JJOO

París se prepara para brillar (de nuevo) con los Juegos Paralímpicos

El ministerio del Interior ha desplegado a 25.000 policías y gendarmes por toda la capital para garantizar la seguridad del evento. 

Todo listo en París para el arranque de los Juegos Paralímpicos

Agencia ATLAS / Foto: EP

Leticia Fuentes

Leticia Fuentes

¿Volverá a repetirse el fervor de los Juegos Olímpicos en los Paralímpicos? Es la pregunta que se hacen autoridades, ciudadanos y prensa nacional e internacional. Los Juegos Paralímpicos coinciden con la vuelta de las vacaciones de los parisinos, algo que puede convertirse en toda una fiesta de unión o en un completo caos. 

“Muchos parisinos se fueron de París durante los Juegos Olímpicos y probablemente estén pensando que se perdieron una fiesta. Pero quiero decirles que la fiesta aún no ha terminado: quedan los Juegos Paralímpicos. Y estoy convencido de que experimentaremos las mismas sensaciones que durante los Juegos Olímpicos”, afirmó para Le Monde Andrew Parsons, presidente del Comité Paralímpico Internacional. 

25.000 policías

Para esta segunda parte de los Juegos se esperan cuatro millones de visitantes, en su mayoría turismo nacional, 4.400 para-atletas, y un plan de seguridad a la altura del evento. Francia no se la quiere jugar, y aunque el número de visitantes sea menor que en los anteriores olímpicos, el ministerio del Interior ha desplegado a 25.000 policías y gendarmes por toda la capital para garantizar la seguridad del evento. 

Respecto a las infraestructuras y a la organización, de las 25 sedes olímpicas, los Paralímpicos solo conservarán 16, mientras que la Villa Olímpica ha sido remodelada para adaptarse a las necesidades de los deportistas. 

El Estadio de Francia y su pista violeta volverán a acoger durante nueve días importantes competiciones de atletismo, salto o lanzamiento de peso. Además, el río Sena volverá a ser el escenario de distintas pruebas olímpicas, como el para-triatlón. 

Una ceremonia al aire libre y dirigida por Thomas Jolly

Este miércoles  28 de agosto, a partir de las 20h, todas las miradas estarán puestas en la Plaza de la Concordia, donde tendrá lugar la ceremonia de apertura de los Juegos Paralímpicos dirigida por el francés, Thomas Jolly, y coreografiada por el sueco, Alexander Ekman. 

Para esta ceremonia, de nuevo inspirada en Francia, 150 bailarines, una veintena de ellos con discapacidad, actuarán en la histórica plaza de la Concordia frente a 65.000 asistentes. Como en las anteriores, por el momento, se mantiene en secreto los artistas que participarán en el espectáculo, aunque los directores destacan que los protagonistas serán los para-atletas que desfilarán durante una hora y treinta minutos por la plaza. 

Eso sí, los autores de la ceremonia ya han dejado claro que será al estilo galo con un “repertorio francés como centro de atención”. 

La delegación paralímpica de refugiados será la primera en desfilar en la ceremonia de apertura, y por primera vez, contará con un latinoamericano; el colombiano, Amelio Castro. Debido a las amenazas sufridas en su país, se vio obligado a huir de Colombia, asentándose en Italia donde desarrolló su pasión por la esgrima en silla de ruedas. Aunque el espectáculo empezará horas antes con el último relevo de la llama que lo tomará el actor Jackie Chan. 

París, lejos de ser apta para unos Paralímpicos

No se han dado a conocer muchos detalles sobre la adaptación de la ciudad a estos Paralímpicos, más allá de que durante la competición se han instalado sistemas de audiodescripción o plazas en las gradas para personas con discapacidad, además de hacer uso de autocares adaptados para la movilidad de los deportistas y aficionados. 

Sin embargo, para los parisinos, la ciudad está muy lejos de ser una ciudad adaptada para personas con discapacidad: “Para qué ir al gimnasio si en el metro solo hay escaleras”, nos dice Quentin, un vecino del distrito 9 de París, y sentencia: “es raro ver a una persona en silla de ruedas por París, porque es muy difícil moverse. Aceras estrechas, espacios poco accesibles. Sin contar con el transporte público que no está adaptado”. 

Algunos se esperaban que los paralímpicos fueran una buena excusa para adaptar mejor la capital parisina, pero como afirma esta joven estudiante Jana: “no creo que haya cambiado mucho la ciudad con la llegada de los paralímpicos”.