Catástrofe natural

La comunidad y la resiliencia, los pilares de la reconstrucción tras el terremoto de Marruecos

La salud mental y un enfoque feminista, dos de las prioridades de las organizaciones humanitarias que trabajan en la zona golpeada por el seísmo

La comunidad y la resiliencia, los pilares de la reconstrucción tras el terremoto de Marruecos

La comunidad y la resiliencia, los pilares de la reconstrucción tras el terremoto de Marruecos / Fernando Sánchez/ Europa Press

Marc Ferrà

Marc Ferrà

Mohamed y su familia viven bajo un techo de lona. Han juntado varias tiendas de campaña para lograr tener un pequeño salón independiente de la habitación, la segunda tienda está llena de todo los muebles y objetos que pudieron recuperar sepultados entre los escombros de su casa y que esperan volver a llenar su hogar. Viven en un descampado a las afueras del pueblo de Asni, en el Atlas marroquí, una de las zonas devastadas por el terremoto que hace un año golpeó la región. “En verano hace mucho calor, es como estar en el hammam (baño marroquí)”, bromea su mujer mientras desayuna con su hijo. Mohamed se ganaba la vida vendiendo minerales a los turistas que visitan la región, pero tras el seísmo, no se ha querido separar de su familia hasta que terminen su nueva vivienda. Ya han construido los pilares, pero hace tres meses que esperan las ayudas para poder continuar. Su vida, como la de tantas familias afectadas por el terremoto, se ha convertido en una espera constante para poder volver a empezar. Para retomar lo que hasta hace un año era su vida. 

“Si nos centramos en la salud mental, en la pirámide de necesidades, el hogar es muy importante. Es la base”, explica Mustapha Siali, psicólogo y fundador de Educa Psy. Durante este último año ha estado trabajando en la región dañada por el terremoto para acompañar a los afectados en lo que define como “resiliencia comunitaria”. La urgencia y las especificidades lingüísticas, culturales y geográficas de la zona no permiten un acompañamiento psicológico clásico o individual, “trabajamos con una visión de comunidad y de interacción entre ellos, por esto hemos hecho grupos de escucha colectivos para trabajar entorno a la resiliencia”. 

Aunque todavía queda mucho trabajo por hacer, explica que durante este último año ha percibido una evolución positiva. Pone como ejemplo los ataques de ansiedad, que fueron una de las consecuencias más frecuentes entre la población después del seísmo. Uno de los grandes retos ha sido acompañar a los niños, “detectamos problemas de habla, de agresividad, insomnio y trastornos alimenticios provocados por la situación traumática que vivieron”, explica Mustapha. Para esto han creado espacios en los que se pueden sentir cómodos para que a través de actividades psicosociales intentar reducir la ansiedad que sufren.

Espacios para mujeres

Todos los actores humanitarios ponen el foco en la necesidad de trabajar poniendo a las propias comunidades en el centro y creando puntos de encuentro, también específicamente para las mujeres, ya las vulnerabilidades que sufrían se ha acentuado después del terremoto. “Es básico ofrecer un espacio seguro para que se puedan expresar abiertamente y puedan tener voz, en espacios mixtos con hombres y mujeres sabemos que esto no pasa. Una mujer que está hablando sobre sus necesidades en términos de higiene menstrual no lo va a hacer delante de un hombre, tampoco expresar su tristeza o trauma”, explica Anna Rosés i Belló, Coordinadora respuesta Humanitaria de Oxfam en Marruecos. 

“En nuestras intervenciones trabajamos con espacios separados, esto nos ha ayudado a conocer mejor lo que cada una necesita y que pueden ser ellas mismas las que marquen la línea de nuestra asistencia”, relata. Uno de los proyectos que han puesto en marcha, es asegurar que puedan retomar o empezar una actividad económica que les de una independencia, como puede ser una cooperativa de argan o la cría de animales. “Algunas mujeres ya realizaban antes actividades y ahora es todavía más importante, porque esto repercute en toda la familia y en que la reconstrucción se acelere”, apunta.