Cambio climático

¿Adiós a los meteoritos?: el derretimiento de la Antártida ‘engulle’ 5.000 cada año

Las altas temperaturas debido al calentamiento global ponen en riesgo este patrimonio científico llegado desde los confines del sistema solar

Científicos identificando un meteorito en la Antártida

Científicos identificando un meteorito en la Antártida / Nature

Verónica Pavés

Verónica Pavés

Los meteoritos que tanta información revelan sobre la historia del sistema solar podrían dejar de ser una opción de estudio del cosmos. El tesoro científico que permanece oculto en el hielo de la Antártida está desapareciendo a un ritmo alarmante: cada año 5.000 meteoritos se vuelven inaccesibles por la sencilla razón de que, debido al calentamiento global, se está fundiendo el hielo sobre el cual están depositados y terminan hundiéndose en el mar.

El ritmo con que eso sucede es realmente preocupante, pues esos 5.000 meteoritos que se pierden al año por este motivo superan por cinco la cantidad de los que se encuentran anualmente. Es decir, por cada uno que se descubre, cinco se hunden bajo el agua.

Más del 60% de los cerca de 80.000 meteoritos encontrados en la Tierra se recogen en la Antártida

Así lo ha determinado un reciente artículo publicado en Nature Climate Change, que revela que más del 60% de los cerca de 80.000 meteoritos encontrados en la Tierra se han recogido en la superficie de la Antártida. Estos meteoritos se encuentran en zonas de hielo azul, donde una combinación de procesos y condiciones meteorológicas locales eliminan las capas de nieve de la superficie, dejando al descubierto meteoritos ocultos en el hielo.

Meteorito en la Antártida

Meteorito en la Antártida / Nature

En las últimas décadas, los científicos han recogido más de 1.000 meteoritos al año en esta zona del mundo. Y esa fuente de conocimiento podría ser inagotable, pues se calcula que aún quedan entre 300.000 y 850.000 meteoritos en la superficie de la capa de hielo. Sin embargo, la crisis climática empujará a muchos de ellos al fondo marino, donde acabarán perdiéndose para siempre.

El propio meteorito funde también el hielo

Pero el calor inherente al cambio climático no es el único que está generando esta situación. El deshielo se está viendo agravado por la propia composición de los meteoritos. “Incluso cuando las temperaturas son muy inferiores a cero, los meteoritos, con su característica corteza oscura, se calientan al exponerse a la radiación solar y pueden fundir el hielo subyacente”, explican los autores en el artículo.

De esta forma, el meteorito calentado genera una pequeña bolsa de agua de fusión bajo la roca, lo que da lugar a una pequeña depresión superficial que se hace cada vez más profunda hasta convertirse en un agujero, que da lugar, en última instancia, al hundimiento del meteorito en lo más profundo, dejando de ser visible para los buscadores de estas preciadas piedras espaciales.

Los meteoritos destacan sobremanera sobre la blanca superficie helada

Los meteoritos destacan sobremanera sobre la blanca superficie helada / Agencias

“Es muy importante que haga frío y, si la temperatura de la superficie empieza a cambiar, aunque sea pasando de 12 a 9 grados centígrados bajo cero, se está cruzando un umbral en el que se empiezan a perder meteoritos”, revela Harry Zekollari, coautor del artículo en un artículo publicado en la CNN.

En otra entrevista para National Geographic, el mismo investigador insistió en que “se trata de un efecto inesperado del cambio climático” y recordó que se puede perder “un archivo muy importante del sistema solar”.

Entre un 20% y un 76% de los meteoritos antárticos pueden perderse

La pérdida de meteoritos no será igual en todos los escenarios de cambio climático. En un planeta que limite el aumento de temperaturas entre 1,5 y 2 grados por encima de los niveles preindustriales, la pérdida de meteoritos podría limitarse a entre un 9% y un 20% del total en la zona. Sin embargo, con las políticas actuales –todavía insuficientes para mitigar el cambio climático–, la cifra aumenta hasta el 28% o el 30%. La proporción de meteoritos irrecuperables aumentará aún más, hasta el 35% y el 50% en escenarios con un calentamiento de 3 o 4 grados, pudiendo llegar al 76% en 2100 en un escenario de altas emisiones.

Cada décima de grado de aumento en la temperatura global causa la pérdida de entre 5.100 y 12.200 meteoritos

Por tanto, cada décima de grado de aumento en la temperatura global resulta en la pérdida de entre 5.100 y 12.200 meteoritos. Para final de siglo, la pérdida total puede rondar entre los 80.000 y los 250.000 ejemplares.

"Es muy difícil desarrollar métodos para encontrar estos meteoritos", afirma Veronica Tollenaar, coautora principal e investigadora de la Universidad Libre de Bruselas en National Geographic. Y sin embargo, los investigadores han puesto de manifiesto la importancia de recuperar muchas más rocas interplanetarias antes de que se hundan. Los esfuerzos podrían incluir equipos de búsqueda más grandes y el uso de tecnología avanzada, como vehículos aéreos no tripulados, para optimizar las operaciones de recuperación en este entorno extremo.

Sin embargo, si en algo coinciden los investigadores es que este fenómeno solo se puede parar de una manera: con la reducción rápida de los gases de efecto invernadero.

Pistas del origen del sistema solar

La importancia científica de estos meteoritos es incalculable. En 1984, entre todos los meteoritos recabados en el continente Antártico, se halló uno que llamó la atención de la comunidad científica. La piedra había llegado desde Marte y suponía el posible hallazgo de vida en el planeta rojo, aunque finalmente no hubo pruebas suficientes de ello.

El famoso meteorito ALH84001 llegado desde Marte

El famoso meteorito ALH84001 llegado desde Marte / Agencias

Pero no es lo único para lo que sirven. La importancia del estudio científico de los meteoritos reside en la posibilidad de investigar el origen del Sistema Solar, dado que constituyen muestras de las primeras rocas que surgieron durante su formación y de las cuales ya no quedan testimonios accesibles en nuestro planeta evolucionado. Y es información muy valiosa.

Hay varios motivos para que la blanca Antártida se haya convertido en un lugar esencial en la búsqueda de meteoritos. El primero, es que en las enormes y blancas extensiones de hielo polar, sin apenas afloramientos rocosos, un negro meteorito llama la atención de inmediato.

El segundo motivo, es que los meteoritos al caer se hunden en el hielo, pero la misma dinámica natural permite su recuperación, situación que no sucede en el mar (donde quedan sumergidos) o en tierra firme (donde acaban siendo sepultados por los sedimentos).

Estudio de referencia: https://www.nature.com/articles/s41558-024-01954-y

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Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es