JUEGOS PARALÍMPICOS

"Silencio, empieza el golbol"; Así es el deporte paralímpico que ha cautivado París

El Arena 6 de París presenta jornada tras jornada un ambiente espectacular para disfrutar de uno de los deportes más desconocidos en los Juego Paralímpicos

El golbol ha conquistado París

El golbol ha conquistado París / EFE

Albert Briva

Albert Briva

Silencio sepulcral. Ni un murmuro se oye en las gradas del Arena 6 de París. Los jugadores de Estados Unidos y Francia están listos para empezar. Se hace extraño no oír el clásico "allez le bleus" que llena los estadios cada vez que uno de los deportistas locales entra en escena.

El patriotismo francés no deja un deporte sin un ambiente de bandera, pero aquí la necesidad requiere todo lo contrario. Eso sí, cuando Francia anota, todo cambia. En un instante, esta disciplina paralímpica pasa del silencio monástico a una furia eléctrica y ruidosa, antes de que una vez más todo lo que podamos escuchar sean susurros.

Se trata del golbol, el deporte paralímpico que ha cautivado en París. En una pista de las dimensiones de las de voleibol y con dos porterías a cada lado de 1,30 m de altura, tres jugadores por equipo con un antifaz en los ojos intentan anotar el máximo de goles.

Se hace el silencio y la selección de Estados Unidos se dispone a hacer el primer lanzamiento. Deben alternarse en los lanzamientos entre los tres participantes. Mientras, en el otro lado, la defensa francesa se tumba en el suelo con el fin de ocupar el máximo espacio y evitar así recibir el primer gol.

El balón entra en la portería, pero el árbitro anula el gol. La gente que todavía no ha asistido a este deporte se mira incrédula. El balón debe botar dos veces antes de llegar al campo contrario. "Es fascinante" se oye desde la grada. La gente aguanta en silencio mientras disfruta de un deporte desconocido hasta el momento.

UN DEPORTE INVENTADO TRAS LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

El golbol fue inventado al final de la Segunda Guerra Mundial como parte de un programa de rehabilitación para veteranos minusválidos de la II Guerra Mundial. En él podían formar parte todos los veteranos ciegos, y así desarrollaban toda su capacidad de concentración y sus cualidades físicas. 

Integrado en el programa de los Juegos desde 1988, el golbol es uno de los pocos deportes paralímpicos que no tiene un equivalente olímpico. Por eso el gran público no está familiarizado con él, cuya aparición en Francia en 2016 es reciente.

El jugador de la selección francesa de golbol se dispone a lanzar el balón

El jugador de la selección francesa de golbol se dispone a lanzar el balón / EFE

La selección local está invitada, pero pese a ello nadie pierde la fe en conseguir una victoria. En un ambiente festivo que llena las 5.000 localidades del pabellón, Francia busca su primera victoria tras dos derrotas en los primeros dos días.

Lo tiene cerca. A falta de pocos segundos cae por tan solo un gol y tiene la última acción de lanzamiento. El balón rueda sobre el parquet y todo el mundo oye el ruido del cascabel que orienta a los jugadores. Tras botar hasta en dos ocasiones, rueda por el suelo, hasta que se topa con el jugador americano.

No ha podido ser. La gente llena de nuevo de un ruido ensordecedor el Arena 6. "Es fascinante" se oye. Todos en pie para ovacionar a los jugadores que responden saludando al respetable.

“Este aliento que nos rodea, es como si ya no tuviéramos la venda sobre los ojos” explica uno de los integrantes del equipo francés en la televisión tras el partido. El golbol ha despertado el interés y la emoción entre la gente que abarrota jornada tras jornada las gradas mientras canta y celebra los goles de los suyos.

Un ruido generalizado en todo París que se apaga de golpe cuando se oye el anuncio cada vez más esperado: "Silencio por favor, empieza el golbol".