Juegos Olímpicos París 2024

Antonio Conde: "Tienes que arbitrar a números, no a jugadores"

El árbitro internacional de baloncesto nos cuenta su experiencia como colegiado principal de la final masculina de los Juegos Olímpicos de París

Antonio Conde, en Vista Alegre con la camiseta de la final olímpica.

Antonio Conde, en Vista Alegre con la camiseta de la final olímpica. / Ramón Azañón

Antonio Raya

El árbitro cordobés de 49 años Antonio Conde dirigió la final de baloncesto Francia-Estados Unidos de los Juegos Olímpicos de París. El colegiado ya se encuentra en Córdoba descansando y recordando su experiencia tan única.

-¿Le ha dado tiempo a asimilar todo lo vivido en París?

-Han sido dos intensas semanas de competición, pero más tiempo de trabajo, que ha sumado al final casi un mes. Primero estuvimos en Bruselas preparándonos en el clínic de preparación, más luego un desplazamiento interno. He estado fuera desde el 20 de julio hasta la conclusión de los Juegos Olímpicos. Ahora empiezo un poco a asimilar todo esto y a ver con perspectiva la situación, pero creo que todavía me quedará un poco de tiempo hasta que lo asimile y lo ponga en valor, cuando estás metido en la competición no te da mucho tiempo a asimilarlo, porque además tampoco quieres, porque no quieres que te afecte mucho a tus rutinas diarias, a tu trabajo y tal, porque, claro, estás en una competición. Si no estás metido en lo tuyo, trabajando en serio fuerte y duro, y estás disfrutando nada más que admirando todo lo que hay alrededor, te puede distorsionar un poco tu trabajo. Ahora, ya sí, la perspectiva te permite ver que realmente lo has disfrutado y que ha sido un evento, un hito que quedará marcado para mí en toda mi carrera. Yo creo que es de los eventos más ilusionantes. Es algo a lo que cualquier deportista aspira a llegar y, bueno, lo conseguí.

"Lo que tiene que llegar es tu trabajo y ganas por superarte"

Antonio Conde

— Árbitro

-¿Pensó a lo largo de la competición que le podían designar para la final?

-Tienes que ir al día a día. Tú trabajas para hacerlo mejor cada día, por superarte. Tienes que adaptar algunas cosas en la competición, por el tipo de arbitraje, los compañeros, el trabajo en equipo que tienes que hacer, lo que te demandan, lo que te piden. Entonces tienes que ir asimilándolo un poco todo. Y tienes que ir aplicándolo poco a poco, sin perder tu esencia como árbitro. Luego realmente te das cuenta de que la gente que llega, llega muy preparada, con muchas ganas también. Es algo que, bueno, puede llegar o no, pero lo que tiene que llegar es tu trabajo y tus ganas por superarte y tu profesionalismo durante toda la competición. Que luego lleguen las circunstancias, a lo mejor no depende de ti, porque claro, por ejemplo, si España hubiera estado en semifinales, no habría llegado yo a las finales. Vas quemando etapas, ves que vas progresando y que confían en ti porque vas en todos los partidos de principal, en todas las jornadas arbitraba, incluso en alguna doblé, pues un día arbitré en un grupo y al día siguiente en el otro. Vas trabajando, aunque, evidentemente nunca sabes lo que puede pasar porque claro, también el resto de compañeros están trabajando.

Antonio Conde, en Vista Alegre.

Antonio Conde, en Vista Alegre. / Ramón Azañón

-¿Cómo se enteró de su designación para la final?

-Pues me entero, poco después de que acabaran las semifinales. Nos mandaron un mensaje privado a los tres árbitros y al cuarto para que empezáramos a prepararlo de forma interna en un grupo de Washapp entre nosotros. Preparamos el partido antes de que se hiciera pública la designación, con tiempo suficiente para hacer todos los ajustes necesarios para que el trabajo de equipo fuera bueno, trabajando sobre ello en la preparación física, las comidas, en el scouting de los equipos, en las charlas que hiciéramos, que ayudara a crear una buena atmósfera, para luego trabajar bien en el partido.

