Maximiano frustra el asedio del Cádiz

Las paradas del portero luso sostuvieron a un Granada con uno menos desde el minuto 33'

El conjunto cadista desaprovechó la oportunidad de situarse a un punto de la salvación

Álvaro Negredo fue un dolor de muelas para la defensa del Granada

Álvaro Negredo fue un dolor de muelas para la defensa del Granada / EFE

X. Serrano

Las paradas de Luís Maximiano valieron un punto de oro para el Granada frente al Cádiz en un duelo directo por la salvación. Entre el portero luso y el central Germán protegieron el 0-0 inicial frente equipo amarillo, con superioridad numérica desde el minuto 33 por la expulsión de Duarte. El cuadro cadista, liderado por un Negredo incansable, protagonizó un asedio en la segunda parte y tuvo ocasiones claras, pero desaprovechó una oportunidad que puede resultar determinante.

Granada-Cádiz

LaLiga Santander

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Alineaciones
Granada
Maximiano; Domingos Duarte, Germán, Torrente; Antonio Puertas (Rochina, 89'), Isma Ruiz (Petrovic, 76'), Luis Milla, Carlos Neva; Álex Collado (Quini, 76'), Uzuni (Machís, 50') y Luis Suárez (Jorge Molina, 85').
Cádiz
Ledesma; Luis Hernández, Fali (Carcelén, 59'), Chust; Akapo (Alejo, 59'), San Emeterio (Sobrino, 83'), Rubén Alcaraz, Arzamendia; Lucas Pérez (Álex Fernández, 83'), Lozano (Perea, 74') y Negredo.

El Granada llegaba al choque en el peor momento de la temporada, tras cinco derrotas consecutivas y siete jornadas sin ganar. Un coctel que, sumado a las malas sensaciones, dejaban al entrenador Robert Moreno en una situación muy delicada. Por ello, el cuadro nazarí necesitaba ganar espantar los fantasmas del descenso, que precisamente marcaba el Cádiz con cuatro puntos menos.

Para el conjunto amarillo, el derbi andaluz se presentaba como una final por la permanencia. La llegada de Sergio González al banquillo cadista había mejorado el rendimiento del equipo, con una derrota en siete partidos, pero este crecimiento en el juego no se estaba traduciendo en triunfos.

La importancia del encuentro quedó patente desde el pitido inicial. Un partido de pocos riesgos y mucho miedo al error, que pronto se tradujo en nerviosismo, con la zaga nazarí como victima principal. Robert copió a Sergio con una defensa de tres centrales, pero en ningún momento generó la retaguardia transmitió seguridad ante el desgaste constante de Álvaro Negredo.

El 'Tiburón de Vallecas' estuvo a punto de penalizar a los cinco minutos un pase corto de Duarte hacia su portero, un Maximiano que reaccionó con velocidad para abortar con la punta de la bota el quiebro del delantero rival. En un duelo con tanta presión, el error tempranero condicionó las emociones de la defensa, completada por Torrente y Germán.

Este último, superada la media hora, buscó a Duarte en un pase demasiado largo. Ahí estaba una vez más Negredo, que interceptó el envío y obligó al derribo del defensa luso, expulsado con roja directa. Hasta entonces, la igualdad había sido la tónica imperante en un partido disputado lejos de las área y de nula fluidez en el juego, en parte por las interrupciones. Álex Collado se fabricó la ocasión más destacable del primer tiempo, un tiro cruzado tras un slalom que despejó Ledesma.

Tras el descanso, un nuevo error defensivo del Granada, esta vez por la falta de comunicación entre Torrente y Neva, casi lo aprovechó Lozano. El hondureño pisó línea de fondo y cedió atrás, pero Puerta le quitó el gol a un Lucas Pérez que ya se relamía. Con superioridad y el monopolio del cuero, Sergio González renunció a un central para dar entrada a un extremo rápido como Iván Alejo con un central profundo como Iza Carcelén por detrás.

Entremedias, un individuo entre el público protagonizó el nota bochornosa del partido al increpar al cadista Akapo, que caminaba por los márgenes del terreno de juego después de ser sustituido, gesticulando como un mono.

De vuelta al juego, el Cádiz sometió al Granada a un asedio. Pero Maximiano protegió la portería en un mano a mano ante Negredo y embolsó un tiro lejano de Carcelén, al que se le escapó por poco un tiro colocado desde la frontal. En el tiempo añadido, Sobrino perdonó en un cabezazo franco. Ni el valioso punto tras una hora de resistencia en inferioridad evitó a Robert Moreno de las bronca de un Nuevo Los Cármenes que pidió su dimisión.

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