JUEGOS PARALÍMPICOS

Dani Molina se catapulta en París como el Rey Midas del triatlón

El español se colgó el oro en la categoría SPT3

Dani Molina, oro en el triatlón de los Juegos Paralímpicos

Dani Molina, oro en el triatlón de los Juegos Paralímpicos / Agencias

Albert Briva

Albert Briva

Daniel Molina. 49 años. No conoce otra medalla que no sea de oro. Tras conquistar hasta en cinco ocasiones el título mundial y otras seis el de Europa, este lunes consiguió el oro con el que tanto soñaba, el de los Juegos Paralímpicos.

Fue incontestable. Tras acabar tercero los 20 kilómetros de bici, arrancó a correr y dejó atrás en un visto y no visto a Max Gelhaar y a Nico van der Burgt, que tuvieron que resignarse con la plata y el bronce respectivamente ante la superioridad imponente que marcó Dani en los últimos cinco kilómetros de la prueba.

"Sabía que lo iba a conseguir. Llegué a París con una misión y convencido de mí mismo" relataba emocionado con lágrimas en los ojos en la zona mixta pocos minutos después de cruzar la meta sobre el río Sena.

Lo soñó toda una vida desde aquel fatídico 28 de mayo de 1997, cuando un coche se saltó un ceda y se lo llevó por delante cuando conducía su moto. Perdió su pierna derecha, pero como ha relatado en muchas ocasiones, aquello le cambió la vida a mejor. Nunca ha mirado atrás y siempre ha creído en la nueva oportunidad que le abrió la vida tras 14 operaciones y dos años de auténtico infierno.

Empezó a nadar, luego a correr y por último aprendió a ir en bicicleta con una sola pierna. Un proceso lento en el que llegó a competir en los Juegos de Atenas 2004 en natación y en el cual se fue superando una y otra vez a sí mismo.

Círculo completado

En 2017 empezó su reinado en las series mundiales consiguiendo un título en Yokohama que nunca ha dejado ir de sus manos por muchos intentos que haya tenido que defender. Pese a ello, los Juegos siempre se le habían resistido. Las decepciones parecían repetirse solo cada cuatro años y ni en Río, ni en Tokio, fue capaz de conseguir billete. Para París, fue distinto.

"Hemos pasado bien, hemos pasado mal y hemos pasado muy mal, hemos tenido épocas muy duras donde veíamos como otros deportistas llegaban a los Juegos y nosotros nos quedábamos en casa y eso como deportista son momentos duros, pero yo sabía que cuando llegaría mi momento, que cuando me dejaran competir, sería campeón olímpico". Así de claro lo tenía. Ni las condiciones del río, ni el aplazamiento de la prueba, ni mucho menos sus rivales le hicieron dudar en ningún momento.

El triatleta español Daniel Molina durante la prueba de triatlón de los Juegos Paralímpicos de París 2024, disputada este lunes en la capital francesa.

El triatleta español Daniel Molina durante la prueba de triatlón de los Juegos Paralímpicos de París 2024, disputada este lunes en la capital francesa. / EFE/Javier Etxezarreta

"El que ha estado detrás de mí mucho tiempo sabe por lo que he pasado y para mí esto es algo único. Era lo único que faltaba para ganar. Ya lo hemos ganado todo, ya puedo decir que he ganado todo lo que se puede ganar en el triatlón" aseguraba sobre una prueba que, al igual que en los Juegos Olímpicos, tuvo que ser suspendida por el estado del agua del río Sena.

"No es tan duro. Yo estoy acostumbrado a nadar en cualquier sitio, en una charca, en un río, en un lago, en un pantano, en el mar, y para mí el agua es agua, y es agua en cualquier lado. Y si eres un buen nadador, y es lo que me decía mi entrenador, tú eres un buen nadador y para ti el agua va a ser un trámite" relataba con una sonrisa de oreja a oreja.

Dani ya tiene por fin su ansiado oro, el cuarto de España en estos Juegos Paralímpicos de París, y pese a que todavía no sabe donde lo va a colgar, "supongo que con la bici, con un mono y pegado a la pared, creo que es algo que hay que guardar muy bien y que todo el mundo lo vea cuando venga a casa", el español ya puede decir que por fin ha cerrado el círculo. Campeón de Europa, del Mundo y ahora, ya sí, paralímpico.