La hora de la verdad para Aston Martin y Alonso

El equipo de Fernando Alonso busca el punto de inflexión en Hungría para afrontar la segunda parte del Mundial con garantías

Las últimas mejoras no funcionaron, pero los de Silverstone no se rinden y tratan de reducir el subviraje y mejorar la eficiencia del monoplaza

Fernando Alonso, ante los medios

Fernando Alonso, ante los medios / Aston Martin F1

Laura López Albiac

Laura López Albiac

El año pasado Aston Martin sorprendió a toda la parrilla con un soberbio arranque de temporada. En su estreno con el AMR23 Fernando Alonso sumó 149 puntos en las primeras doce carreras y aunque a medida que avanzó el curso el coche perdió fuelle, el asturiano acabó cuarto en el campeonato, con ocho podios en total y la 33 estuvo muy cerca. Ahora, con un monoplaza mucho más rápido por tiempos respecto a su antecesor, Alonso marcha noveno en la tabla con 45 puntos, lejos del podio. Superado el ecuador del Mundial, la recuperación debe empezar necesariamente este fin de semana en el circuito de Hungaroring, en el que el equipo de Silverstone introducirá un importante paquete de mejoras que será confirmado este viernes por la FIA.

Después de una nefasta espiral de resultados en Imola, Mónaco y Barcelona, el alerón delantero estrenado en Silverstone permitió vislumbrar un punto de esperanza, con Stroll (7º) y Alonso (8º) de nuevo en la zona de puntos. Pero el verdadero punto de inflexión se espera en Hungría, precisamente el escenario de la primera victoria de Fernando Alonso en la Fórmula 1, en 2003 con Renault.

"Si en el Hungaroring no estamos en el top cinco, significará que no hemos acertado y habrá que seguir trabajando", pronosticó recientemente Alonso, con cierta cautela, al referirse al ambicioso paquete aerodinámico que introducirá Aston Martin este fin de semana y que afectará especialmente al suelo del coche. En el equipo todos son prudentes a la hora de evaluar el supuesto salto cualitativo. Lógico, teniendo en cuenta que las últimas mejoras no han funcionado y el AMR24 se ha consolidado como quinto coche de la parrilla, pero está más cerca del sexto que del cuarto.

Se puede

Tras el espectacular inicio de curso en 2023, este año Aston Martin empezó con un coche rápido en clasificación, pero sin ritmo en carrera, sufriendo especialmente con la degradación. El equipo liderado por Dan Fallows falló en los cálculos y al añadir carga aerodinámica, el coche perdió su ventaja a una vuelta y multiplicó los fallos en carrera.

Tom McCullough, jefe de rendimiento de Aston Martin, explica cuál es la situación a falta de dos grandes premios para el parón veraniego: "Estamos tratando de equilibrar varias cosas. Desde la primera prueba en Bahrein, vimos algunas características que debíamos corregir en relación con el monoplaza del año pasado. Con las características que tenemos, si simplemente añadimos una carga aerodinámica eficiente, el coche irá más rápido. Sabemos dónde están nuestras fortalezas y debilidades en relación con otros", argumenta.

Y es que en la parrilla actual hay dos claros ejemplos que demuestran que el 'milagro' es posible: McLaren empezó la pasada temporada en las últimas posiciones y acabó siendo el segundo coche tras Red Bull, al que ya ha superado este año. Y Mercedes no estaba mucho mejor que Aston Martin cuando arrancó el Mundial y ahora suma dos victorias consecutivas en Austria y Silverstone y llega a un circuito propicio: el año pasado Hamillton logró aquí la pole y acarició el podio el domingo con un monoplaza que estaba lejos de los mejores.

Los de Silverstone confían en dar un golpe de timón a partir de este fin de semana para poder afrontar la segunda parte del campeonato con garantías. Pero lo importante no es solo que las actualizaciones de Hungría, y también las que llegarán la próxima semana en Spa, funcionen según lo previsto. Se trata sobre todo de entender cómo maximizarlas en cada una de las pistas que vienen por delante.