Fauna marina

Los grandes tiburones, fundamentales para la salud de los océanos, en peligro

La sobrepesca, el cambio climático, la pérdida de hábitat, la minería submarina y el transporte marítimo amenazan a los escualos

Gran tiburón blanco.

Gran tiburón blanco. / Olga Ernst

Ramón

Ramón

Los tiburones juegan un papel crucial en la salud ecológica de los océanos. Sobremanera los de gran tamaño. Pero se cuentan entre las especies con mayor riesgo de extinción del planeta. La sobrepesca, el cambio climático, la pérdida de hábitat, la minería submarina y el transporte marítimo son las principales amenazas a las que se enfrentan.

"La conservación de los tiburones debe ir más allá de la simple protección de sus poblaciones: debe priorizarse la protección de sus roles ecológicos", concluye un estudio científico dirigido por la Universidad Internacional de Florida (FIU), que acaba de publicarse en la revista ‘Science’.

Los tiburones de mayor tamaño, como los tiburones tigre y los tiburones blancos, desempeñan un papel fundamental en los océanos: ayudan a mantener el equilibrio a través de sus hábitos alimenticios. A veces, simplemente su gran tamaño es suficiente para asustar a potenciales presas que podrían consumir en exceso las praderas marinas y otras plantas necesarias mantener la salud oceánica.

Los escualos también pueden ayudar a dar forma y mantener el equilibrio ‘de abajo hacia arriba’: por ejemplo, evitando que las poblaciones de presas crezcan o coman demasiado.

Varios ejemplares de tiburón.

Varios ejemplares de tiburón. / Andy Mann

El estudio arroja nueva luz sobre el papel que juegan los tiburones en los océanos y por qué el tamaño debería ser un factor decisivo a la hora de tomar medidas de conservación.

"Cuando miramos alrededor del mundo, vemos que los tiburones pueden desempeñar muchos papeles diferentes en los ecosistemas, y algunos de ellos son realmente importantes", señala Mike Heithaus, coautor del estudio.

Reconstruir poblaciones mermadas

"Necesitamos mantener una gran diversidad de tiburones en nuestros océanos, así como una amplia gama de tamaños de tiburones. También significa que necesitamos reconstruir poblaciones muy mermadas y gestionar el funcionamiento de los tiburones en océanos que están cambiando debido al uso humano y al cambio climático", expone.

Heithaus ha dedicado su carrera al estudio del papel ecológico de los tiburones. Cuando ahuyentan a sus presas, como las tortugas y las vacas marinas, estos animales herbívoros no comen en exceso pastos marinos u otra vegetación marina necesaria, lo que le da tiempo para crecer y recuperarse antes de que regresen los herbívoros.

"No estamos diciendo que los tiburones grandes sean los únicos que importan. Hay mucho más que tiburones dando forma a ecosistemas enteros", matiza Simon Dedman, autor principal del estudio. "Pero lo que sí sabemos es que algunas especies de tiburones grandes están desempeñando un papel enorme en la salud de los océanos y necesitan una mejor protección", resalta.

Tiburón ballena de ocho metros de largo, filtrando plancton por la noche, en Maldivas.

Tiburón ballena de ocho metros de largo, filtrando plancton por la noche, en Maldivas. / Arturo de Frias Marques

"Es hora de tener una conversación sobre todo lo que están haciendo los tiburones para mantener la salud de los océanos para que podamos priorizar mejor los esfuerzos de conservación y tener el mayor impacto posible", señala Heithaus.

Además de ayudar a mantener el equilibrio en las redes alimentarias, los tiburones se alimentan en aguas de alta mar y llevan nutrientes al arrecife. Otros transportan nutrientes que se utilizan en la base de la cadena alimentaria. También pueden sirven alimento a otras especies "e incluso como postes para que los peces rasquen para eliminar parásitos", apuntan los investigadores.

La población cayó un 71% en 50 años

El problema es que la abundancia de tiburones se ha desplomado en un 71% para las especies oceánicas en los últimos 50 años. Y que las poblaciones de las cinco principales especies de tiburones de arrecife se han reducido en un 63%.

"Este estudio confirma lo que sospechábamos desde hace tiempo: los tiburones son fundamentales para la salud del océano", destaca Lee Crockett, director ejecutivo del Shark Conservation Fund, que financió el estudio.

La investigación sirve como confirmación de que los conservacionistas marinos, los filántropos, los responsables de las políticas y el público en general deben reconocer que los tiburones son "especies clave que tienen un efecto significativo, ahora comprobado, en los entornos marinos", añade Crockett.

Pero la conservación de los tiburones se vuelve cada vez más complicada y crítica a medida que aumentan las temperaturas globales, lo que lleva a algunos tiburones a dirigirse a nuevas áreas donde encontrar las temperaturas en las que prosperan.

Además, con la expansión de las industrias de la economía azul, como la acuicultura y el turismo, es probable que aumenten los encuentros entre personas y tiburones, con el consiguiente peligro para unos y otros. Hay que "encontrar un equilibrio", apuntalan los científicos.

Tiburón ballena en el acuario de Georgia, Estados Unidos.

Tiburón ballena en el acuario de Georgia, Estados Unidos. / Zac Wolf

"La política nacional e internacional debe centrarse en acciones que reconstruyan las poblaciones y restablezcan los roles funcionales de los tiburones", detalla Heithaus.

"Eso requiere acciones para aumentar tanto las medidas espaciales como las áreas marinas protegidas y las medidas de gestión pesquera, como los límites de capturas y tamaños, y las limitaciones de artes de pesca. Si las personas quieren océanos saludables, necesitamos poblaciones de tiburones saludables", remata Heithaus.

Informe de referencia: https://www.science.org/doi/10.1126/science.adl2362

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