Mick Schumacher: en el nombre del padre
Ha heredado su apellido, su aspecto físico y el ‘gen’ de la velocidad. Mick Schumacher sigue la estela de su famoso padre, Michael Schumacher, heptacampeón del mundo de Fórmula 1. Este fin de semana se ha alzado con su primer título en monoplazas, concretamente en la Fórmula 3 europea. Y lo ha hecho al estilo del ‘Kaiser’, con ocho victorias y una ventaja contundente (49 puntos) a falta de tres carreras para que concluya la temporada.
Mick ha brillado en el circuito alemán de Hockenheim, un escenario en el que su padre conquistó cuatro de sus 91 victorias en la F1. Su madre Corinna, a pie de podio, no pudo evitar alguna lágrima pensando en lo orgulloso que estaría <strong>Michael, </strong>víctima de un accidente de esquí que le dejó graves secuelas<strong>, </strong>viendo ahora a su primogénito alzando un trofeo que, sin duda, le abrirá muchas puertas.
Gerhard Berger, ex piloto de F1 y actual jefe del DTM, no duda en que Mick Schumacher tiene un porvenir prometedor. "Se parece mucho a su padre, se levanta como él, camina como él, me he dado cuenta de que incluso tiene sus brazos, pero lo más importante es que tiene los genes de competición de Michael. Si sigue con este rendimiento, su carrera le llevará hacia la F1", asegura el austríaco, al que ‘Schumi’ sustituyó en Ferrari en 1996. Y aunque Mercedes tiene en su cantera al joven Mick, también la Scudería sueña con hacerse con sus servicios para intentar revivir su etapa más gloriosa, en la que el astro alemán les dio cinco coronas mundiales (2000-2004)
A los dueños de la F1, el grupo estadounidense Liberty, tampoco les ha pasado desapercibido el 'gancho' comercial de Mick Schumacher y ya piensan en el suculento ‘negocio’ de marketing que supondría tener al hijo del ‘Kaiser’ en la parrilla. "Sería una gran historia, por supuesto", reconoce su presidente Chase Carey: "Michael Schumacher es un personaje único en la Fórmula 1, un ícono de nuestro deporte. La presencia de su hijo Mick en la Fórmula 1 sería especial. Tocaría los corazones de muchos aficionados", dice.
Sin prisas
Pero a sus 19 años, Mick Schumacher es un chico serio, centrado, bien asesorado y con la cabeza muy bien ‘amueblada’. Se ha trazado el objetivo que en su día planeó junto a su padre: llegar a la Fórmula 1, pero no tiene prisa alguna, no quiere dar un paso en falso en su carrera. Tres años después de debutar en monoplazas en la F4 alemana, ya ha conseguido la Superlicencia FIA para competir en F1. Pero difícilmente se aventurará ha hacerlo en 2019. Aún hay huecos. Queda un volante libre en Williams y otro en Toro Rosso. Nada demasiado tentador. Mick es prudente: "En las próximas semanas vamos a analizar detalladamente qué es lo que haremos el año próximo", afirma el piloto del equipo Prema. “Prefiero moverme hacia delante de manera gradual, paso a paso, preparándome realmente bien para lo que venga en el futuro”, advierte.
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