Masificación

Sobredosis de turismo: España dice 'basta' a la invasión

Las protestas por la saturación recorren todo el país por sus impactos ambientales y sociales

Dirigentes políticos de todos los partidos impulsan medidas para recortar la capacidad turística de sus territorios

Sobredosis de turismo: playa de Benidorm atestada de bañistas

Sobredosis de turismo: playa de Benidorm atestada de bañistas / Getty

Joan Lluís Ferrer

Joan Lluís Ferrer

Masificación o saturación turística era un concepto reservado hasta hace muy pocos años a colectivos vecinales directamente afectados o a grupos conservacionistas. Sin embargo, hoy esta palabra ya está en boca incluso de dirigentes hoteleros y gobernantes del PP, algo impensable hace solo tres años. ¿Qué ha sucedido?. Sencillamente, la calle ha empezado a decir ‘basta’, y no de forma discreta, sino ruidosa y clara, mediante manifestaciones multitudinarias que siguen sucediéndose por toda la geografía turística española. Canarias encendió la mecha y demostró que existe un malestar hondamente arraigado en la sociedad.

Pero ¿qué es exactamente la masificación turística? «Masificación turística consiste en tener que ir a urgencias por una dolencia grave y que te digan que las ambulancias están ocupadas porque están atendiendo a varios drogados o borrachos», afirma Maria Amengual, una residente mallorquina que vive en sus carnes la «brutal invasión» que sufre la isla cada verano, y no siempre con turismo de calidad. El colapso es evidente y perjudica la calidad de vida de los residentes.

Carretera repleta de coches en Mallorca

Carretera repleta de coches en Mallorca / Shutterstock

Pero el efecto más dramático se produce en la vivienda, cuyos precios se ven cada vez más afectados por la especulación derivada del turismo. Pisos en edificios de ciudad, destinados a residentes, se alquilan como alojamientos turísticos, multiplicando sus precios y haciéndolos inaccesibles a sus teóricos destinatarios.

Cada vez más inquilinos son forzados a dejar sus casas cuando el propietario pasa de pedir 1.000 euros a exigir 3.000 o 4.000 al mes

De este modo, cada vez más inquilinos son forzados a dejar sus casas cuando el propietario pasa de pedir 1.000 euros a exigir 3.000 o 4.000 al mes. Los turistas podrán pagarlo, un trabajador corriente, no. Es así como médicos, policías y otros funcionarios básicos para la sociedad están dejando de ir a vivir a lugares como Ibiza o Mallorca porque no pueden pagar un alquiler. Dos ejemplos ilustrativos en Ibiza este mismo año:agentes de la Guardia Civil que se ven obligados a dormir en su cochepor falta de vivienda o una profesora que se traslada todos los días en avión desde Palma a Ibiza para dar clases por no poder pagar el alquiler desorbitado que se pide.

Protesta contra los cruceros en Tarragona

Protesta contra los cruceros en Tarragona / Europa Press

El turismo, por tanto, ya no se limita solo a hoteles y apartamentos. El boom de la vivienda vacacional está hurtando camas a los residentes y se las entrega a los veraneantes, a menudo de forma ilegal, porque incluso en municipios donde los pisos turísticos han sido prohibidos, siguen comercializándose sin disimulo. En el casco viejo de Barcelona la situación adquiere tintes trágicos, pues allí muchas viviendas pasaron de ser pisos de residentes a pisos turísticos y de eso se transformaron luego en ‘narcopisos’, controlados por mafias de la droga.

Valencia: suspender pisos turísticos y prohibir 'megacruceros'

La alcaldesa de Valencia, María José Catalá (PP), anunciaba este mes de mayo dos medidas claras para luchar contra la saturación turística. Por una parte, la suspensión de permisos para pisos turísticos en comunidades de propietarios y en bajos comerciales. Y es que Valencia es otro de los objetivos de las redes de comercializadores de este tipo de pisos, que se lucran convirtiendo zonas vecinales en ruidosas áreas invadidas por turistas. La segunda medida anunciada por Catalá es la prohibición de megacruceros en el puerto valenciano. A partir de 2026 solo podrán atracar buques de tamaño mucho más pequeño. «Las ciudades flotantes no son algo bueno», ha declarado la alcaldesa de Valencia.

La alcaldesa de Valencia ha anunciado la prohibición de 'megacruceros' en el puerto de la ciudad a partir de 2026

No es la única dirigente que ha emprendido ese camino. La presidenta de Baleares, Marga Prohens (también del PP) ha dicho claramente: «Baleares ha llegado a su límite». «La importancia del turismo para la economía de Baleares no es incompatible con una realidad incontestable: todos compartimos que no se puede seguir creciendo en volumen», ha añadido Prohens.

La presidenta balear no ha dudado en afirmar que «hablar de límites es la mejor manera de defender el turismo» y, de hecho, en la isla de Mallorca ya se ha reducido el techo de nuevas plazas turíticas previsto por las leyes locales. Ese tope se ha recortado en 18.000 camas, sobre un total de 430.000 posibles.

Manifestación en Canarias contra la masificación

Manifestación en Canarias contra la masificación / Europa Press

No solo eso: en Mallorca y en Ibiza se trabaja en un reglamento para restringir la entrada de coches de alquiler a estas islas, en vista del éxito que tuvo la experiencia pionera de Formentera, hace unos años. Todo ello, con un objetivo: evitar que circular por la carretera se convierta en un atasco permanente más propio de grandes urbes que de islas supuestamente paradisíacas.

Incluso en el norte: San Sebastián decidió a finales de marzo limitar a 25 personas los grupos turísticos tras prohibir el uso de altavoces durante las visitas guiadas.

Sevilla, entre tanto, se plantea cobrar el acceso a su famosa Plaza de España para los no residentes. Y Barcelona eliminó de Google Maps una línea de bus que monopolizaban los turistas para que los residentes puedan recuperar su uso.

Los municipios más masificados

Un ránking recientemente elaborado por el buscador de alquileres vacacionales Holidu indica cuáles son los municipios españoles más masificados, basándose en las cifras de 2019. Estos son los 5 primeros:

1.- Peñíscola (Castellón). 25,4 turistas por residente. Con una población de 7.882 habitantes, esta localidad recibe 201.000 habitantes.

2.- Albarracín (Aragón). 23,3 turistas por residente. El pueblo tiene solo 990 habitantes, pero recibe a 23.119 turistas.

3.- Sant Llorenç des Cardessar (Mallorca). 21,3 turistas por habitante. Con 8.920 residentes, recibe 190.459 turistas.

4.- Sallent de Gállego (Aragón). 21,1 turias por residente. Tiene 1.519 habitantes y 32.184 turistas.

5.- Salou (Cataluña). 17,6 turistas por habitante. Tiene 28.512 residentes y 504.331 turistas.

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