Historia SPORT

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El 'guardaespaldas' de Al-Attiyah

Jordi Vidal es el hombre de confianza del piloto catarí en el 'Nasser Camp' de Castellfollit del Boix y su asistente en las carreras. Su mano derecha.

“El único secreto de Nasser es acumular kilómetros, sus test son las carreras y ello le da el ritmo que luego marca las diferencias”, asegura el catalán

Jordi Vidal se ha convertido en la mano derecha de Nasser Al-Attiyah

Jordi Vidal se ha convertido en la mano derecha de Nasser Al-Attiyah / J.V.

Josep Viaplana

Josep Viaplana

No es ni quiere ser como Kevin Costner en la célebre película de Mick Jackson cuidando a Whitney Houston, pero Jordi Vidal Conejo (Igualada, 1983) custodia y mima hasta el más mínimo detalle a Nasser Al-Attiyah tanto en las competiciones que participa como cuando está en el rancho de Castellfollit del Boix, cerca de Manresa, un punto que tiene enamorado al piloto catarí.

Jordi y Nasser se conocieron durante el Rally de Cerdeña de 2014. Amante de los rallies y fotógrafo por tradición familiar, todo empezó con una foto y el tradicional intercambio de teléfonos. Al-Attiyah le propusó en la Baja Aragón de 2017 que trabajara para él en el Dakar. “Sabía que tenía el carnet de camión, ya que en aquella época yo trabajaba en MotoGP, y entonces me hizo la propuesta y le dije que sí rápidamente, ya que era mi sueño. Me daba igual qué tenía que hacer, lo importante era embarcarme en esa aventura. Llevé el camión de asistencia de Nasser y el 2018 fue el primero”, explica.

Tras la experiencia del Dakar, estando en Doha para la carrera de motogp, le invitó a cenar a su casa y le propuso trabajar para él al cien por cien. “Estaba comprometido con Dorna y a mitad de año volvimos a hablar del tema y le dije que si me aseguraba que iba en serio lo cerrábamos. Terminé la temporada de MotoGP en noviembre y acto seguido empecé con él”.

LA MANO DERECHA Jordi Vidal desvela en qué consiste su trabajo y apunta que “hago de asistente en todas las carreras del Mundial, el Dakar y el Xtreme E. En el Dakar también llevo la autocaravana, estoy atento que todo esté a punto y que ni a él ni a su copiloto les falte de nada. La otra parte del trabajo es que, cuando no estoy en los rallies, estoy en el 'Nasser Racing Camp' en Castellfollit del Boix, encargándome de la gestión del día a día. Hacemos eventos, test, presentaciones de coches y, entre otras cosas, anuncios”.

Sobre la personalidad de Nasser Al-Attiyah descubre que “es muy abierto, humilde, trabajador y la imagen que desprende es el fiel reflejo de su persona. Lo primero que me dijo cuando empecé a trabajar con él es que nunca le dijera jefe, que nos habíamos conocido como amigos y que esta tenía que seguir siendo la base de nuestra relación. Es muy fácil trabajar con él. Como piloto, como todos los que están entre la elite, es un ganador nato”.

Jordi remarca que Nasser no tiene grandes secretos en el Dakar. “Siempre dice que cuando empezó iba muy rápido, pero siempre tenía problemas mecánicos, accidentes… ahora dice que la experiencia es un factor clave. No se puede ir siempre a tope porque entonces es cuando llegan los problemas”, remarca.

Tiene claro que su punto fuerte es que “lleva ya 9 años con el mismo copiloto y acumulan muchos kilómetros cada año. Se entienden a la perfección y las carreras son, de hecho, su entrenamiento, ya que de test no hacen casi nunca. Sus test son la competición, corriendo como mínimo una carrera al mes y ello les proporciona el ritmo que marca las diferencias con otros pilotos que solo hacen una o dos carreras al año”.

De la relación con Carlos Sainz, Jordi Vidal apunta que “es como si, trasladándonos al fútbol, fuesen Cristiano y Messi. Esto da juego, emoción y hace que se hable más de este deporte. Todos los pilotos, una vez dentro del coche, quieren ganar, pero fuera la relación se normaliza”.