Así es el váter que ‘evapora’ las heces, sin necesidad de agua: ¿el fin de los vertidos fecales?

El invento, surgido de una extrabajadora de la NASA, ha sido premiado en España

El inodoro sin agua inventado por Diana Yousef

El inodoro sin agua inventado por Diana Yousef / Fundación Maphre

Joan Lluís Ferrer

Joan Lluís Ferrer

La contaminación del mar y de los ríos a causa de las aguas residuales (tanto sin depurar como insuficientemente tratadas) es uno de los grandes problemas que padece tanto la costa como la red fluvial española. Sobre todo en zonas turísticas, son una constante los vertidos de aguas fecales que destruyen la biodiversidad marina y amenazan la calidad de nuestras playas. Pero ¿qué sucedería si cada vez que usamos el WC nuestras heces simplemente se evaporaran, y además sin necesidad de utilizar agua para expulsarlas al alcantarillado?

Eso es posible, tal y como ha demostrado la bioquímica estadounidense Diana Yousef, que se ha alzado con unos de los premios Fundación Maphre a la Innovación Social recientemente concedidos en Madrid. Yousef, mientras trabajaba en la NASA en busca de un sistema de reciclaje de agua para la estación espacial internacional, ideó las bases de lo que acabaría siendo este invento, realmente revolucionario.

Se trata del iThrone, un inodoro que funciona sin agua y sin electricidad y, en vez de enviar las heces o la orina mediante agua a la red de alcantarillado, lo que hace es sencillamente encoger y evaporar dichos residuos mediante un sistema en seco, lo que, por una parte, permite ahorrar ingentes cantidades de agua y, por otra, evita tener que depurar las aguas fecales, puesto que no hay nada que depurar.

Las heces se transforman en vapor de agua

El iThrone, que se revela como un sistema idóneo para países en desarrollo y con escasez de agua o infraestructuras, tiene como elemento estrella un tejido el que se depositan los residuos. Esta tela tan peculiar absorbe agua molecular y luego la libera a aire en forma de vapor de agua.

Esquema del inodoro

Esquema del inodoro / WaterLabs

El inodoro ahora premiado incorpora en su interior bolsas fabricadas en este material evaporativo (que se venía usando en la propia estación espacial internacional). Los excrementos van a parar a estas bolsas, que se encargan de aspirar el agua que contienen los desechos humanos para encogerlos y secarlos. Hay que tener en cuenta que las heces están formadas por agua en un 95%.

Diana Yousef señal que siempre queda una pequeña fracción de residuo que no desaparece, pero su cantidad es realmente baja y, en todo caso, mucho más fácil de eliminar y gestionar que con los procedimientos actuales. En concreto, según esta científica, un solo inodoro de este tipo fue asumir entre 1.400 y 2.800 usos antes de que sea necesario vaciarlo de los restos que han quedado tras la evaporación de las heces.

Diana Yousef, inventora del sistema

Diana Yousef, inventora del sistema / Fundación Maphre

En definitiva, se trata de un sistema que expulsa al aire vapor de agua y que no necesita ninguna instalación complementaria, lo que lo convierte en un sistema totalmente higiénico, sencillo y transportable, idóneo para eventos multitudinarios al aire libre, poblados indígenas que carecen de infraestructuras, campos de refugiados y, también, cualquier tipo de vivienda convencional que quiera evitar crear aguas residuales cada vez que se usa el inodoro.

Un invento que salva vidas y evita pobreza

Según la ONU, en la actualidad hay 2.400 millones de personas (una elevada proporción del total mundial) que carecen de servicios de saneamiento, como inodoros o simples letrinas. Eso hace que los excrementos humanos permanezcan al aire libre, contaminando aguas y convirtiéndose en focos de infección.

Población indígena en Panamá

Población indígena en Panamá / Agencias

Diana Yousef afirma: “Ningún otro invento en toda la historia de la humanidad ha salvado más vidas que los inodoros con cisterna, pero miles de millones de personas no tienen acceso a ellos. La falta de saneamiento seguro e higiénico obliga a muchas personas a vivir en condiciones de pobreza, mala salud y la contaminación. Con iThrone ampliaremos el acceso a retretes seguros más allá de los límites de la infraestructura hídrica”.

Algunos de estos inodoros han entrado en funcionamiento en Panamá, donde han logrado evaporar hasta el 97% de los residuos. Después de tres meses de funcionamiento, siguen usándose sin necesidad de mantenimiento alguno.

La empresa de Yousef, WaterLabs, tiene previsto iniciar la comercialización a gran escala del producto para el próximo año.

Más información: https://solve.mit.edu/challenges/healthy-cities/solutions/9244/application

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Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es