El waterpolo femenino español sueña con su tercera medalla olímpica

El waterpolo femenino llega a París en un momento dulce. La combinación entre veteranas y jóvenes talentos de la nueva generación hacen soñar con una posible medalla olímpica para España en estos Juegos

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Rueda de prensa del equipo olímpico español de waterpolo femenino

Rueda de prensa del equipo olímpico español de waterpolo femenino

EFE

Ganadora de los tres últimos oros olímpicos (Londres, Río y Tokio), la selección femenina estadounidense es la máxima favorita para seguir haciendo historia en el torneo femenino de waterpolo, en el que España parte en el grupo de señaladas para sumar su tercera medalla olímpica.

Pero no hay que adelantar acontecimientos. España es un conjunto que se ha reconstruido y cuenta con jugadores de diferentes generaciones, perfiles y equipos, que pueden ofrecer soluciones ante situaciones complejas.

El gran momento del waterpolo femenino español se mide con la Champions conquistada por el Sabadell, que es con cinco jugadoras (Judith Forca, Laura Ester, Maica García, Beatriz Ortiz y Paula Leitón) mayoría en el equipo; la Copa de la Reina que se llevó el Sant Andreu, que aporta cuatro jugadoras (Martina Terré, Paula Crespí, Nona Pérez y Elena Ruiz); la Liga que fue a parar a Mataró, que aporta a Anni Espar; y las tres jugadoras del Terrassa (Isabel Piralkova, Pili Peña y Paula Camus), que fue equipo de Champions.

La mezcla entre las más veteranas del equipo (Maica Garcñia, Laura Ester, Anni Espar, Pili Peña) y la joven generación (Martina Terré, Palau Crespí, Isabel Piralkova, Elena Ruiz o Paula Camus) ofrece multitud de combinaciones a Miki Oca.

La clave para el éxito estará en lo técnico y en lo físico, pero en el caso de España, seguramente en lo mental, porque el equipo estadounidense, que entrena el mítico Adam Krikorian, parece cada vez más mortal para buena parte de la nobleza mundial del waterpolo femenino menos para España.

Curiosamente, el equipo de Miki Oca está al nivel de las mejores, sin contar a las estadounidenses, que una vez tras otra se imponen, a veces de manera muy dolorosa, como en la última final olímpica, resuelta en un 'pim pam pum' por las de Krikorian (14-5).

Y por eso, el trabajo mental del equipo español es determinante. Desde hace un tiempo, la selección, al margen del trabajo físico (con Ángel Andreo) y técnico (Miki Oca y Jordi Valls) habitual, trabaja con un 'coach' mental: Richi Serres para tener un plus en este aspecto.

Y es que tras perder en semifinales ante Estados Unidos en el pasado Mundial, Oca admitió a EFE que "cuando pierdes recurrentemente" contra un equipo, como le ocurre a España ante Estados Unidos, "hasta que no das el paso de ganarles, siempre hay una barrera mental que hay que romper".

Y en eso están. El balance de España ante el equipo estadounidense en los últimos años es de dos victorias en once partidos. Las estadounidenses han ganado ocho, entre ellas dos finales de Mundial y una olímpica. La última victoria de España data de 2013.

Pero el camino será complicado. En el torneo olímpico femenino participan diez equipos, divididos en dos grupos de cinco. Los cuatro primeros pasan a los cuartos de final.

España (actual subcampeona olímpica y europea; bronce en el último Mundial) está encuadrada en el grupo B, con tres rivales de máximo nivel: Estados Unidos (campeona olímpica y Mundial), Grecia e Italia; y uno inferior: la anfitriona Francia, que es contra la que abrirá el fuego.

En el otro grupo se encuentran Países Bajos (campeona europea) y Hungría (subcampeona mundial) como principales favoritas, por delante de Australia. Canadá y China están a otro nivel.

Los partidos de la fase preliminar se jugarán en el Centro Acuático y España jugará consecutivamente ante Francia, Estados Unidos, Grecia e Italia.