Cristina Gutiérrez, al Dakar con mentalidad de hierro

"Ganar no me obsesiona, mi verdadera motivación es disfrutar de las carreras y superarme a mí misma”, asegura la piloto burgalesa

Este año buscará el triunfo en categoría T3 antes de embarcarse en el proyecto de Dacia junto a Loeb y Al-Attiyah en 2025

Cristina Gutierrez, lista para su último Dakar en T3

Cristina Gutierrez, lista para su último Dakar en T3 / Red Bull Contentpool

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Los últimos días se ha hablado mucho de Cristina Pedroche y su famoso vestido de Nochevieja, aunque Cristina Gutiérrez quiere darle el relevo y ser protagonista las dos próximas semanas por sus hazañas en el Rally Dakar. La piloto burgalesa, que junto a la campeona de 2001Jutta Kleinschmidt es la única mujer que ha ganado etapas en la categoría de las cuatro ruedas, afronta este año su última oportunidad de conquistar el triunfo en vehículos ligeros T3, antes de dar el salto a la clase reina de coches con Dacia y compartiendo equipo de lujo con Nasser Al-Attiyah y Sébastien Loeb.

Cristina, que este año cambia Can-AM por Taurus para intentar llevarse el Touareg en T3. "Como con todo hay que adaptarse, pero creo es un cambio positivo. Es un coche con chasis tubular, muy superior, con caja de cambios y aunque ha tenido problemas de juventud, disputó el Mundial con opciones al título hasta el final", dice la española, que en este Dakar tendrá rivales de entidad, empezando por el vigente campeón de la categoría, Austin Jones, junto a Chaleco López, Rokas Baciuska o Eryk Goczal.

El Dakar, después de siete ediciones, le ha enseñado que además de la preparación y la suerte, es fundamental tener una mentalidad de hierro para enfrentarte a los obstáculos que te va poniendo la carrera. Por ello, la piloto de Red Bull asegura que “si te sientes bien contigo mismo, tu energía mental siempre será positiva. Ganar me motiva, pero no me obsesiona", avisa.

Y como ejemplo de superación ante los reveses, recuerda la dramática tercera etapa del Rally Dakar 2023, en la quedó atrapada en el cauce de un río tras las lluvias torrenciales. “Si bien la experiencia me ha ayudado a leer los ritmos de carrera y el terreno, hay situaciones que escapan a tu voluntad y se convierten en una auténtica locura. Estuvimos en peligro pero, con la cabeza fría y el corazón caliente, supimos salir del atolladero sin que nada alterara mi estado emocional. No es fácil, pero teníamos que analizar rápidamente el problema y salir de él lo antes posible”, explica.

Y aunque la pérdida de tiempo dejó a Cristina y su copiloto Pablo Moreno sin prácticamente opciones a la victoria, no se vino abajo y siguió luchando para ser la más rápida en su categoría. “Esto es lo que he realmente he aprendido a lo largo de los años que compito en el Dakar: ser perseverante. No ganamos el Dakar, incluso no conseguimos pisar el podio final como en 2022, pero luchamos y no tiramos la toalla. Mi verdadera motivación es disfrutar de las carreras y superarme a mí misma”, asegura.