.

"Fue duro hacerse cargo de la empresa", dice Nadia, que relata su historia de superación personal en la web oficial de MotoGP. "Psicológicamente, tanto yo como los chicos que trabajan aquí estábamos destrozados. Pero nunca pensé en abandonar, ni siquiera en los momentos difíciles, porque el impulso de honrar a Fausto fue siempre más fuerte que el de dejarlo todo".

Cuando Nadia se incorporó a la empresa, quiso conocer a cada una de las personas involucradas en Gresini Racing y se apoyó en su experiencia para aprender rápidamente los detalles y la dinámica que le permitirían ser una Team Principal capaz de abrirse camino hasta los más altos niveles deportivos: "Ha sido y es un gran trabajo de equipo", subraya ahora, convertida en la primera mujer a la cabeza de un equipo de la categoría reina y que además lidera el Mundial con su piloto Enea Bastianini, que este domingo ganó su segunda carrera de la temporada en Austin.

Nadia cuenta un pacto que hizo con Fausto muchos años antes: "Cuando nos comprometimos yo tenía 20 años y estudiaba enfermería, él tenía 26 y ya era piloto profesional. Nos motivamos mutuamente para que los dos nos viéramos empujados a dar lo mejor de nosotros mismos. En aquella época, yo estudiaba mucho para sacar buenas notas, y él lo daba todo para ganar todas las carreras posibles".

El Gresini Racing, que afronta el Campeonato de 2022 como Equipo Independiente por primera vez tras dejar atrás su etapa con Aprilia, se estrenó con la victoria de Bastianini a lomos de una Ducati, en Catar. "Esa victoria fue un torbellino de emociones. Hubo de todo en esas lágrimas -recuerda Nadia-. Recibir cumplidos de otros propietarios de equipos fue emocionante y un inmenso placer".

"Soy una mujer normal". Pero capaz de cosas extraordinarias

La pandemia ha sacudido la vida de todos y, en estas circunstancias, Nadia ha conocido a otras personas que, como ella, han perdido a seres queridos debido al Covis-19: "He conocido a mujeres que han vivido una situación similar a la mía. Y he visto mi desesperación reflejada en sus ojos; este dolor nos ha unido y seguimos en contacto. Cuando me dicen que les parece maravilloso verme reaccionar así y que se sienten orgullosas de mí, es fantástico porque me da fuerzas para seguir adelante".

A principios de la década del 2000, Nadia dejó su trabajo de enfermera para dedicarse por completo a criar a sus hijos, y fue también gracias a ellos que decidió volver a trabajar: "Intento transmitir a mis hijos las ganas de vivir. Quiero enseñarles que incluso ante un dolor tan grande hay que reaccionar y hago todo lo posible por ser una madre fuerte y hacer que estén orgullosos de mí", asegura.

En pocos meses la vida de Nadia ha dado un vuelco: "No estoy acostumbrada a conceder entrevistas y cuando leo que me describen como 'una gran mujer, una mujer fuerte'… bueno, yo me siento una mujer normal. Todo me ha salido muy natural, y quizás otras mujeres que han sufrido una pérdida tan importante encuentren esta fuerza, pero en mi caso la gran diferencia es la exposición mediática a la que me enfrento", dice.

Ocupada en hacer malabares con los contratos con los fabricantes y los patrocinadores, Nadia ha abrazado una nueva forma de vida: "Creo que lo que hizo mi marido me da mucha fuerza. Nunca había viajado antes, pero ahora cojo aviones, viajo por el mundo y sigo a mi familia al mismo tiempo".

Nadia también comparte el trabajo con sus hijos Lorenzo y Luca, y son Agnese y Alice quienes más notan su ausencia, pero también son sus más fieles apoyos: "Cuando volví de Catar, me prepararon una fiesta sorpresa y pasamos una velada maravillosa. Cada vez que me voy es difícil dejar a mis hijas, pero luego las miro y me dan tanta fuerza y coraje que me motivan a dar lo mejor de mí para ser un referente para ellas".