Estudio científico

La exposición al ruido y a la contaminación aumenta el riesgo de sufrir enfermedades mentales en niños y adolescentes

Un estudio internacional muestra cómo la exposición a la poluciónaumenta las probabilidades de desarrollar trastornos psicóticos, depresión y ansiedad en las primeras etapas de vida

Unos padres acompañan a sus hijos al colegio en Barcelona.

Unos padres acompañan a sus hijos al colegio en Barcelona. / RICARD CUGAT

Valentina Raffio

Respirar aire contaminado y vivir en ambientes demasiado ruidosos es un factor que dispara el riesgo de sufrir enfermedades mentales en niños y adolescentes. Según apunta un estudio internacional publicado este mismo martes en la revista científica 'JAMA Network Open', la exposición a estos contaminantes ambientales durante las primeras etapas de la vida aumenta las probabilidades de desarrollar trastornos psicóticos, depresión y ansiedad a lo largo de la adolescencia y la infancia. "Las intervenciones para reducir la exposición a la contaminación del aire y del ruido, como la creación de zonas verdes, podrían ser clave para mejorar la salud mental de la población", argumentan los expertos que han liderado este trabajo, liderados por la investigadora Joanne B. Newbury, de la Universidad de Bristol.

El análisis, liderado por un panel de expertos británicos en salud pública y psiquiatría, toma como referencia los datos de más de 9.000 niños de entre 12 y 24 años residentes en Reino Unido. En todos los casos, los investigadores recopilaron, por un lado, información sobre la exposición a la contaminación del aire y del ruido ambiental con el que habían convivido los niños desde sus primeros años de vida hasta la edad adulta y, por otro lado, evaluaciones sobre su estado de salud mental.

La exposición a aire contaminado aumenta el riesgo de trastornos psicóticos y depresión, mientras que el ruido excesivo agrava la ansiedad

El análisis pormenorizado de toda esta información permitió encontrar una asociación entre la exposición a estas fuentes de contaminación y el riesgo de desarrollar enfermedades mentales en niños, adolescentes y jóvenes. Respirar aire contaminado se relacionó con un mayor riesgo de trastornos psicóticos y depresión, mientras que la exposición a altos niveles de ruido se asoció con un mayor riesgo de ansiedad.

Efecto potenciador

Según argumentan los autores de este trabajo, se trata de la primera vez que se señala el impacto de este fenómeno en niños y adolescentes. Hasta ahora, tal y como ya habían apuntado trabajos anteriores, la exposición a la contaminación urbana es uno de los factores que aumenta el riesgo de psicosis y depresión en adultos. También ha habido otros trabajos que apuntaban a los múltiples daños de la contaminación ambiental y acústica en la salud respiratoria, cardiovascular y hasta cerebral (como, por ejemplo, las investigaciones que muestran cómo estos fenómenos pueden aumentar el riesgo de desarrollar Alzhéimer). Pero en la mayoría de casos, los estudios ponían en foco en los adultos y no en los niños. De ahí la importancia de este trabajo.

"Este estudio nos presenta evidencias que nos invitan a replantearnos el impacto de la contaminación en el neurodesarrollo y en la salud mental a lo largo de la infancia y la juventud", argumenta Jon Andoni Duñabeitia, director del Centro de Investigación Nebrija en Cognición. Según apunta este especialista en declaraciones al Science Media Centre España, cada vez son más los trabajos de gran alcance que apuntan al peligro que supone la exposición a pequeñas partículas contaminantes, así como la contaminación ambiental, en etapas tan tempranas como el embarazo o los primeros años de vida de una persona. En este sentido, Andoni corrobora que la contaminación "tiene un efecto potenciador de problemas de salud mental durante la adolescencia y juventud".

Cada vez son más los estudios que muestran cómo la polución perjudica el desarrollo cognitivo de los infantes y tiene efectos negativos en su salud respiratoria y cardiovascular

Un estudio realizado hace unos años por el ISGlobal en 38 escuelas de Barcelona también mostró, por ejemplo, que la exposición prolongada la polución atmosférica y acústica perjudican el desarrollo cognitivo de los menores. En este caso, el análsisi demostró que los niños y niñas más expuestos al tráfico desarrollan, de media, una memoria de trabajo y capacidad de atención más lenta que sus compañeros de escuelas más apartadas del ruido y el humo de los coches. Uno de los datos más llamativos del estudio fue que por cada incremento de cinco decibelios en el ruido exterior, se observa un 11,4% menos de capacidad para retener información a corto plazo y un 23,5% de capacidad para procesar datos complejos.

Posibles soluciones

Con la misma contundencia que los expertos alertan sobre los peligros de la contaminación, también insisten en la necesidad de aplicar medidas para frenarla y así mejorar la salud de los ciudadanos. Sobre todo en las grandes ciudades donde la polución y el ruido van a más. El equipo liderado por Joanne B. Newbury, de hecho, sugiere una serie de intervenciones para ello. Por ejemplo, creando más zonas verdes donde se garantice una mejor calidad del aire y una reducción sustancial del ruido. También se pide implementar medidas para reducir el ruido ambiental en áreas residenciales y escolares, promover políticas que regulen las emisiones en entornos urbanos y buscar maneras para reducir la exposición de los más jóvenes a todo tipo de contaminación.

Los expertos reclaman la creación de espacios verdes y una reducción de la polución acústica y ambiental en zonas residenciales y escolares

Según explica la epidemióloga ambiental Natalie Mueller, del equipo de ISGlobal, la creación de espacios verdes de todo tipo, "desde grandes parques llenos de vegetación hasta una mayor presencia de árboles y verde en las calles", es una de las medidas clave para mejorar la salud de la población urbana. "Los espacios verdes promueven la actividad física y tienen un impacto muy favorable para la salud mental", comenta Mueller. "La creación de estos espacios también favorece la socialización y eso también es algo muy importante para el bienestar social", argumentó esta especialista en una entrevista con El Periódico, del mismo grupo editorial.