Especies en peligro

Se busca: campaña mundial para encontrar 126 especies de aves desaparecidas

Un programa de ciencia ciudadana impulsa su localización para descartar o confirmar su extinción

El colibrí de Santa Marta es una especie 'recuperada' tras no haber desaparecido

El colibrí de Santa Marta es una especie 'recuperada' tras no haber desaparecido / Yurgen Vega

Joan Lluís Ferrer

Joan Lluís Ferrer

Existen casi 12.000 especies de aves conocidas para la ciencia, pero de ellas, hay 126 de las que no se tienen noticias desde hace al menos diez años. ¿Se han extinguido irremediablemente o es que sencillamente quedan tan pocos ejemplares que apenas se dejan ver? Lo cierto es que estas aves llevan demasiado tiempo sin haber sido vistas, oídas, grabadas o filmadas de ninguna manera. Por eso, se ha colgado el cartel de ‘Se busca’ por todo el planeta.

El plan de Búsqueda de Aves Perdidas (Search for Lost Birds) es un programa de colaboración entre Rewild, American Bird Conservancy y BirdLife Internacional, y su objetivo no es otro que tratar de identificar ejemplares de estas 126 aves. Estas entidades hacen un llamamiento a la población para ayudar a encontrarlas.

La lista de estas 126 especies se elaboró tras analizar más de 42 millones de fotos, videos y grabaciones de audio que se guardan en diversas plataformas, como Macaulay, i Naturalist y otras, así como museos y colecciones del planeta. Aunque primero la lista incluía a 144 especies, 14 de ellas fueron finalmente ‘redescubiertas’ en los últimos años, lo que fija el número actual de aves ‘desaparecidas’ en 126.

Mapa de las especies desaparecidas

Mapa de las especies desaparecidas / Search for Lost Birds

Pero esta lista aún puede reducirse más, porque los científicos están seguros de que algunas de ellas sencillamente no se observan porque son esquivas y difíciles de observar. La ciencia ciudadana, es decir, la participación de aficionados con conocimientos suficientes para aportar datos a los científicos, es fundamental.

Algunas, más de un siglo desaparecidas

Aunque el tiempo mínimo sin observaciones para figurar en esta lista es de 10 años, hay algunas especies que llevan ya un siglo o más sin dar muestras de su existencia, y es en estos casos donde más se teme que puedan haberse extinguido definitivamente.

Las entidades que impulsan este plan de Búsqueda de Aves Perdidas recuerdan que la ciencia ciudadana ya permitió recuperar especies que se creían extintos, como el mielero de Bismarck, la reinita de pico largo o el colibrí de Santa Marta.

tadorna cristata

tadorna cristata / Search for Lost Birds

Numenius tenuirostris

Numenius tenuirostris / Search for Lost Birds

Aerodramus nuditarsus

Aerodramus nuditarsus / Search for Lost Birds

Ptlinopus arcanus

Ptlinopus arcanus / Search for Lost Birds

Las personas que detecten o documenten la presencia de una de esas especies pueden ponerse en contacto con Search for Lost Birds, a través de su página web. Sus responsables destacan la importancia de aportar fotografías, vídeos o audios de su canto.

Estas son algunas de las especies ‘en busca y captura’:

  • Tarro coreano o crestado (Tadorna cristata) No visto desde 1920.
  • Perdicilla de Manipur (Perdicula manipurensis) No visto desde 1907.
  • Tilinopo de Negros (Ptilinopus arcanus) No visto desde 1953.
  • Salangana tarsidesnuda (Aerodramus nuditarsus) No visto desde 1973.
  • Calzadito turquesa (Eriocnemis godini) No visto desde 1963.
  • Diamante de frente azul (Amazilia alfaroana) No visto desde 1895.
  • Zarapito esquimal (Numenius borealis) No visto desde 1963.
  • Paíño de Guadalupe (Hydrobates macrodactylus) No visto desde 1912.
  • Lechuza de la Manus (Tyto manusi) No visto desde 1934.
  • Zarapito fino (Numenius tenuirostris) No visto desde 1995.

África, Oceanía y América son los continentes con más especies que permanecen desaparecidas desde hace tiempo, según este programa de búsqueda.

El director de Search for Lost Birds, John C. Mittermeier, ha declarado al portal IFLScience: “Si bien algunas de las especies de la lista serán increíblemente difíciles o incluso imposibles de encontrar, otras podrían encontrarse fácilmente si hay personas que llegan al lugar correcto. Aparte de su ubicación, trabajar junto con la población local y con la ciencia ciudadana es la mejor manera de encontrar aves perdidas”.

Estudio de referencia: https://esajournals.onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1002/fee.2778

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