Su obsesión es descabalgar al madrileño de la titularidad

Mourinho presionará todavía más a Casillas

A Mourinho no le gusta que Casillas no siga sus consignas y ejerza de contrapoder. Por eso le piensa pasar factura en cuanto tenga la ocasión

A.Alcázar

José Mourinho, entrenador madridista, no pierde el tiempo. Aprovechando los supuestos errores de Iker Casillas en el último clásico en el Camp Nou, el entrenador portugués ha orquestado una nueva operación de acoso y derribo del hasta ahora intocable capitán blanco. Mourinho no quiere desaprovechar la oportunidad que le brinda la actual debilidad de Casillas. Piensa seguir presionándole y ya está filtrando en determinados ambientes la necesidad de que el Madrid fiche a un portero de máximo nivel para aumentar la competencia y apretar al madrileño.

Mourinho sueña con descabalgar a Casillas de la titularidad desde principios de la pasada temporada. Al entrenador madridista siempre le ha molestado que su capitán no siguiera la línea que él marcaba, convirtiéndose así en un molesto contrapoder. Le puso la cruz especialmente tras hacer las paces sin su permiso con los blaugrana Xavi Hernández y Puyol después de la tensión que hubo en los dos partidos de la Supercopa 2011-2012. Mourinho incluso valoró entonces la posibilidad de arrebatarle la capitanía, pero tuvo que dar un paso atrás al comprobar los numerosos y poderosos apoyos con los que contaba Casillas.

Justo en esa época Mourinho ya intentó convencer al club madridista de la necesidad de fichar a un portero para presionar a Casillas. Su argumento era que el capitán se dormía al ser consciente de que nadie le discutía la titularidad. El técnico no pudo salirse con la suya entonces, pero ahora ha vuelto a la carga. En la lista de candidatos figuran los mismos nombres que hace un año. A Mourinho le gustan el rojiblanco Courtois, el zaragocista Roberto y el osasunista Andrés Fernández.

La consigna vuelve a ser la misma. Casillas no está fino y hay que despertarle. La competencia es sana. Lo que Mourinho oculta a todo el mundo es que su fijación por el portero madrileño responde únicamente a intereses personales. El portugués no tolera que Casillas tenga un criterio propio y no esté dispuesto a cumplir ciegamente sus consignas. A Mourinho le gustaría que el madrileño imitase al portugués Pepe, al que no se le cae la cara de vergüenza cuando ataca sin contemplaciones a Iniesta siguiendo las órdenes de Mourinho.