Agridulce reparto de puntos en el derbi de Mendizorroza

Empate a nada en el derbi vasco

 Alavés y Athletic rascaron un punto de un partido con poco fútbol / LALIGA

X. Serrano

Empate agridulce en Mendizorroza. El Athletic necesitaba ganar para salir del descenso y el Alavés hacer lo propio para ascender hasta la quinta plaza, pero ninguno de los dos equipos logró imponer su voluntad en un derbi muy trabado y con pocas llegadas. 

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Liga Santander

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Alineaciones
Deportivo Alavés
Pacheco; Ximo Navarro, Laguardia, Maripán, Duarte; Ibai (Borja Bastón, 73'), Manu, Pina, Jony (Burgui, 85'); Calleri y Guidetti (Sobrino, 46').
Athletic Club
Iago Herrerín; Capa, Iñigo Martínez, Yeray, Yuri Berchiche; Beñat, Dani García; Susaeta, Raúl García, Córdoba (Muniain, 63'); y Aduriz (Williams, 67').

Aunque puestos a elegir, el resultado supo mejor al conjunto vizcaíno. Gaizka Garitano sigue sin conocer la derrota en su tercer partido como león. Y lo que es mejor, aún no ha concedido ningún gol. 

Máxima igualdad

El derbi amaneció parejo y lleno de imprecisiones, muy trabado por las constantes interrupciones. Con el avance del crono, el Alavés asumió la iniciativa ofensiva, aunque sin perturbar a un Athletic muy bien armado atrás. De hecho, los ‘leones’ gozaron de la primera ocasión del encuentro en un derechazo de Raúl García que Pacheco atajó en dos tiempos. 

El acercamiento envalentonó a los rojiblancos, que adelantaron líneas y pasaron a dominar el choque en campo rival. A base de garra, el cuadro vizcaíno ganaba la batalla en la medular, anulando la creación babazorra, y salía con velocidad por las bandas. En vísperas del intermedio,  Aduriz estuvo a punto de coronar el arreón del Athletic con una volea que lamió el poste.  

Se serenaron los albiazules tras el paso por vestuarios, dispuestos a estirarse y retomar el pulso al choque. No obstante, una rápida contra que Córdoba finalizó contra la manopla salvadora de Pacheco volvió a poner a los de Abelardo en estado de alerta. Y de nuevo, el partido se empantanó: posesiones cortas, muchas faltas, balonazos aéreos y pocas llegadas.

Ante la igualdad imperante, ambos técnicos inyectaron savia nueva en ataque, pero ni la dupla Muniain-Williams ni el tándem Bastón-Sobrino alteraron el ritmo del partido. La última fue para Calleri, que disparó muy cruzado.