Sarai Gascón: "Hay gente con discapacidad que si nos ve se puede empoderar y empezar a practicar deporte"

La nadadora de Terrassa, medallista paralímpica, ansía el oro que se le resiste en los Juegos Paralímpicos de París

La nadadora Sarai Gascón, en el CAR de Sant Cugat

La nadadora Sarai Gascón, en el CAR de Sant Cugat / Marc Asensio

Jordi Grífol

Sarai Gascón (Terrassa, 1992) ha aprendido a disfrutar del proceso. Nació sin mano ni antebrazo izquierdo, pero a los 3 años la llevaron a una piscina y ya no salió de ella. Ganadora de ocho medallas paralímpicas y un sinfín de metales mundiales y europeos, Gascón buscará en los Juegos Paralímpicos de París - del 28 de agosto al 8 de septiembre - el oro paralímpico que se le resiste. Llegó a obsesionarse con ese oro; no saboreaba las medallas que conseguía. Ahora, consciente de que a sus 31 años no le queda demasiada carrera deportiva, valora cada momento vivido en la piscina.

En París, los deportistas olímpicos y paralímpicos españoles recibirán las mismas cantidades económicas en premios. ¿Qué significa eso para usted?

Es un reconocimiento. Los deportistas, olímpicos o paralímpicos, merecemos el mismo premio, ya que el esfuerzo durante todo el ciclo, los entrenamientos y la competición, tanto para unos como otros, requiere de mucho esfuerzo y sacrificio. Es complicado y duro y esto es la recompensa.

¿Cuáles son los siguientes pasos para el deporte paralímpico?

Es muy importante que los medios nos den visibilidad. Hay mucha gente que tiene una discapacidad y piensa que no puede practicar deporte, que no será tan hábil o que no será aceptado. Si ven que hay personas que llegan a la élite o que simplemente practican deporte, se pueden empoderar y empezar a practicar deporte, y por eso es muy importante la repercusión, ya no solo de los Juegos Paralímpicos, sino de todas las competiciones y niveles.

Nació sin antebrazo izquierdo, pero con 3 años ya nadaba.

Con tres años mis padres me apuntaron a natación, y me enganchó mucho, me gustaba mucho nadar y estar en el agua, me sentía muy capaz. En los cursillos de natación me ponían en grupos con gente mayor que yo porque era más rápida y ágil que las chicas de mi edad. Esto me ayudó. Aunque me falte una mano, deportivamente y en todos los ámbitos puedo ser igual de capaz que los demás.

Se tenía que esforzar más que los demás.

Me he tenido que esforzar más para ir a los ritmos de entrenamiento con mis compañeros sin discapacidad, pero nunca me he sentido diferente porque me falte una mano. Siempre he pensado que esto es un plus para mí, que me ha hecho superarme. Me he demostrado a mi misma que todas las barreras las podemos superar si tenemos ganas e ilusión. También me he sentido muy apoyada por mis compañeros, no me he sentido nunca discriminada por ellos, todo lo contrario, siempre he sido un ejemplo para ellos y esto como persona es muy gratificante.

Aunque me falte una mano, deportivamente y en todos los ámbitos puedo ser igual de capaz que los demás.

Le da mucha importancia a haber entrenador con gente sin discapacidad.  

Eso te hace superarte. Está claro que lo tengo más complicado para nadar que una persona con las dos manos, pero el hecho de nadar desde muy pequeña al ritmo de gente que no tiene discapacidad me ha dado un nivel un poco más alto a la hora de competir con personas que sí tienen alguna discapacidad parecida a la mía. Siempre he competido con gente sin discapacidad y con discapacidad, a la vez.

¿Ha notado prejuicios por parte de la sociedad?

Yo siempre he tenido mi discapacidad muy normalizada. Mis padres siempre me han inculcado que por tener una discapacidad no soy menos que nadie, y siempre me he sentido muy integrada tanto en la escuela como en la piscina. Mi discapacidad era una cosa positiva, porque aunque me faltara una mano veían que era una más y que no me importaba hablar de mi discapacidad. Es cierto que es muy diferente de una persona que pueda haber tenido un accidente. Al ser de nacimiento, esta es mi realidad. Me gusta ser así, me siento muy a gusto con como soy y no lo cambiaría.

Ha ganado muchas medallas, pero le falta el oro paralímpico que luchará en París. ¿Ese oro es algo que le inquiete?

La verdad es que no. Sí que es cierto que cuando participé en Río 2016, en mis terceros Juegos Paralímpicos, me obsesioné un poco con los resultados. Estaba en el momento más importante de mi carrera, muy bien físicamente. Quería el oro y conseguí tres medallas de plata, a centésimas y a una décima del oro. Fue un año bonito, pero también muy duro psicológicamente, me replanteé si quería seguir o no. Ahora, creo que merezco disfrutar del deporte, porque a veces parece que el deporte de élite solo es rendimiento, pero también debemos disfrutar. El oro en París sería mi sueño hecho realidad, si consigo medallas seré la más feliz del mundo y si no, pues volveré enfadada conmigo misma pero sabiendo que es parte de la competición.

En los cursillos de natación me ponían en grupos con gente mayor que yo porque era más rápida y ágil que las chicas de mi edad

Las obsesiones pueden ser contraproducentes. ¿Lo eran para usted?

En ese momento no fue malo porque fue el año donde obtuve mejores resultados deportivos; fue redondo en cuanto a marcas y medallas. Pero ganaba las medallas y no salía contenta. Mis peores temporadas a nivel mental era cuando estaba rindiendo mejor, pero tenía mucha presión, lloraba y era infeliz, lo pasaba mal en algunas competiciones. Ahora, como no me queda mucha carrera deportiva, estoy intentando disfrutar del proceso, de cada entrenamiento.

Ganar o perder en natación va de centésimas.

Tenemos que estar en el mejor estado de forma posible en un día y una hora concreta, te lo juegas todo en un minuto. Como puedes ganar o perder por centésimas, esto también es una presión que nos autoimponemos y es complicado gestionarlo y por eso a veces pasamos épocas malas. Pero también lo hacemos porque nos gusta y porque muchas veces tenemos la recompensa de las medallas. Es algo muy bonito poder compartir todas las emociones que vivimos junto a los compañeros que conocemos gracias al deporte.