Elecciones EEUU 2024

Tim Walz, candidato a vicepresidente de Kamala Harris, en su discurso de aceptación: "Vamos a darlo todo en el campo"

El gobernador de Minnesota y antiguo profesor y entrenador de fútbol de instituto se ha ganado a los demócratas con su imagen de normalidad

Tim Walz, en la convención demócrata.

Tim Walz, en la convención demócrata. / Bloomberg

Hasta hace dos semanas pocos más allá de Minnesota o de los muy enganchados a la política de Estados Unidos conocían a Tim Walz, gobernador que antes de llegar a ese puesto pasó 12 años en el Congreso en Washington. Desde que Kamala Harris lo anunció como su candidato a vicepresidente para las elecciones de noviembre, el país ha estado aprendiendo a ritmo acelerado sobre un político que rompe muchos moldes siendo, paradójicamente, normal. 

Este miércoles, en la tercera jornada de la convención demócrata en Chicago, ha sido el propio Walz el que, en el discurso de aceptación de la nominación, ha expuesto esa normalidad que lo hace tan especial. Ha sido una intervención breve pero concisa para los objetivos que buscaba la campaña: presentar en primera persona su historia, su carácter campechano y jovial y también su forma de ser político y su idea de la política.

Esos son elementos que explican por qué Harris ha apostado por él. Porque Walz representa la esperanza de los demócratas de atraer a votantes en estados del Medio Oeste que serán fundamentales para ganar a Donald Trump.

El fútbol como metáfora

Walz, de 60 años, solo uno más que Harris, ha cumplido con disciplina y relajación la misión. Ha empezado recorriendo sus raíces en un pequeño pueblo de Nebraska y su alistamiento dos días después de cumplir 17 años en el Ejército, donde pasó 24 años como voluntario en la Guardia Nacional y que le permitió realizar sus estudios universitarios. 

Ha llegado después a su etapa como profesor de escuela pública y a su labor allí como entrenador de fútbol americano, una época en que convirtió a un equipo perdedor en campeón estatal. Y esa parte de su currículo, que le ha ganado ya ser conocido como “coach Walz”, le ha puesto en bandeja llenar de metáforas deportivas su mensaje sobre la campaña electoral.

“Estamos en el último cuarto. Vamos por debajo en el marcador. Pero estamos al ataque, controlamos la pelota. Avanzamos en el campo. Y vaya si tenemos el equipo adecuado”, ha dicho. “Vamos a darlo todo en el campo. Así es como avanzaremos. Así pasaremos la página de Donald Trump”.

Ataques a Trump

Era una jugada de ataque que ha ido distribuyendo a lo largo de toda la intervención. Y en su diana ha puesto a JD Vance, el aspirante republicano a vicepresidente con el que tiene su debate el 1 de octubre, y a Trump.

Ha criticado el Proyecto 2025 definiendo esa agenda preparada para un potencial segundo mandato del republicano como “rara” (un término que ha logrado hacer central en el asalto demócrata a los republicanos) pero también como extrema, “equivocada y peligrosa”.

Agenda progresista

Walz ha repasado también sus días en el Congreso (“aprendí de compromiso sin comprometer mis valores”) y sus logros como gobernador. Y ha defendido su agenda y logros en ese cargo, aprovechando para ponerla en contraste con propuestas republicanas. “Mientras otros prohibían libros nosotros prohibíamos el hambre”, ha declarado al presumir de su programa de desayunos y comidas gratuitas para todos los niños en el estado.

Aunque cuando entró en política fue conservador en lo social, Walz ha evolucionado y esa evolución también ha permeado todo su discurso, ya fuera al hablar de derechos reproductivos, de la libertad individual o de las armas.“Creo en la segunda enmienda pero la primera responsabilidad es mantener a nuestros hijos seguros”, ha dicho el gobernador, que es cazador.

Su familia ha tenido también un papel central en su presentación al país en el discurso por ahora más importante de su carrera. Y allí estaban su esposa, Gwen, y sus dos hijos, concebidos por inseminación artificial, Hope y Gus. Este último tiene una doble neurodivergencia y ha roto corazones llorando emocionado y diciendo: “¡ese es mi padre!”.

"Puñeteramente normal, real"

“Es tan puñeteramente normal, es tan real”, reflexionaba tras el discruso en los pasillos del United Center Kimberly Metcalfe, una delegada de Alaska. “Es simplemente un hombre maravilloso y estoy feliz de que Kamala lo eligiera”.

“Es lo que EEUU necesita”, reafirmaba Sheila Moot, una delegada negra de Alabama que destacaba que Walz ha estado paseando por las reuniones por la mañana “como uno más” y lo definía como “auténtico”. “Hace pensar que cualquiera puede llegar”, continuaba la antigua comisionada de la ciudad de Birmingham. “No tienes que conocer a gente en lugares altos, no tienes que hacer el trabajo más grande. Él fue profesor, no director de colegio, y no en un instituto de gran ciudad sino en una pequeña escuela rural. Y creo que nos enseña que podemos tener una buena vida y mantener las cosas sencillas”.

“Star power’

El discurso de ese hombre corriente fue el culmen de una jornada de convención que volvió a tener altas dosis de ‘star power’, y no solo político. 

Por el escenario pasaron el expresidente Bill Clinton y Nancy Pelosi, expresidenta de la Cámara de Representantes y aún una de las figuras mas influyentes y poderosas de los demócratas. También hubo discursos de varias de las estrellas en ascenso en el partido, como el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro; el de Maryland, Wes Moore; y el secretario de Transporte, Pete Buttitieg, todos nombres que se relacionan a aspiraciones presidenciales y que se barajaron para el lugar que ha acabado ocupando Walz en el ticket.

Pero fue también una jornada en la que actuaron en el United Center de Chicago Stevie Wonder y John Legend. Aunque la gran sorpresa de la noche fue la aparición de Oprah Winfrey, la estrella televisiva que es una de las mujeres negras más influyentes de EEUU.