300 días y 300 noches para que empiece el Tour

Las fiestas de cumpleaños, las bodas, las vacaciones, los fines de semana apasionantes, todo tiene su fin. La Vuelta, también, y como sucede tantas veces, sólo se recordarán los momentos vividos con emoción y se olvidarán los embotellamientos en la montaña y los desplazamientos en coche que, siempre, se hacen interminables.

Se recordará la gota gorda de sudor en una Andalucía que no tuvo misericordia de los ciclistas, pese a la belleza de la tierra. Pero, claro está, 40 grados se soportan en la piscina o en la playa, pero no rodando en bici a las 5 de la tarde con un sol de justicia y sin una sombra en la carretera.

El agua se evaporaba

Explicaba un ciclista que hasta se les evaporaba el agua de los botellines. Y no es por una cuestión de cambio climático, que desgraciadamente es una evidencia, aunque algunos lo quieran negar. No es así. En Córdoba o en Sevilla un 20 de agosto, de toda la vida, hace un calor de mil demonios.

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La Vuelta tiene que ir a Andalucía. Por supuesto. Ya ha pasado suficientes penurias esa tierra como para que quede excluida de la fiesta del ciclismo. Pero, seguramente, en un futuro será mejor iniciar la prueba en el norte y acabarla en el sur.

De Andalucía se fue a Galicia y del calor extremo se pasó a un frío casi más propio de invierno que de otoño. El verano comenzó a desaparecer cuando se llegó a Vigo y quedó como un vago recuerdo con la lluvia asturiana. Ni rastro de lo que había sucedido en Andalucía, como correr en dos ambientes diferentes; de agotarse el hielo, de dormir con el aire acondicionado a tope, a tener que buscar la manta en el armario de la habitación de hotel.

Cataluña, en la agenda de 2025

Al menos, el año que viene será distinto, porque la Vuelta, que comenzará en el extranjero, viajará a Cataluña. Todavía es pronto para definir cómo será el ambiente catalán de la carrera. De lo poco que hasta ahora se ha podido averiguar es que habrá montaña en tierras catalanas pero que no se visitará Pradell, el tesoro descubierto este año por la Volta, porque la carrera española quiere que sea la ronda catalana la que siga magnificando esta montaña de la comarca del Berguedà y que se reserve la visita de la Vuelta en un futuro no muy lejano.

En esta edición, Cataluña ha quedado excluida de la Vuelta porque enlazar territorios, a veces, es complicado. Recuérdese que en 2023 se partió de Barcelona, aunque, la verdad, el tiempo no acompañó mucho. Parece que sólo llueva en tierras catalanas cuando los ciclistas profesionales entran en acción.

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Acaba la Vuelta, esta carrera que casi se proyecta como un enlace del Tour, muchas veces sin tiempo para hacer y deshacer maletas. Termina la Vuelta, pero ya es hora de empezar a contar los días que faltan para que se inicie en Lille la próxima ronda francesa. Desde este domingo y hasta el sábado, 5 de julio de 2025, 300 días y 300 noches. La primera de ellas servirá para que este Tourmalet se vaya de vacaciones.

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