Calentamiento global

Olas de calor, todas las claves: qué son, qué las causa y cómo pueden mitigarse

"Es probable que la frecuencia, intensidad y duración de calor extremo siga aumentando", alerta el Servicio Copernicus de la UE

Playa de Levante, en Benidorm (Alicante).

Playa de Levante, en Benidorm (Alicante). / Héctor Fuentes

Ramón Díaz

Ramón Díaz

España está viviendo la segunda ola de calor del verano, con máximas diurnas superiores a los 45ºC y nocturnas por encima de los 25ºC en algunas zonas. Hay alertas por calor extremo y las autoridades y los servicios sanitarios aconsejan extremar las medidas de prevención. Pero, ¿qué es exactamente una ola de calor? ¿Qué la causa? ¿Cómo puede mitigarse? El Servicio de Cambio Climático Copernicus (C3S) de la Unión Europea (UE) ha respondido en su página web a todas esas preguntas.

Una ola de calor es un período prolongado de tiempo mucho más cálido que el promedio. Suele durar entre varios días y algunas semanas, con temperaturas mucho más altas que las habituales y, en algunas zonas, puede ir acompañada de altos niveles de humedad, lo que puede exacerbar los efectos del calor en el cuerpo humano.

Las olas de calor pueden conllevar diversos riesgos. Por ejemplo, económicos, como pérdidas agrícolas, incendios forestales y cortes de energía. Cuando se alcanzan temperaturas extremas, también suponen riesgos importantes para la salud, especialmente para las poblaciones vulnerables, como los ancianos y los niños pequeños.

En realidad, no existe una definición acordada a nivel internacional de ola de calor, pero el término siempre se utiliza en circunstancias excepcionales. Las distintas regiones y países utilizan diferentes umbrales para las olas de calor en función del impacto local, teniendo en cuenta las variaciones en el clima, la geografía y los contextos sociales.

Una mujer combate el calor con un abanico.

Una mujer combate el calor con un abanico. / EFE / Biel Aliño

En el informe ‘Estado del cima europeo 2023’, Copernicus definió ola de calor como "un período de al menos tres días consecutivos en el que tanto los mínimos como los máximos de la temperatura diaria del aire en superficie son superiores al 5% de los valores más altos para el día en cuestión durante el período de referencia 1991-2020".

El mayor aumento de la mortalidad, en España

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el estrés térmico es la principal causa de muerte relacionada con el clima y puede exacerbar enfermedades subyacentes, problemas cardiovasculares y de salud mental, diabetes y asma, y puede aumentar el riesgo de accidentes y la transmisión de enfermedades infecciosas.

El cuerpo humano puede tener dificultades para regular su temperatura cuando se enfrenta a una exposición prolongada a altas temperaturas, lo que da lugar al estrés térmico.

El calor extremo ha sido, con diferencia, la principal causa de muertes notificadas debido a fenómenos meteorológicos y climáticos extremos en Europa en las últimas décadas. Se estima que en cada verano de 2003, 2010 y 2022 se produjeron entre 55.000 y 72.000 muertes debido a olas de calor. España es el país con mayor aumento de la mortalidad por calor en lo que va de siglo.

Las olas de calor pueden tener importantes repercusiones ambientales y socioeconómicas, en particular cuando se combinan con períodos prolongados de clima seco y sequía.

En la agricultura, pueden dañar gravemente los cultivos y reducir el rendimiento. Las temperaturas superiores a la media pueden estresar a las plantas, perjudicar su crecimiento y provocar enfermedades, explica Copernicus.

Un termómetro marca 45ºC.

Un termómetro marca 45ºC. / EFE

El ganado también se ve afectado, con mayor riesgo de estrés térmico y menor productividad. Además, las olas de calor marinas pueden afectar a la pesca y la acuicultura, lo que puede afectar a la salud de los peces y reducir el rendimiento.

Otros impactos económicos surgen de picos en la demanda de energía, ya que se usa más aire acondicionado, lo que lleva a mayores costos de electricidad y al riesgo de cortes de energía. El turismo en climas más cálidos también puede sufrir, pues el calor extremo puede disuadir a los visitantes.

