Organización de Cooperación de Shanghái

Xi y Putin piden un mundo multipolar en una organización que busca el relevo del orden occidental

El presidente ruso ensalza la cooperación sino-rusa en asuntos globales como "un factor de estabilidad" y subraya su rol compartido en el nacimiento de la organización de Cooperación de Shanghái

El presidente chino Xi Jinping y el presidente ruso Vladimir Putin en un encuentro.

El presidente chino Xi Jinping y el presidente ruso Vladimir Putin en un encuentro. / EP

Adrián Foncillas

Xi Jinping Vladímir Putin han ensalzado las relaciones sinorusas como un elemento de equilibrio, defendido un mundo multipolar y animado a sus vecinos a blindarse contra las interferencias externas. Importa tanto el mensaje como el escenario: la cumbre anual de la Organización de Cooperación de Shanghái (SCO, por sus siglas inglesas), un organismo que simboliza los nuevos tiempos. Nació con objetivos humildes en el Asia Central y ha crecido como contrapeso a la arquitectura global capitaneada por Occidente.

"Frente a los riesgos reales de parcelas pequeñas con vallas altas, tenemos que proteger nuestro derecho al desarrollo", ha pedido este jueves Xi en Astaná, la capital kazaja, antes de reunirse de nuevo con Putin. Es la segunda vez en dos meses y la primera desde que Moscú Pionyang firmaron un acuerdo de Defensa que soliviantó a muchas cancillerías asiáticas. Los 10 miembros de la SCO, continuó Xi, deben resolver sus diferencias con paz y acuerdos y unirse contra "las interferencias externas", según la transcripción de la televisión pública china. Es imprescindible mantener "la vieja amistad" entre ambos países, ha concluido Xi, "en un mundo saturado de turbulencias y cambios".

Putin ha ensalzado la cooperación sino-rusa en asuntos globales como "un factor de estabilidad" y subrayado su rol compartido en el nacimiento de la organización. "A medida que aumentan sus miembros, la SCO también consigue un rol más relevante como uno de los principales pilares en un orden global multipolar", ha afirmado. La organización fue creada en 1996 y bautizada como los "Cinco de Shanghái". La formaron ChinaRusiaKirguistánKazajistán Tayikistán con el simple fin de fomentar la confianza en una zona, el Asia Central, de tendencias inestables y donde confluyen la tradicional influencia de Moscú con la creciente de Pekín.

Nuevos aliados

Con el tiempo ha expandido su área geográfica: se han sumado ya UzbekistánIránIndia Pakistán. Hoy se ha formalizado el ingreso de Bielorrusia, la más entusiasta aliada rusa en su guerra contra Ucrania. Suman ya el 40% de la población mundial y su ámbito cubre la economía, el comercio y la defensa. La SCO supone otra alternativa, junto a los BRICS, contra el orden global dirigido por Washington Bruselas que Moscú Pekín pretenden superar. Ambas organizaciones están inmersas en parecidos procesos expansivos. Representantes de una sesentena de países acudieron a la última cumbre de los BRICS junto a los cinco miembros originales. Arabia Saudí, Egipto, Irán, Etiopía y los Emiratos Árabes han ingresado ya y sólo la llegada al poder de Javier Milei ha dejado fuera a Argentina.

A esas organizaciones les falta mucho aún para empatar con las occidentales en compromiso, cooperación y armonía. Les falta a China e India la sintonía de Washington y Bruselas. Las dos mayores potencias demográficas del mundo se discuten el liderazgo del Sur Global y mantienen viejos pleitos fronterizos que cíclicamente dejan muertos y apuntalan su secular desconfianza. A India la representa en Astaná su ministro de Exteriores, Subrahmanyam Jaishankar.

La ausencia de su presidente, Narendra Modi, ha sido justificada por su apretada agenda interna tras unas elecciones con resultados peores de los esperados. Es más probable, sin embargo, que se explique por sus temores a verse en la foto de una organización percibida como anti-occidental cuando su diplomacia se esfuerza en delicados equilibrios. Ya el pasado año, cuando a Delhi le correspondió organizar la cumbre, optó por una versión virtual. China e India no han recuperado aún los vuelos directos que canceló la pandemia y mantienen el veto a periodistas del otro país.

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