Dos días de relajación y otra vez montaña

Tras la empinada llegada a Valdepeñas de Jaén llega la hora de las escapadas

Córdoba y Villanueva de la Serena, dos etapas de transición antes de las emociones fuertes

Valdepeñas de Jaén, meta del miércoles

Valdepeñas de Jaén, meta del miércoles

Sergi López-Egea

Sergi López-Egea

La Vuelta entra hoy y mañana en una fase de previsible escapada tras la intensidad de estos últimos días salvo la jornada de descanso. Dos días donde las fugas pueden tener protagonismo, tanto en Córdoba, en la última etapa andaluza, como en Villanueva de la Serena, que acoge la primera de las dos etapas por territorios de Extremadura.

Suelen ser días que los líderes de las grandes rondas de tres etapas, léase Vuelta, Tour o Giro, se toman con cierta relajación, aunque siempre atentos y sin perder la concentración que, en ocasiones, son una invitación al despiste y a una caída. 

Y si en la escapada nuestra de cada día no se cuela ningún corredor que pueda resultar peligroso para los intereses de la clasificación general, entonces se deja partir a la fuga para rodar en el pelotón sin la tensión de los días claves, con todos los que tienen planteado un objetivo concreto (defender el liderato, atacar al jersey rojo, conservar una plaza en el ‘top ten’ de la carrera) rodando en las primeras posiciones.

Físicamente es imposible mantener la tensión y estar pendiente de liarla en las 21 etapas; nadie lo aguantaría, ni siquiera en los que fueron tiempos oscuros, con este deporte circulando por la oscuridad del túnel del dopaje, donde ya hace un tiempo parece que se ha encontrado la salida.

En la época de Lance Armstrong llegaron al Tour periodistas de diversos puntos de Estados Unidos, incluido Texas, el estado natal del corredor estadounidense. En su desconocimiento del ciclismo preguntaban que cómo era posible que Armstrong, siendo el mejor, no ganase todas las etapas, o también cómo era que se diera el mismo tiempo al primero y al último del pelotón cuando pasaban varios segundos a la hora de cruzar la línea de meta.

El sábado ya será diferente porque ese día regresa la montaña con una llegada en altitud bastante complicada, en la inédita subida al Pico Villuercas, por las alturas de la turística localidad extremeña de Guadalupe.