Márquez-Dovizioso: El duelo final

Márquez y Dovizioso son los grandes animadores en Valencia

Márquez y Dovizioso son los grandes animadores en Valencia / EFE

Sergi Mejías

Sergi Mejías

Marc Márquez y Andrea Dovizioso afrontan el asalto final en la lucha por el título este fin de semana en el Circuito de la Comunitat Valenciana Ricardo Tormo. Llegan separados por 21 puntos a favor del líder y vigente campeón. El italiano lo tiene muy difícil pero no da nada por perdido. Hasta que el domingo poco antes de las 15.00 caiga la bandera a cuadros todo puede pasar.

Marc y Andrea tendrán su último cara a cara, la postrera carrera del año en la que se enfrentarán dos pilotos tan diferentes en pista. Márquez es explosivo; siempre lo ha sido. Decidido a liderar la carrera, si puede, desde el principio, como demostró en Malasia cuando arrancaba séptimo y se colocó tercero en la primera frenada arriesgando lo suyo. Tampoco escatima esfuerzos por ganar una carrera, aunque un segundo le vaya bien, como sucedió en Austria o Japón, por citar unos ejemplos recientes. 

ADN Márquez

Pero es esa ambición la que lo ha hecho grande. Lleva la competitividad en el ADN y como recuerda su hermano Àlex “no le gusta perder ni a las canicas”. Márquez es un ganador nato y si tiene la oportunidad lo intentará, no acabará segundo o tercero, es su sello personal. Varias veces ha revelado tras la carrera que ha dado por bueno ese segundo o tercero en lugar de ganar porque ha estado a punto de caerse más de una vez. Porque esa es parte de la maduración que ha vivido en los últimos años. Así y todo todavía se le ‘cruzan los cables’ alguna vez y se la juega a todo o nada.

Al otro lado del ring, Dovizioso es un piloto más racional, tal vez demasiado, tal como él mismo reconoce: “Soy bastante racional y frío”. Andrea arriesga lo justo y da la sensación de una falsa falta de ambición. Pero esa frialdad es la que lo ha encumbrado esta temporada. Imágenes como la protagonizada él y Márquez en el Austria y en Motegi, por destacar las más significativas, son muy significativas. Allí vimos como el piloto de Forli no se ponía nervioso cuando Marc intentaba un ataque final imposible en la última curva. En lugar de cerrarle la puerta como harían mucho, el ‘Profesor Dovi’ lo dejó pasar con total frialdad sabiendo que Marc iba mal y él las tenía todas para ganar; pero hay que hacerlo, tener la calma en la última curva de dejar pasar a un rival para después superarlo antes de la línea de meta.

PUNTOS EN COMÚN

A pesar de la diferencia de caracteres en la pista, Marc y Andrea tienen puntos en común, como su pasión por el motocross. A Márquez le pirra desde pequeño. Cuando era niño prefería competir en MX por la lucha cuerpo a cuerpo, entre otras cosas, que en un enduro de niños donde rodaba solo con su padre por la crono, por el tramo cronometrado, sin más rivales. Y Andrea es feliz con el motocross, le ayuda a divertirse e desinhibirse. Y cuando deje MotoGP seguro que lo vemos corriendo más de una carrera regional de esta disciplina.

También les acerca la confianza en sus respectivos jefes de mecánicos. Santi Hernández es en gran parte el artífice de los éxitos de Márquez, la persona encargada que en el box todo funcione. Tan importante es el grupo humano para Marc que no paró hasta tener su ‘dream team’ de Moto2 con él en MotoGP. Cuando dio el salto de categoría más de uno vio con recelo contar con el equipo técnico de la cilindrada intermedia pero el tiempo, y los resultados, le han dado la razón. Ya nadie se acuerda del crudo invierno después de su caída en Malasia en 2011, cuando no sabía si volvería a competir. Y el equipo hizo una piña a su alrededor.

Dovizioso, por su parte, ha encontrado en Alberto Giribuola a su Santi Hernández, la persona que le ha devuelto la confianza. Porque tal vez la falta de resultados durante tantas temporadas hizo mella en Andrea y con ‘Albi’ ha recuperado la confianza perdida. Con todo, el domingo (14.00) el Ricardo Tormo será una olla presión, la ‘Cúpula del trueno’ donde solo uno saldrá campeón.