Bottas hace pagar la novatada a Leclerc

Teatro del bueno. No hay más. En Mercedes les gusta el bello arte de engañar a todos y sacar los ases en el momento adecuado. Nunca antes. Encima tienen ese toque de fortuna con el accidente de Leclerc que sí parecía invencible. Bottas sumó una nueva pole a su palmarés y pone patas arriba el box de Maranello y también el de Lewis que erró en su último intento. Vettel tampoco cumplió en Bakú.

La Q1 sirvió entre otras cosas para ver que a Mercedes le gusta jugar con todo el mundo en los libres. Sacaron su verdadera cara y pese a una mala primera vuelta de Hamilton se aercaron peligrosamente a los Ferrari que ya no veían del todo clara su hegemonía en los libres. En el otro mundo de monoplazas, la zona media de la parrilla está tan apretada que ya no es una sorpresa que pilotos como Grosjean o Hulkenberg se quedaran fuera a las primeras de cambio.

La falta de un líder del pelotón abre la posibilidad a escalar muchas posiciones ganando una sola décima y eso por ejemplo le ocurrió a Sainz que se fugó de la zona caliente con una gran vuelta que le colocaba como el sexto más rápido en la primera sesión de 'qualy'. Bakú no permite errores y si el Williams ya de por sí debe ser un monoplaza inconducible, si los muros están a escasos centímetros de los coches puedes acabar como Kubica. Contra el muro. 

El incidente retrasó la sesión casi media hora pero tras el reinicio el caos volvió a pista. En la ruleta rusa en la que se ha convertido Bakú, le tocó a Leclerc comerse el muro. En el mismo punto que Kubica, contra el mismo muro. Parecía una broma. Charles cometió su primera novatada al volante del Ferrari cuando menos lo necesitaba. Era el favorito y falló. Después de otra media hora parados, Norris fue el encargado de echar de la Q3 a Sainz para meterse él. Un duro golpe para el madrileño.

La Q3 fue la confimación de un nuevo doblete de Mercedes. Algo que parecía inimaginable tras los resultados de los libres. Hamilton parecía que se la llevaba pero Bottas en el último momento batió el tiempo del pentacampeón del mundo. Vettel acabó tercero pese a tener un coche superior, o como mínimo eso parecía hasta la 'qualy'.