Guerra en Gaza

Scholz y Macron endurecen el tono contra Israel pero rehúyen reconocer a Palestina

El gobierno israelí "debe respetar el derecho internacional" y permitir "la llegada de ayuda humanitaria suficiente" a Gaza, afirmó el canciller alemán

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, junto al canciller alemán, Olaf Scholz

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, junto al canciller alemán, Olaf Scholz / EP

Gemma Casadevall

Tanto Francia como Alemania, incondicional aliado de Israel, han recordado al gobierno de Binyamin Netanjahu que, no hay dobles baremos para el respeto al derecho internacional. Pero condicionan un futuro reconocimiento del estado de Palestina a que se den, las condiciones de seguridad" para Israel.

El gobierno israelí "debe respetar el derecho internacional" y permitir "la llegada de ayuda humanitaria suficiente" a Gaza, afirmó el canciller Olaf Scholz, quien cifró en "500 camiones diarios" esa ayuda. "Para Francia no es un tabú el reconocimiento de Palestina. Pero debe producirse en un momento útil, no a golpe de emociones" consideró su presidente, Emmanuel Macron, en una comparecencia conjunta con el líder alemán.

Macron añadió a esa postura ya conocida francesa su apoyo a la resolución impulsada por Argelia para que la ONU "dé respuesta a las necesidades humanitarias de Gaza". Scholz, líder de un país extremadamente cauto frente a Israel por responsabilidad histórica, ha ido abandonando milimétricamente esa posición, en medio de las alertas procedentes de las máximas instancias europeas e internacionales, sea La Haya o la ONU, al ejército israelí.

El reconocimiento de Palestina por España, Noruega e Irlanda planeó sobre la cumbre franco-alemana celebrada en el castillo de Meseberg. Ambos líderes comparecieron determinados a mostrar armonía, pese a ser del dominio público que no acaban de congeniar, ni en lo personal ni en lo político. Tanto el francés como el alemán están en horas bajas en cuanto a popularidad y liderazgo, lo que les obliga a reactivar el eje franco-alemán en sus encuentros bilaterales. Meseberg, lugar habitual para estas citas, no fue una excepción.

Zelenski y el 80 aniversario del Día D

La mayor sintonía la encontraron Scholz y Macron respecto a Ucrania. Macron defendió el derecho ucraniano a utilizar armas occidentales contra territorio ruso para neutralizar posiciones desde las que las tropas de Vladímir Putin lanzan misiles sobre Ucrania. Scholz destacó los nuevos aportes prometidos a Kiev por España, Portugal y Bélgica, entre otros, mientras que Macron anunció la asistencia del presidente Volodímir Zelenski al 80 aniversario del desembarco aliado en Normandía, el próximo día 6 de junio.

Su comparecencia ante los medios tuvo lugar mientras sus ministros pulían una declaración final, cuyo punto álgido debía ser la política europea de defensa. Macron y Scholz habían enviado ya un mensaje previo a su cumbre a través de un artículo conjunto publicado en "Financial Times“. Ambos ratificaban en el texto su compromiso con la reforma de la UE y ponían el acento en la necesidad de impulsar tecnologías clave -digitalización, inteligencia artificial, telefonía móvil, sector químico e industria espacial- , de alcanzar la neutralidad climática y de reducir las trabas burocráticas que obstaculizan el crecimiento y la economía europea.

Scholz hizo suyo el que ha sido el mantra de Macron en sus discursos, tanto en París como en Alemania: la advertencia de que Europa puede morir si no afronta sus desafíos. El líder francés, a cambio, suscribió el término, Zeitenwende, o tiempos de cambio, acuñado por el canciller para referirse a la necesidad de poner al día todo aquello en lo que Alemania está trasnochada, desde su ejército a la digitalización.

Cómo doblar el presupuesto de la UE

El mercado interior europeo debe ser más competitivo frente a sus rivales, sea China o Estados Unidos, es el mensaje de Macron, que reclama se duplique el presupuesto comunitario. "Si no arriesgamos más, quedaremos rezagados", advirtió junto a Scholz. Fuera del artículo para FT, las diferencias empezaron a surgir al pasar al lenguaje oral: Macron no pierde una ocasión para insistir en la necesidad de invertir más en una defensa europea propia y suficiente. Para el líder francés, impulsar las inversiones puede implicar endeudamiento. Pero ello es un tabú aún en Alemania y más si se emplean términos como colectivizar la deuda -algo que Berlín solo acabó encajando a raíz de la pandemia-. Para Scholz, es un problema incluso interno, puesto que topará con el rechazo de sus socios liberales. Scholz prefiere hablar de "movilizar recursos privados", mientras Macron insiste en que para Francia "no hay tabús".

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