Ancelotti se quedó con el argentino antes que con Özil, que se olió el lío

Bale, verdugo de Di María

El 'Fideo', condenado al banquillo porque para Ancelotti, Florentino y el marketing del club tiene que jugar el galés

A. Alcázar

Se quedó porque quería jugar y demostrar que tiene sitio. Pero no. Ángel di María está condenado al banquillo porque Bale tiene prioridad para el entrenador, para el presidente y para el marketing del club. Al ‘Ángel’ del Madrid le va a dar lo mismo haberse salido con brillantísimas actuaciones y haber tirado del triste carro de su equipo hasta aquí, porque su destino es esperar a que el galés se lesione, es propenso a ello, o que Ancelotti decida darle descansos periódicos para que no se rompa. Mientras  juegue Bale Di María solo tendrá opciones en el centro del campo, donde la rivalidad es ya máxima entre cinco futbolistas por dos puestos: Xabi Alonso, Illarramendi, Modric, Khedira e Isco, porque el brasileño Casemiro es en este pelotón el cero a la izquierda.

“Prefería que Di María se quedara por equilibrio táctico. Con Özil sólo estuve un mes, no puedo saber cómo es su comportamiento, pero es un profesional. Cuando en tu equipo tienes a un jugador parecido a Özil como Isco, es mejor quedarte con Di María porque tiene la habilidad de jugar en más posiciones del campo. Isco tiene mucha calidad, es un talento”, confesó Ancelotti encantado con el rendimiento del delantero argentino. A esto se une, aunque el italiano lo obvió, que Özil se olió el lío y se quiso ir y Di María no. Pero en ese pensamiento en voz alta del italiano se detecta que Isco tiene prioridad a Di María si a éste no lo alinea en la banda derecha, por lo que el abanico de posibilidades de coincidir con Bale en el campo son prácticamente nulas.

Bale es el verdugo efectivo de Di María en el once titular. Ante el Sevilla fue así. El 4-3-3 con Isco encajado en el centro del campo deja al argentino sin opciones. Su mentalidad empezará a ser de suplente a la fuerza y no como ha sucedido en los últimos tres años con Mourinho en el banquillo o hasta el multimillonario fichaje del galés. Di María va a pagar con suplencia su deseo de quedarse en el Real Madrid, a pesar de que tendrá oportunidades y minutos para ser el parche en momentos determinados, o como revulsivo que salga desde el banquillo cuando las cosas no marchen bien. Su estatus ya no será el mismo desde la confirmación de Bale.