Baloncesto 3x3 (F)

El baloncesto 3x3 se conforma con una histórica plata que nadie vio venir

España pierde la final contra Alemania (17-16) tras alcanzar las semifinales y eliminar ahí a Estados Unidos contra todo pronóstico

Sergio R. Viñas

Sergio R. Viñas

Las alegrías más inmensas que nos reportan el deporte son aquellas que te asaltan sin que las hayas visto venir. Nadie firmaría que su equipo ganara un partido por goleada si pudiera elegir, sin margen para la sorpresa, hacerlo en el último segundo culminando una remontada. La medalla de plata ganada por España en baloncesto 3x3 femenino este lunes, en el parque de atracciones de los deportes olímpicos del mañana (skateboard, breaking y BMX cohabitan también en el recinto) que ha montado París en su mismo corazón, en La Concorde, corresponde sin duda al género más delicioso de las victorias.

Porque nadie la vio venir, nadie contaba con que Vega Gimeno, Sandra Ygueravide, Gracia Alonso de Armiño y Juana Camilión fueran a alcanzar la final en París 2024. Que la fueran a competir hasta la última décima de segundo, aunque el oro se lo acabara llevando Alemania (17-16). Un desenlace que no empaña el éxito de estas mujeres que se han colgado la quinta plata de la historia del baloncesto español en unos Juegos. El oro tendrá que seguir esperando.

Las ganadoras de la plata en el 3x3

Vega Gimeno, valenciana 33 años, eterna capitana del Casademont Zaragoza, en su último partido como profesional; Sandra Ygueravide, 39 años, también valenciana, jugadora del Uni Girona, una trotamundos del baloncesto español; Gracia Alonso de Armiño, bilbaína 31 años, a nómina del Estudiantes y enfermera a la que le tocó batallar el covid en aquellos tiempos que tan rápido hemos olvidado; y Juana Camilión, mallorquina de 25 años nacida en Mar de la Plata (Argentina), también jugadora del equipo del Ramiro de Maeztu. Todas ellas bajo la batuta de la seleccionadora Anna Junyer, una histórica del baloncesto nacional.

Todas ellas coautoras de una historia absolutamente inverosímil, que arranca en mayo, cuando una canasta de espaldas de Gracia Alonso sobre la bocina otorgó el billete a París para España en el Preolímpico de Hungría. Que siguió con un improbable cuádruple empate en la fase de grupos del que la selección salió victoriosa, lo que le permitió ahorrarse el cruce de cuartos, accediendo directamente a semifinales.

La remontada en la semifinal

Y que siguió, ya este mismo lunes, con una prórroga forzada contra Estados Unidos, después de no haber gozado de una sola ventaja en el marcador en los 12 minutos reglamentarios, después de haber estado cinco puntos por debajo como máxima diferencia. Ganándola después con dos puntos consecutivos de Ygueravide.

El rey Felipe VI se lamenta por la derrota del baloncesto 3x3.

El rey Felipe VI se lamenta por la derrota del baloncesto 3x3. / YOAN VALAT / EFE

Ante el rey Felipe VI, Pau Gasol, Jorge Garbajosa, Dirk Nowitzki y Carmelo Anthony, espectadores de lujo en las primeras filas de la cancha parisina, buscaron con ahínco el que habría sido el primer oro olímpico de la historia del baloncesto español. Dominaron y fueron dominadas, así de dinámico es este deporte que entró en Tokio 2020 en el programa de los Juegos. No pudo ser, pero en el fondo, como indica esa plata, sí fue.

Arrancaron las alemanas con tres puntos seguidos, parcial replicado por unas españolas que en minuto y medio ya fueron víctimas de cuatro faltas. Mala noticia para Alemania con el castigo que implican en esta modalidad, en la que las canastas 'normales' valen un punto y en las faltas de 'bonus' se lanzan dos tiros libres. Lo supieron controlar mientras se encendió España con la dirección de Yguerabide y su conexión con Alonso y aceleraron con un parcial de 3-10 para el 6-10.

Una jugada final de infarto

Jugaban realmente bien las españolas en la abarrotada cancha de La Concorde, castigado con el bloque directo y las continuaciones, compensando así la mayor altura de sus rivales. Un triple (aquí suman dos puntos) de Brunckhorst pareció cortar la racha, pero Camilión contestó con el mismo golpe. Greinacher aceptó el desafío para colocar el 10-12 y arrancar un tramo final de mejor juego alemán.

Alemania se levantó de la lona, gobernó y consiguió dejar a España a 7,8 segundos un punto por debajo. La última posesión fue para las españolas, como en aquel Preolímpico de resultado mágico. Esta vez, sin embargo, la moneda salió cruz y España se tuvo que conformar con una plata que, hace unos días, nadie hubiera imaginado celebrar. Por eso, pese a la derrota en la final, es tan inmensa la alegría.