-¿Hacen los árbitros escouting de los equipos en los Juegos Olímpicos?

-A ver, la preparación de los Juegos empieza desde que acaban los anteriores. Luego se va reduciendo el grupo de árbitros hasta que quedan unos 40, a cuatro meses de empezar los juegos más o menos. Ya con esos 40 se trabaja de forma intensiva en esos cuatro meses hasta que acaban los Preolímpicos. Tras los Preolímpicos se seleccionan a los 30 que van a los Juegos, quedando los otros 10 en la lista de espera por si alguien falla o tiene algún problema. Luego, estos 30 nos fuimos cerca de Bruselas, a un hotel, y allí estuvimos preparándonos y afinándolo todo, con conceptos ya más específicos, de trabajo de equipo, temas mentales, de comunicación, y protocolos a aplicar en temas de revisiones. También trabajamos el control de las emociones, a trabajar bien distintos puntos que a lo mejor no fueron como tenían que haber ido en algunos partidos concretos, en la preparación o en los Preolímpicos. Luego, en el día a día, trabajamos el scouting de cada equipo, que se divide y pone en común para que todos tengan el scouting. Así, cuando tengan la designación, ya tienen el scouting hecho de ese equipo. Si se quiere añadir algo más conforme los partidos van avanzando, alguna jugada que hayan utilizado, lo incluyes en el scouting.

-¿También trabajan los árbitros olímpicos el tema mental?

-Sí, durante los cuatro meses de preparación, incluso antes, hay un psicólogo. Ahora es una psicóloga que nos van indicando ejercicios, trabajos, profundizando en habilidades que tenemos que ir controlando para que nuestro trabajo en la pista sea mejor, más agudo y más certero a la hora de tomar decisiones, porque en nuestra mente, las emociones siempre van a estar ahí. Se trata de controlarlas en un nivel que sea aceptable. Esa parte del trabajo del árbitro es fundamental, incluso para el descanso, porque el partido tiene un nivel de excitación muy alto. Cuando acabas, tienes que descansar, prepararte para el día siguiente, incluso antes del partido tienes que llegar con un nivel de concentración adecuado, ni muy alto ni muy bajo, saber qué técnicas puedes aplicar para poder subir o bajar tu nivel de excitación antes de un partido, o incluso dentro de un partido, o incluso cuando vas a ir a una revisión a la que tienes que ir con la mente suficientemente limpia y con tranquilidad, o cuando te vas a comunicar con uno de los participantes o con tus compañeros. Todo esto son herramientas que el árbitro tiene que trabajar. El árbitro moderno, para hacer un buen trabajo de final de partido, tiene que controlar estos aspectos. No solo se trata de estar bien físicamente o técnicamente preparado. La mente es un músculo que, en nuestro caso, lo usas para tomar decisiones cada pocas fracciones de segundo, por lo que lo debes tener muy ejercitado.

-El público francés se volcó con su equipo en la final. ¿Cómo se vive un partido así?

-Yo tengo la suerte de haber estado en dos Juegos Olímpicos. El primero fue el de Tokio, en el que no había público, y este con público. Te puedo garantizar que es mucho más agradable arbitrar con público, con la presión de los espectadores animando, que sin público. Este deporte tiene un nivel de emoción y de excitación tan grande, que con el público su valor se multiplica. Sin público queda muy descafeinado. En España tenemos la suerte de contar con una competición fuerte como la ACB, una liga que se juega en pabellones con miles de espectadores, una jornada sí y otra también, con mucho seguimiento, lo que nos ayuda a estar preparados y a trabajar mentalmente para que este tipo de presión no nos afecte en nuestra toma de decisiones. Aún así, cuando llegas a estos eventos, tienes que saber controlarlos. Hemos tenido partidos allí, en la fase de grupos, que jugábamos en el campo de fútbol de Lille, para no sé cuántos miles de espectadores. Lo habilitaron para baloncesto y había 25.000 o 27.000 espectadores. Hubo partidos, masculinos y femeninos, en los que se llenó. Ha sido un espectáculo. Con mucho ruido, con mucho ambiente, mucha atmósfera. La verdad es que ha sido muy bonito. Y en la final, pues bueno, está el público francés, el estadounidense y el resto del público. Aquello es un espectáculo. Lo primero que les dije a mis compañeros, para preparar el partido de la final, es que se olvidaran de que era una final y de que era un partido de competición, exigente, duro, y que tendríamos que hacer nuestro trabajo como si fuese cualquier otro partido de la competición, que se centraran en el trabajo, que no desviaran su atención a otras cosas que no fueran el juego, que ya tendrían tiempo después de analizar que era una final. Pues que mantuvieran la responsabilidad y su nivel de trabajo individual igual que hasta ese momento durante la competición.

