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El trono olímpico de la 'Guerrera', en juego con Ana Peleteiro en liza

La grave lesión de la venezolana y azulgrana Yulimar Rojas coronará en París a una nueva campeona olímpica de triple salto

Yulimar Rojas, tras su agónico oro en los Mundiales de Budapest

Yulimar Rojas, tras su agónico oro en los Mundiales de Budapest / EFE

David Rubio

David Rubio

Yulimar Rojas es al triple salto como Usain Bolt a la velocidad o Armand Duplantis a la pértiga, atletas avanzados a su tiempo que han elevado el récord mundial a registros que permanecerán vigentes todavía durante muchos años salvo que la primera o el tercero los superen.

Con 1,93 metros y una altura de caderas propia de alguien que supera los dos metros, la venezolana ha vivido en cuestión de meses las dos caras del deporte y ahora lucha para salir adelante de la más triste.

La 'recordwoman' mundial con unos estelares 15,74 metros, vigente campeona olímpica y cuádruple oro mundial más otros tres bajo techo vivió el pasado verano una situación límite en los Mundiales de Budapest. Tras acceder a la final con 14,59, pasó a la mejora octava por su mejor segundo salto (el primero fue de 14,33 y dejó fuera a la estadounidense Orji).

La 'Guerrera' hizo dos nulos e inició la última ronda octava. Tensión en el National Athletics Centre de Budapest que rompió ella misma pidiendo palmas tras una charla con su entrenador Iván Pedroso. ¡15,08! Tuvo que esperar a que saltasen sus otras siete rivales, pero nadie pudo con ella.

Una vez superada esa situación tan inusual para la atleta del FC Barcelona, el objetivo de revalidar el oro olímpico ya aparecía en el horizonte (en 2016 fue plata tras la colombiana Catherine Ibargüen), pero el pasado 10 de abril se anunció que una grave lesión en el tendón de Aquiles izquierdo la dejaría sin Juegos.

"Mi corazón está roto", dijo en la cama del hospital. Una vez secadas las lágrimas, Yulimar Rojas recuperó la sonrisa y se puso manos a la obra alejada de los focos en el CAR de Sant Cugat. Salvo una reciente aparición institucional junto al presidente venezolano Nicolás Maduro, su día a día ha sido ponerse en las manos del 'genio' Miquel Àngel Cos y trabajar mucho.

La pasada semana aseguró a SPORT que la recuperación va por muy buen camino e incluso ya ha empezado a trotar en una cinta especial. Todo ello con una sonrisa, con una vitalidad y con una naturalidad que le han servido para ganarse el cariño y la admiración del deporte universal.

La 'Reina del Caribe' tiene previsto desplazarse a París y posiblemente vivirá en vivo cómo su corona olímpica cambia de dueña con su compañera de entrenamientos y vigente campeona continental al aire libre Ana Peleteiro como una de las candidatas. "Necesité ayuda psicológica por la lesión de 'Yuli'", explicó meses atrás la gallega.

"Ahora la situación es diferente y el oro es posible, ya quiero luchar por el oro", ha reiterado la 'mamá' de Lúa. No lo tendrá nada fácil y para ello necesitará recuperar el brío en el segundo salto como en los Europeos y no como en sus últimas apariciones.

El debate por el trono del triple será uno de los platos fuertes en el Stade de France con las jamaicanas Shanieka Ricketts y Ackelia Smith, la cubana Leyanis Pérez Hernández y Thea Lafond (Dominica) como grandes rivales sin olvidar a Bekh-Romanchuk (vigente subcampeona universal) o a la emergente Tugba Danismaz.