Pedri, final agridulce a la temporada que le cambió la vida

El tinerfeño cierra una temporada de 329 días y 73 partidos con una medalla de plata

Pedri ha pasado de ser la revelación de Las Palmas a ser la estrella del Barça post-Messi

Pedri, el adolescente incombustible

Pedri, el adolescente incombustible / PERFORM

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Una temporada de 329 días. Un maratón que empezó el 12 de septiembre de 2020 en un Barça-Nàstic y termina hoy con sabor agridulce. El curso que le cambió la vida a Pedri -ha pasado de semidesconocido a abanderar el Barça post-Messi- terminó con sabor agridulce.

En su partido número 73 esta temporada, Pedri vivió una jornada triste. El cierre a una campaña de ensueño fue un golpe de realidad, porque en el deporte son minoría los que se cuelgan la medalla de oro.

El tinerfeño, el jugador que más minutos ha disputado esta temporada, se va de Tokio con la medalla de plata tras caer ante Brasil. Y lo hace después de un campeonato en el que ha tenido momentos de brillantez, pero sin la frescura que mostró en la Eurocopa. Verlo en la enésima prórroga, con la humedad extrema de Yokohama, fue un sufrimiento para el barcelonismo y carne de memes en las redes.

La actitud de Pedri fue el de toda la temporada, el mismo jugador esforzado, pero sin ese punta de frescura que marcó diferencia con la camiseta azulgrana. En una selección más plana que la de la de Luis Enrique, Pedri ha tenido más dificultades para marcar diferencias entre líneas. Ante Brasil le costó tener un impacto en el partido al igual que sus compañeros. El conjunto brasileño mostró más contundencia en las áreas, pero se fue haciendo pequeño en la segunda mitad.

Tanto reculó que acabó viendo como España le empataba con una maravilla de Oyarzabal, uno de los grandes protagonistas de este selección y de este verano. El jugador de la Real se ha reivindicado como un futbolista diferencial con una relación especial con el gol.

También Pedri fue asumiendo más peso en el partido en la segunda mitad. El tinerfeño fue uno de los grandes filtradores del juego de España, que fue más agresiva tras el descanso y con el marcador en contra. La presencia de Soler dio más dinamismo al centro del campo y Bryan Gil fue un fastidio para Alves, que sufrió con la efervescencia del extremo.

Pedri se centró más en construir el juego que en la fase final de la jugada. Un rol que ha ido haciendo todo el torneo, algo lejos del área, y muy presente en la posesión. No faltó en la prórroga donde trató de ser más vertical sin suerte. Malcom, un viejo conocido del barcelonismo, decidió en la recta final con una jugada decisiva.

El tinerfeño se despedirá de sus primeros Juegos con una medalla de plata y una consagración meteórica. El chico que fue la revelación de Las Palmas es ahora el proyecto al que se aferra el culé para seguir creyendo. Lo sabe Messi, que tardó muy poco en detectar su talento la temporada pasada. Cuando más desencantado estaba, encontró en Pedri un motivo para volver a disfrutar del fútbol.

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