-¿Cómo se le pita a figuras mundiales como Lebron James o Stephen Curry? 

-Lo que pasa es que al final, si tú vas a los nombres, o a marcas durante un partido, entonces no estás arbitrando. Tienes que arbitrar a números, no a jugadores. Digamos que son individuos que cada uno hace lo mejor que sabe para poder llevarse el triunfo. No te da tiempo a pensar quién es quién, sino de acciones, valorar acciones. Es verdad que son jugadores muy atléticos, muy rápidos, tanto americanos como franceses, serbios, o los de muchas selecciones. Son jugadores muy fuertes, físicos, pero bueno, para eso trabajamos. Trabajamos fuerte para que nuestro equipo sea también fuerte y podamos más que ser árbitros individuales, ser un equipo de árbitros que mantiene una línea, coherente y consistente durante todos los partidos.

Antonio Conde, tras dirigir la final olímpica de baloncesto.

Antonio Conde, tras dirigir la final olímpica de baloncesto. / Ramón Azañón

-¿Ha hecho realidad un sueño?

-Ya te dije yo a ti hace tiempo que mi sueño era llegar a la ACB y que mi otro sueño fue llegar a los Juegos Olímpicos. Este sueño de llegar a una final, creo que nunca lo había tenido. Así que todavía se me pone la piel de gallina cuando recuerdo la final. Creo que me queda todavía un poco de tiempo para asimilar esto, porque ha sido muy importante.

"Todavía se me pone la piel de gallina cuando recuerdo la final"

Antonio Conde

— Árbitro

-Su designación para la final, ¿es también un reconocimiento al arbitraje andaluz y español? 

-Sí, es una manera de aflorar el trabajo que se lleva haciendo mucho tiempo en el arbitraje, en Andalucía y España. Hemos estado tres árbitros españoles en los Juegos Olímpicos, Adrián Nachueca, Luis Miguel Castillo y yo, un signo de que se confía en el arbitraje español. Puedo asegurar que la gente que viene por detrás viene muy preparada, lo que nos ayuda a nosotros también a trabajar más duro para no quedarte estancado en tu zona de confort e ir mejorando y progresando. 

"Hemos estado tres árbitros españoles en los Juegos Olímpicos, un signo de que se confía en el arbitraje español"

Antonio Conde

— Árbitro

-¿Ha sentido que los cordobeses le han seguido desde aquí?

-Lo primero, quiero pedir disculpas a un montón de gente a la que no le he contestado todavía, porque me han mandado cientos de mensajes. Yo lo primero que tenía presente en mi cabeza era que el partido estaba por encima de cualquier otra cosa, porque era un partido importante y trascendente, y no podía distraer mucho la atención en otras cosas que no fuese lo que es propiamente la preparación del partido. Es verdad que mensajes de tu familia, de tus padres, de tu mujer, esos sí, los lees y los contestas, pero los demás, ves que han llegado y luego ya los leerás. Los he leído todos y los iré contestando poco a poco, porque llegaron muchos muy agradables. Bueno, todos, fueron muy agradables. Eso también te hace que se te erice la piel y te afloren emociones. Fue muy bonito también.

-¿Le da tiempo al colegiado de disfrutar del partido?

