La cara más ingrata del Dakar

La navegación solo se tiene en cuenta cuando falla

Hay que tomar decisiones con pocos medios y a velocidad de vértigo

Peterhansel, tras el accidente sufrido hoy

Peterhansel, tras el accidente / AFP

Josep Viaplana

Josep Viaplana

He repetido en infinidad de ocasiones que estar en el punto de salida del Dakar ya es un éxito, especialmente para los participantes amateurs y para aquellos que luchan por la victoria con unas máquinas que no están lo suficientemente probadas. La dureza de la prueba pone a cada uno en su sitio y a veces con una crueldad vertiginosa. En un click cambia el decorado. Pasas de la gloria al fracaso en un instante y también viceversa, ya que mientras uno se mantiene en carrera siempre tiene posibilidades de brillar. Para mí, por ello, tiene tanto mérito acabar la carrera, independientemente de la posición.

La cara más ingrata del Dakar no entiende de presupuestos ni de apellidos ilustres, ni tan siquiera de leyendas, y si no que se lo pregunten a Stéphane Peterhansel, apodado ‘Monsieur Dakar’ por haberlo ganado en 14 ocasiones, 6 en moto y 8 en coche. La rotura de la suspensión trasera le dejó KO en la primera etapa. Intentará seguir para acumular experiencia, pero sus opciones se han esfumado.

UN DÍA DURO

Para la escuadra Audi, debutante con un prototipo electrificado, hecho en tiempo récord y cuya primera competición ha sido el Dakar. Al KO de Peterhansel se le sumaron las desgracias de Sainz y Ekström. Carlos y Lucas Cruz se perdieron en una zona delicada de navegación, dejándose en el envite más de dos horas y toda opción al podio. La carrera se les ha puesto muy cuesta arriba.

Se habla de los errores de navegación con mucha frialdad, pero les aseguro que, con los medios que disponen, encontrar el camino correcto a la primera es una tarea más que difícil, sobre todo por la velocidad a la que hay que tomar decisiones. Carlos y Lucas no fueron los únicos que sucumbieron a la primera trampa del Dakar, ya que la mitad de los favoritos en motos también quedaron descolgados a las primeras de cambio. “C’est le Dakar, patrón”.