Anoeta se encomienda a Juanmi para soñar con Europa

Francesc Ripoll

El choque tenía aroma a final y lo sabían los 'txuri-urdin', que lograron superar al Betis en el tramo final para empatar a puntos con los verdiblancos y mantener vivo el sueño europeo. Liderados por un Juanmi que tiró del carro con un gol y una asistencia, los donostiarras vuelven a ganar en casa y están a seis puntos de la sexta posición. El Betis dejó escapar una oportunidad de oro para meter miedo.

Sabedores de la importancia del encuentro, ambos equipos le imprimieron un ritmo frenético al partido desde el primer minuto. Sorprendió Setién con defensa de 4, jugando Sidnei de lateral izquierdo. Se veían aproximaciones a las dos áreas con una pizca más de peligro a favor de los verdiblancos, pero fueron los donostiarras los que golpearon primero. En un saque de esquina botado por Oyarzabal, emergió Juanmi para rematar, totalmente solo, un balón que pese a ir muy flojo nadie logró evitar que terminara en el fondo de las mallas.

El tanto espoleó a los 'txuri-urdin', que con mucha más verticalidad que los de Setién, hacían trabajar a Pau López tras dos trallazos del ya recuperado William José. La posesión del Betis era muy estéril, sin dar apenas sensación de peligro, que terminó llegando poco antes del descanso por mediación de Canales y Loren.

Dejó destellos de electricidad Cristian Tello, de vuelta a su posición natural. Le dio ese 'plus' que necesitaba a los verdiblancos tras el receso, y de hecho, de sus botas nació el gol del empate. Desbordó por la banda izquierda y le cedió el cuero a Canales, que volvía a pisar su antigua casa, para que igualara la contienda. No lo celebró.

El tanto rompió el choque por completo. Con el luminoso señalando un empate que nadie daba por bueno, se olvidaron del medio campo y las ocasiones se sucedieron. Juanpi y William José fallaron incomprensiblemente sus disparos cuando Anoeta ya festejaba. Rulli tuvo que aparecer para rechazar un tiro de Loren a bocajarro y Muñoz casi se marca en propia. 

El gol estaba al caer. Y llegó para el bando local. Recuperó Theo Hernández, Juanmi la puso con música y Oyarzabal, que se estiró para golpear con el alma, desataba la locura. La lucha por Europa está al rojo vivo.