Historia SPORT

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Los héroes anónimos del Dakar

El Dakar es para muchos participantes la aventura de su vida e inmersos en ella buscan cruzar la línea de meta como un reto mayúsculo

Unos saborean los laureles por ganar la carrera, pero para otros, la gran mayoría, acabar el rally ya es toda una victoria

Santolino, el español mejor clasificado en motos en el Dakar 2023

Santolino, el español mejor clasificado en motos en el Dakar 2023 / ASO

Josep Viaplana

Josep Viaplana

El barro y la lluvia, elementos que han acompañado la caravana durante las últimas semanas, despidieron a la 45ª edición del Dakar en Dammam. Lo más sobresaliente a nivel deportivo, sin duda, el quinto título de Nasser Al-Attiyah en coches y el segundo de Kevin Benavides entre las motos. El argentino ha devuelto a KTM a la senda del triunfo tras un final de infarto con Toby Price, su compañero de equipo.

Imponente la batalla que dirimieron ambos, pero el Dakar nos deja muchos triunfadores, enormes héroes, cuyo mérito es cruzar la línea de meta. El esfuerzo ha sido brutal, algunos con medios muy justos, como el ganador de la categoría original, Charan Moore. A él, como a Javi Vega, que ha sido segundo, la organización les transporta una caja de herramientas y ellos mismos tienen que reparar los desperfectos de sus motos al final de cada etapa. El cansancio y el sueño quedan en segundo plano. Han vivido la aventura de sus vidas.

También me gustaría destacar a todos aquellos motards que se han reciclado y para poder seguir corriendo el Dakar se han pasado al asiento del copiloto. Destacaré solo algunos casos, pero quiero mostrar mi admiración hacia todos ellos. No es nada fácil.

DE MOTARD A COPILOTO Dani Oliveras ha terminado séptimo la carrera al lado del argentino Juan Cruz Yacopini. Noveno en motos en 2018, ya fue cuarto el año pasado con Orly Terranova. Armand Monleón, junto a Jakub Przygonski, ha sido 18º. Décimo en 2016, el año de su debut en moto, se pasó a los SSV con Gerard Farrés en 2020. En el Dakar existe la convicción de que los que provienen del mundo de las motos son excelentes navegantes y ellos lo pueden ratificar.

Brutal el desenlace en la categoría T4 SSV, con dos copilotos españoles de protagonistas. Lágrimas amargas de Oriol Mena que junto al polaco Eryk Goczal veían como el triunfo se les escapaba por una avería en el brazo de suspensión trasero izquierdo durante la última etapa, pero su rival, el lituano Rokas Baciuska, junto al también catalán Oriol Vidal, veían como el buggy se paraba a 60 kilómetros de la meta. Las lágrimas de Mena se convirtieron en un instante en una alegría indescifrable. El Dakar de las dos caras. Gerard Farrés fue en esta categoría el primer español clasificado tras acabar quinto, el mismo lugar que ocuparon Cristina Gutiérrez y Pablo Moreno en la de T3, prototipos modificados.

En motos el primer piloto español fue Lorenzo Santolino, con Sherco. 6º en 2021, 11º en 2022 y 9º en esta edición parece evidente que si tuviera una moto más competitiva podría optar a las primeras posiciones de una carrera dominada por pilotos españoles no hace tantos años. El abandono de Joan Barreda en la novena etapa nos volvió a dejar huérfanos en las aspiraciones de encontrar un sustituto a Marc Coma, quien en 2015 fue el último piloto español en ganar esta exigente y dura carrera.

Entre los pilotos anónimos nos encontramos a Oscar Ral y Carlos Jiménez, debutantes en el Dakar y que hasta pocos días de empezar no dispusieron de la pertinente licencia. Adentrarte en una aventura de este tamaño es impresionante y para ellos, como para todos los que pretenden acabar, llegar a Dammam es un verdadero éxito.