Vuelos de larga distancia: el 0,4% del total, pero el 55% de las emisiones de la aviación

Un estudio cuantifica la intensidad de las emisiones en función de la distancia de los desplazamientos

Los vuelos de larga distancia son pocos pero muy contaminantes

Los vuelos de larga distancia son pocos pero muy contaminantes / Shutterstock

Joan Lluís Ferrer

Joan Lluís Ferrer

¿Contaminan más los vuelos de corta distancia o los largos trayectos internacionales? Hay diversas respuestas a esta pregunta, pero ahora, un estudio elaborado por la Universidad de Leeds (Reino Unido) pone de manifiesto que los vuelos de larga distancia son responsables de la mayor parte de las emisiones de la aviación, pese a que el número de tales viajes es muy bajo en comparación con el total.

A pesar de que sólo representan menos del 3% de todos los vuelos que realizan los europeos, los trayectos de más de 80 kilómetros (ida) son responsables del 70% de todas las emisiones de carbono relacionadas con la aviación.

Pero este porcentaje es aún mayor si se tienen en cuenta los largos viajes internacionales: aunque representan sólo el 0,4% del total de vuelos, son responsables del 55% de las emisiones.

El estudio analiza el impacto de los distintos vuelos

El estudio analiza el impacto de los distintos vuelos / Shutterstock

El nuevo estudio, publicado en la revista Nature Energy, afirma también que limitar o regular los viajes de larga distancia puede ser más eficaz para reducir las emisiones que centrarse en los viajes locales y de cercanías, como se está planteando en algunos países europeos.

Mientras que el número de viajes nacionales de larga y corta distancia en coche ha disminuido ligeramente en los últimos 25 años, los viajes internacionales en avión han aumentado considerablemente, impulsados por el incremento de los viajes de ocio.

Zia Wadud, de la Universidad de Leeds, que dirigió la investigación, declaró: "La magnitud del impacto de los viajes de larga distancia es realmente grande. El hecho de que menos del 3% de nuestros viajes sean responsables del 60% de los kilómetros recorridos y del 70% de las emisiones demuestra la importancia de los grandes desplazamientos aéreos en la lucha contra el cambio climático. Lamentablemente, los viajes de larga distancia, especialmente los vuelos, han ido en aumento; sin embargo, eso también brinda nuevas oportunidades de mejora".

Utilizando una nueva métrica que han creado los investigadores, denominada sensibilidad a la reducción de emisiones, el equipo ha calculado qué tipos de vuelos comerciales deberían modificarse para maximizar una reducción de las emisiones de carbono, afectando al menor número posible de personas o viajes.

Mayor potencial de reducción de los viajes largos

Según el estudio, si todos los vuelos de menos de 1.600 kilómetros se hicieran en ferrocarril, se produciría una reducción del 5,6% de las emisiones, pero sólo se vería afectado el 0,17% de los vuelos.

Pero limitar todos los trayectos de larga distancia al año tendría un impacto sobre el total mundial de operaciones mucho menor aún, ya que representan muy pocos viajes sobre el total.

Aviones comerciales estacionados en el aeropuerto

Aviones comerciales estacionados en el aeropuerto / Pixabay

Los investigadores subrayan que los posibles cambios son sólo sugerencias para que nos demos cuenta de cuál es la situación actual y reevaluemos el impacto de nuestros viajes de larga distancia.

Muhammad Adeel, coautor e investigador de la Universidad del Oeste de Inglaterra, añade: "Aunque los esfuerzos por trasladar los desplazamientos de corta distancia a modos de transporte más sostenibles son realmente positivos, si omitimos las emisiones de la aviación de las estadísticas nacionales -como ocurre actualmente en casi todos los países- no estamos obteniendo una imagen correcta e ignoramos una gran parte del problema."

Estudio de referencia: https://www.nature.com/articles/s41560-024-01561-3

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