El papel del cambio climático

Las olas de calor son causadas principalmente por sistemas de alta presión que atrapan el aire caliente en una zona determinada, impidiendo que se disipe. Estos sistemas de alta presión o anticiclones crean una cúpula de calor al obligar al aire a descender y comprimirse, lo que aumenta las temperaturas en la superficie.

La falta de cobertura de nubes debajo de estos sistemas de alta presión permite una mayor radiación solar, lo que calienta aún más el suelo y el aire que se encuentra sobre él. Esta combinación de factores puede dar lugar a períodos prolongados de temperaturas muy altas.

"El cambio climático también es un factor importante que contribuye a la creciente frecuencia e intensidad de las olas de calor. El aumento de las temperaturas globales debido a la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera aumenta la probabilidad de que se produzcan episodios de calor extremo", expone Copernicus.

Aviso sobre el calor extremo en Estados Unidos.

Aviso sobre el calor extremo en Estados Unidos. / EFE / Guillermo Azábal

Otros factores que contribuyen a provocar olas de calor son la urbanización y los cambios en el uso del suelo. Las zonas urbanas, con su densa infraestructura y sus limitados espacios verdes, sufren el efecto de isla de calor urbana, en el que las temperaturas son más altas que en las zonas rurales circundantes.

Los cambios en el uso del suelo, como la deforestación y la agricultura, también pueden influir en los climas locales al alterar el equilibrio energético de la superficie, lo que afecta a los niveles locales de temperatura y humedad.

Cada vez más olas de calor y más intensas

La frecuencia e intensidad de los episodios de calor extremo está aumentando en Europa. Según el Centro Regional sobre el Clima de Europa de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), 23 de las 30 olas de calor más graves sufridas en Europa desde 1950 han ocurrido desde 2000, y cinco de ellas, en los últimos tres años.

Y el problema irá a más. "Es probable que la frecuencia, intensidad y duración de las olas de calor sigan aumentando, con graves consecuencias para la salud pública, ya que los efectos combinados del cambio climático, la urbanización y el envejecimiento de la población exacerbarán los impactos relacionados con el calor en el futuro", señala Copernicus.

En consecuencia, las campañas de educación pública y las estrategias de alerta temprana, mitigación y adaptación son "esenciales para proteger a las poblaciones vulnerables".

Tendencias en la incidencia de mortalidad relacionada con el calor (muertes anuales por millón por década) en Europa para la población general (2000-2020). Los tonos rojos indican una tendencia creciente y los azules una tendencia decreciente. Cuanto más oscuro sea el color, mayor será la tendencia.

Tendencias en la incidencia de mortalidad relacionada con el calor (muertes anuales por millón por década) en Europa para la población general (2000-2020). Los tonos rojos indican una tendencia creciente y los azules una tendencia decreciente. Cuanto más oscuro sea el color, mayor será la tendencia. / Van Daalen, KR, et al (2022)

Según el C3S, la planificación urbana puede desempeñar "un papel importante"; por ejemplo, implementando techos verdes, aumentando los espacios verdes y azules y mejorando el trazado de las calles y los diseños de los edificios para mejorar la refrigeración natural y reducir el efecto de isla de calor urbana.

Además, la promoción de edificios y sistemas de refrigeración energéticamente eficientes puede ayudar a gestionar el aumento de la demanda energética durante los períodos de calor extremo, al tiempo que reduce las emisiones generales de gases de efecto invernadero.

"En definitiva, la única manera de combatir eficazmente la creciente frecuencia e intensidad de las olas de calor es tomar medidas decisivas para hacer frente al cambio climático. Es esencial reducir las emisiones de gases de efecto invernadero mediante la transición a fuentes de energía renovables, la aplicación de tecnologías energéticamente eficientes y la adopción de prácticas sostenibles", concluye Copernicus, que detalla también qué son y los graves impactos de las olas de calor marinas.

Página del Servicio de Cambio Climático Copernicus: https://climate.copernicus.eu/

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Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es