Verstappen baja al barro

La Fórmula 1 ha conseguido lo que buscaba: que Max tenga que volver a ‘enfangarse’ para defender su estatus de campeón

Si aspira a discutirle el título, Norris puede irse preparando: El pulso con Hamilton en 2021 deja claro hasta dónde puede llegar el neerlandés

Max Verstappen y Lando Norris, el duelo del Mundial de F1 en 2024

Max Verstappen y Lando Norris, el duelo del Mundial de F1 en 2024 / EFE

Laura López Albiac

Laura López Albiac

Max Verstappen ganó el primero de sus tres títulos mundiales, en 2021, después de llevar al límite el pulso con Lewis Hamilton. Dos tipos duros, forjados en hierro desde la cuna, acostumbrados a usar todo tipo de artimañas para ganar, a pelear en el fango cuando es necesario. La Fórmula 1 tuvo aquella temporada sus mejores audiencias. Fue más que nunca el ‘gran circo’.

Los dos años siguientes Max ya no tuvo oposición. Mercedes perdió el rumbo y dejó desarmado a Hamilton y Leclerc solo aguantó el desafío un par de meses con el Ferrari. El neerlandés se convirtió en tricampeón y sus éxitos apabullantes hicieron perder el interés por el campeonato. Lo clásico en casos de dominio abusivo en cualquier deporte.

En 2024, los gestores de la F1, la compañía estadounidense Liberty han conseguido lo que buscaban: que Max tenga que volver a ‘enfangarse’ para defender su estatus. Red Bull sigue siendo un coche poderoso, pero ya no es infalible. McLaren está a su altura y el talentoso Lando Norris, que pese a su juventud (24 años) ya atesora suficiente experiencia en su sexta temporada en el Mundial, es la nueva ‘pesadilla’ para Max.

‘Blando’ Norris, titulaba el pasado jueves nuestro columnista Josep Lluís Merlos, a propósito de los tres ‘regalos’ del inglés en Imola, Canadá y Barcelona, donde dejó escapar la victoria teniendo el coche más rápido. En Austria, el piloto de McLaren no estaba dispuesto a perdonar otra oportunidad. Pero su presión implacable chocó con la realidad: Verstappen nunca da por perdida una batalla y hará siempre lo que haga falta para protegerse. Aunque tenga que recurrir al juego sucio, como ocurrió este domingo.

Norris lo intentó tres veces sin éxito, hasta el asalto definitivo. Max le esperó en la frenada y le forzó al exterior de la pista. Ambos pincharon y se volvieron a tocar en la escapatoria, con peor diagnóstico para el de McLaren, que tuvo que retirarse.

La FIA castigó a Verstappen por causar la colisión (10 segundos y dos puntos en su Superlicencia), pero el campeón, que terminó quinto, salió del Red Bull Ring con diez puntos más que Lando (81 de diferencia en el campeonato).

El precedente con Hamilton

Max ya dejó claro en 2021 que no teme el contacto en el cuerpo a cuerpo. Él y Hamilton elevaron la tensión con tres pavorosos incidentes en Silverstone, Monza y Jeddah. En el primero, en la primera vuelta de carrera, Hamilton salió al rebufo del Red Bull haciendo un amago por fuera y luego por dentro, pegado al muro, que Max no quiso ver. Se tocaron y el neerlandés salió volando a 300 km/h en la escapatoria de la veloz Copse. La sanción para Lewis, 10 segundos de 'stop and go', no evitó su victoria, mientras Verstappen acabó en el hospital.

En Monza, otra acción similar, propició una escena surrealista y muy peligrosa. Tras una mala parada de Red Bull, Max y Lewis volvieron a encontrarse. El inglés dejó sin espacio a su rival, que no se planteó frenar y subió por encima de la banana interior, con lo que el Red Bull se elevó a varios metros del suelo y ‘aterrizó’ justo encima del Mercedes. El Halo protegió a Hamilton y evitó una tragedia. La sanción fue aquí para Max, con tres puestos en parrilla en la siguiente carrera. En Brasil la ‘sangre no llegó al río’ por poco y por último, en Arabia Max recibió otra sanción de 10” por frenar bruscamente cuando debía devolver la posición a Hamilton.

Con semejantes antecedentes, Lando Norris suena bastante ingenuo al decir que “esperaba más respeto” por parte de Max en Austria. Este fin de semana el británico llega a su terreno, a Silverstone y el Mundial, a su ecuador. La F1 se ‘frota las manos’ con un duelo que augura emociones fuertes... siempre que no se les vaya de las manos.