¿Por qué Williams? El 'gigante dormido' que convenció a Carlos Sainz

El final del Gran Premio de Bélgica en Spa el pasado fin de semana marcó, también, el inicio del parón veraniego. Muchas fueron las noticias tras pasar la meta: la descalificación de Russell, el triunfo de Hamilton, los lamentos de Norris, Verstappen contenido por su sanción... todo un cóctel de acontecimientos que dieron brillo al cierre de mitad de temporada, con un campeonato aparentemente abierto y no tan decidido como se presumía a principios de año.

OFICIAL: ¡Carlos Sainz ficha por Williams!

A su vez, la bandera a cuadros agitada en la pista belga dio pie a multiplicar los rumores de la 'silly season', esa época de definiciones de asientos con miras al próximo curso. Checo Pérez, harto, prefirió no comentar más rumores de una posible salida de Red Bull. Carlos Sainz, por el contrario, aprovechó las primeras horas del vacaciones para confirmar su destino: Williams Racing. El madrileño acompañará a Alex Albon, reemplazará a Logan Sargeant y ocupará un lugar de cara al cambio de reglamento de 2026 con la escudería británica, pendiente de presentar un proyecto ganador y con un piloto de garantías para verlo florecer. 

PILOTOS LEGENDARIOS, TÍTULOS Y GLORIA

A pesar de tener varios años navegando en las últimas posiciones, Williams Racing es un histórico de la categoría. Fundado en 1977 por Frank Williams, leyenda del motor británico, la escudería entró en competencia ese mismo año para el Gran Premio de España con motores Ford Cosworth. Solo le tomó tres años ganar su primer Mundial, en 1980 con el australiano Alan Jones.

Aquella década resultó gloriosa, coronándose en 1982 con Keke Rosberg y 1987 con Nelson Piquet. Para los '90 se siguió en la línea de los títulos, ganando en 1992 con Nigel Mansell, 1993 con Alain Prost, 1996 con Damon Hill y 1997 gracias a Jacques Villeneuve, hijo del fallecido Gilles. Por sus filas también pasó Ayrton Senna, fichado para 1994, pero su estancia quedó trágicamente marcada por el accidente de su muerte en Imola ese mismo año, en el que se llegó a acusar de homicidio involuntario a la escudería.

Para el final de la década y el comienzo del nuevo milenio, a la escudería de Frank le costó mantener el ritmo del ciclo anterior, donde también se alzó con nueve campeonatos de constructores entre 1980 y 1997. Seguía con pilotos de la talla de Juan Pablo Montoya o Ralf Schumacher, ayudados en motores BMW de mucha potencia pero poca fiabilidad, y a pesar de ganar varias carreras nunca volvieron a ser campeones del Mundial, ni en pilotos ni en constructores.

El último triunfo data de 2012 en las manos de Pastor Maldonado, justamente en el GP de España donde debutaron como escudería de F1 35 años atrás. Desde entonces, pocas veces han escapado a las últimas posiciones del campeonato, perdiendo incluso la dirección de la familia Williams con la salida de Claire, hija de Frank, en 2020. El fundador, ya retirado, falleció al año siguiente, en noviembre de 2021.

¿QUÉ VIENE AHORA PARA WILLIAMS?

El renovado proyecto que busca Williams Racing para los años venideros le sirvió para convencer a Carlos Sainz de su llegada. El madrileño se había quedado sin equipo tras confirmar a Lewis Hamilton como pareja de Charles Leclerc en Ferrari, y sus opciones se redujeron a Audi -proyecto que aún no entra en vigencia-, Alpine -polvorín entre los franceses- o una ilusionada Williams. Eso sí, no será una transición rápida. Dado que 2025 será la última temporada en la que se mantendrán las mismas normas aerodinámicas y de motores, es poco probable que cambie mucho la situación de Williams por ahora. Sainz es muy consciente de ello y, por tanto, comprenderá que lo máximo que puede esperar para la próxima temporada son apariciones esporádicas en la ronda final de clasificación y algunos puntos.

Para 2026, sin embargo, la situación cambiará. La escudería británica apuntará a fortalecer su alianza con Mercedes, quien le surte motores, de cara al cambio de reglamento, todo con miras a volver a ser competitivos en el sector. Cabe resaltar también que el contrato de Sainz es multi-anual, lo que le abriría también la puerta a otras posibilidades en caso de no ver florecer el proyecto tras la reestructuración de las normas.