Duro correctivo a los Hispanos de la 'tercera potencia'

La selección española masculina de balonmano sufrió ante Suecia (29-26) su primera derrota en los Juegos después de un partido en el que tan solo se encontró cómoda cuando caía por 27-20 en la recta final del choque.

El equipo le echó vergüenza torera y consiguió perder por la menor diferencia posible (-3) para equilibrar su goal-average general tras ganar por tres goles a Eslovenia. El ataque no está al nivel de la defensa ni de Pérez de Vargas. Al menos, la Japón de Carlos Ortega debería permitir realizar ajustes en el próximo partido.

El primer tiempo se pareció bastante al del debut frente a Eslovenia. El equipo de Jordi Ribera defendió bien en la primera parte con un notable Rodrigo Corrales pero por debajo del nivel de Gonzalo ante Eslovenia. Sin embargo, en ataque no salían las cosas, ya fuese por las pérdidas o por el buen trabajo de Tobias Thulin en la portería.

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El choque empezó parejo, con continuos empates hasta que Dani Fernández hizo el 6-6 (min. 13:17). A partir de ahí, enorme apagón defensivo con casi 10 minutos sin ver portería y segunda exclusión de Kauldi Odriozola que complicaba las alternativas defensivas para lo que estaba de encuentro.

Karlsson, un sensacional extremo izquierdo, hurgó en la herida española y obligó a Ribera a parar el choque con 11-7 (min. 22:53). Con una madurez a prueba de bombas y con Álex Dujshebaev como gran líder en ataque, las tornas cambiaron y las tablas presidían el electrónico (11-11) al descanso en un repleto Arena Sur 6 tras dos goles seguidos de penalti de Aleix Gómez (había fallado uno antes).

Esa dinámica positiva se vio frenada por el intermedio y cuando tan solo se habían disputado cinco minutos de la reanudación los escandinavos ya habían recuperado el +4 con cuatro paradas seguidas de Thulin... y suerte que Rodrigo Corrales detuvo un penalti (16-12). No tardó en llegar el segundo tiempo de Jordi Ribera.

Había que volver a remar y los Hispanos lo hicieron para volver a acercarse a dos goles tras el tercer penalti anotado por Aleix Gómez (19-17, min. 42:40). Sin embargo, una durísima acción provocó un mal giro a Abel Serdio, quien tuvo que irse al banquillo y, ojo, porque Javi Rodríguez se dañó la cadera contra Eslovenia en una acción similar.

Esa lesión y el buen juego del mejor equipo terrenal de los Juegos si se excluye a Dinamarca y a Francia provocó que el marcador volviese a estirarse hasta la máxima renta del choque tras la decimotercera parada de Thulin (22-17, min. 45:47). Pintaban bastos para la selección española.

La entrada de Gonzalo elevó el nivel en la portería, pero el barco ya hacía aguas por todos los sitios y la derrota abultada era un hecho. El objetivo era no bajar los brazos pensando y pensar en que aquí cada gol cuenta.

Con el 27-20 la tarde olía a desastre y, por contra, España fue España en los últimos cuatro minutos, con continuos robos defensivos de Aleix Gómez y de un Dani Fernández que sigue apuntando a megacrack y que volverá al Barça el verano que viene. Ese 29-26 duele, pero las sensaciones finales fueron buenas.