Análisis

McLaren cambia el signo del Mundial

El resultado de Hungría lo cambia todo: Si McLaren y Norris se lo creen, la segunda parte de la temporada será apasionante

Desde hace dos meses Red Bull ha perdido su ventaja técnica y Verstappen, bajo presión, comete errores que pueden costarle el campeonato

Piastri y Norris luchan con Max Verstappeen en la salida del GP de Hungría

Piastri y Norris luchan con Max Verstappeen en la salida del GP de Hungría / AP

Laura López Albiac

Laura López Albiac

El doblete conquistado por McLaren este domingo en Hungría con Oscar Piastri y Lando Norris marca, definitivamente, un cambio de tendencia en el campeonato, después de dos años de dominio implacable por parte de Max Verstappen y Red Bull. La carrera en el Hungaroring confirma el 'sorpasso' del equipo papaya y pone emoción a la segunda mitad de temporada.

Quedan once grandes premios y entre ellos, tres fines de semana al sprint con doble carrera en Estados Unidos, Brasil y Qatar. Muchos puntos en juego y una incómoda realidad para Verstappen, acostumbrado a pelear con un coche netamente superior y que ahora, bajo presión y obligado a pilotar al límite, comete errores de bulto.

Desde hace dos meses Red Bull ha perdido la ventaja aerodinámica que disfrutaba desde 2022. En Miami, sexta prueba del calendario, McLaren acertó de pleno con el desarrollo y Norris logró una victoria pudo ser el punto de inflexión. Sin embargo, las estrategias fallidas del equipo y la poca determinación de Lando en momentos cruciales lastraron sus opciones y Max tiró de talento y experiencia para sostener la batalla en solitario, incluso en desventaja técnica. De hecho, su ventaja en el campeonato siguió creciendo, hasta llegar a los 84 puntos en Silverstone.

El resultado de Hungría lo cambia todo: Hay Mundial si McLaren y Norris se lo creen. Verstappen sufrió demasiado durante el fin de semana y lo acabó pagando caro. Su agresiva salida, emparejándose con los dos coches naranjas, no tuvo premio como otras veces. Y su nuevo incidente con Hamilton, con 'vuelo' incluído, añadió más tensión. Max, desquiciado, 'maltrató' a su ingeniero de pista durante la carrera y cargó contra sus críticos: "Se pueden ir todos a la mierda", espetó ante la prensa. El quinto puesto final y la surrealista sentencia de los comisarios, que además de exculparle insinuaron que Hamilton "pudo hacer más para evitar la colisión", minimizaron daños para el campeón en un domingo "para olvidar".

En Red Bull no cunde el pánico. Sobre el papel vienen circuitos más favorables, comenzando por Spa, este fin de semana y también después del parón veraniego. Verstappen volverá de vacaciones en Zandvoort, ante su afición, donde ha encadenado tres victorias consecutivas desde que el GP de Países Bajos regresó al calendario en 2021.

Demasiado lastre

La carrera por el desarrollo continúa y el pulso por el Mundial se libra también las fábricas. En Woking han conseguido lo más difícil, tener un monoplaza capaz de ir rápido en casi cualquier circuito y condición. La regularidad debería ser su mejor arma, aunque Norris y la dirección técnica que comanda Andrea Stella no pueden fallar. McLaren ha podido ganar muchas carreras desde Miami, pero echó por la borda claras oportunidades en Mónaco, Canadá, España, Austria, Silverstone y Hungría. 

En Mónaco, Piastri desperdició una ocasión de oro en Q3 para lograr la pole ante Leclerc, algo que en el Principado es casi un seguro de victoria. Norris falló al seguir en pista con el coche de seguridad. En Montmeló Lando salió mal, el equipo le perjudicó en las paradas y estiró demasiado su último juego de neumáticos para tratar de dar alcance a Verstappen.

En Austria, Norris pagó su ímpetu por adelantar a Max, que le echó de la pista. Aunque los comisarios consideraron culpable del accidente al campeón y le penalizaron con 10”, fue el británico el que se marchó de vacío. Y Hungría, Lando cayó desde la pole a la tercera posición en la primera curva, como en Barcelona. McLaren le dio ventaja en el último cambio de neumáticos para protegerse de Hamilton y se hizo el 'remolón' a la hora de devolver la posición a Piastri. Acabó cediendo, aunque enturbiando el magnífico doblete.

Aún así, Norris logró recortar las diferencias con Verstappen y ahora están separados por 76. El campeón sabe que no puede bajar la guardia y McLaren está obligado a no darle un respiro si aspira a desafiarle por el título.

Pase lo que pase, ya hay un ganador: la Fórmula 1 celebra el final del monólogo de Verstappen y Red Bull y asiste al Mundial más reñido de los últimos tiempos, con siete vencedores distintos en las trece primeras carreras. El mejor augurio para una temporada que puede ser histórica.