-Hombre, cuando un partido es muy ofensivo y espectacular, lo disfrutas también, pero es que no te da tiempo, es que cada jugada que sucede, llega menos de un segundo después de la anterior acción y tienes que tomar otra decisión. Hay, por ejemplo, un lanzamiento al final de un partido con dos jugadores encima del que tira, o un lanzamiento de perímetro imposible de haber metido para ganar el partido, pero es que tú no puedes quedarte en esa jugada. Tú tienes que irte a ver el tiempo si se ha detenido, a ver en la mesa si han pedido tiempo muerto, ver si le caen encima al jugador cuando ha tirado o tienes que ir a la siguiente posición donde están tus compañeros, así que no te da tiempo. Luego la verdad, tras el partido, cuando lo ves, no te puedes creer lo que hacen en algunas jugadas.

-¿Cómo se le quedó el cuerpo al ver el triple de Curry que sentenció la final?

-Yo estaba arbitrando la jugada. Curry llevaba dos seguidos metidos en menos de 30 segundos o un minuto, le llegó el balón, le defendían a nueve metros para que no tirara, le daba igual, lo devolvió, volvió a recibir, le hacían un dos contra uno y lejos de pasar al otro compañero, hizo un bote, un escorzo en el aire y lanzó desequilibrado, encima además casi con nieve, una bola con mucho arco, y la mete. La cara de algún jugador defensivo que lo vio decía, ya, con esto, se acabó. Tiene que ser muy duro porque le defendieron muy bien, rápido y cerca, por eso el deporte este es lo que es, un espectáculo y por eso nos gusta tanto.

-¿Qué le diría a los árbitros jóvenes cordobeses para que se animen a seguir progresando?

-A mí me dan mucha envidia, les queda mucho camino, un camino muy bonito por delante. Yo nunca diría que se marquen objetivos, a corto plazo y que ellos puedan controlar y evaluar. Luego ya llegarán los resultados y los éxitos, y si no llegan, lo que se han llevado es el progreso que han hecho día a día, en cosas que ellos han podido controlar. Mi recomendación a ellos, y a todos los deportistas, es que en el momento que entren, que trabajen y que no pierdan el tiempo, que no estén por estar, sino que estén porque realmente les gusta, que aprovechen el tiempo, y que ya llegaran los resultados. Cuando empiezas a arbitrar un partido de cualquier disciplina, ya no vuelves a ver el deporte como lo veías antes, es otra perspectiva totalmente diferente, a veces dura, pero muchas veces muy bonita.

"Ojalá el nuevo club de Segunda FEB tenga un pelín de suerte para que la ciudad siga creciendo en cuanto a baloncesto"

Antonio Conde

— Árbitro

-Esta temporada va a contar la provincia de nuevo con un equipo de LEB Plata, ahora llamado Segunda FEB, gracias al Coto Córdoba de Baloncesto. ¿Va a seguir la competición?

-A mí, la verdad, es que no me queda mucho tiempo, además los fines de semana, que es cuando se disputan las competiciones, yo estoy implicado en la ACB. Es complicado porque estoy volcado mucho en la ACB, que absorbe mucho tiempo, pero es verdad que lo sigo. Me hace mucha ilusión que en mi ciudad, un proyecto vaya creciendo. Han conseguido metas importantes y es bonito. Ojalá tengan toda la suerte del mundo. Sé que van a trabajar duro, porque lo han hecho hasta ahora, y sé que van a venir los resultados. Ojalá el nuevo club de Segunda FEB tenga ese pelín de suerte para que la ciudad siga creciendo en cuanto a baloncesto. Córdoba es una ciudad ideal, porque a la gente le gusta el baloncesto y tiene un tamaño bonito. Ojalá puedan pegar un saltito más, disfrutar de la LEB Plata, y si puede ser, de la LEB Oro. No es fácil, evidentemente, pero la verdad es que es ilusionante. Yo recuerdo mucho mis inicios, aquí en Vista Alegre y el Polimecano. Aquel play off con el Gijón que tenía a Scola. Estaba Rafa Sanz de entrenador, cuando yo estaba en la Liga EBA. Para mí era impresionante ver 1.500 o 2.000 personas en el pabellón. Creo que este año en la EBA, algún partido ha contado con una afluencia de público muy bonita. Son muy buenos recuerdos que ojalá se repitan.

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