Elecciones europeas

Salvini muestra su lado antieuropeo en la campaña del 9J a pesar de que Italia recibe hoy más de lo que da a la UE

Las fuentes abiertas de la Comisión Europea muestran a qué se está destinando a día de hoy el dinero que la UE aporta a Italia

Matteo Salvini y Giorgia Meloni durante un pleno en el Parlamento italiano.

Matteo Salvini y Giorgia Meloni durante un pleno en el Parlamento italiano. / EFE

Irene Savio

En uno de sus vídeos virales en las redes, el xenófobo y homófobo general Roberto Vannacci cita un disuelto cuerpo de submarinistas creado durante el régimen fascista. Luego, con rostro desafiante, dice que "esta Europa" no le gusta. Una estrategia arriesgada después de los beneficios que ha obtenido Italia de la Unión Europea (UE) en los últimos años.

En el vídeo, el cabeza de lista de la Liga de Matteo Salvini para las próximas elecciones europeas invita a los ciudadanos a votar por él. El candidato de formación de ultraderecha italiana, que también ha dicho que las mujeres deberían quedarse en casa, apela al patriotismo de sus compatriotas. Lo que el elector desconoce es si Vannacci y Salvini saben que la cantidad de dinero que le entrega hoy la Unión Europea (UE) a Italia supera hoy, con creces, la que el país le aporta a las arcas europeas.

En concreto: en 2021, el último año con el dato disponible, Italia recibió 26.700 millones de euros y entregó 18.100 millones de euros, lo que le dejó un balance positivo de unos 8.000 millones de euros. Algo que, en buena medida, se debe al flujo extra de dinero europeo que Italia recibe como uno de los principales países receptores de los planes de recuperación postpandémicos

Inversión de tendencia

El dato procede de la Corte dei Conti (Tribunal de Cuentas italiano) y no es fácil de encontrar. La cifra, prácticamente ausente del debate público a cualquier nivel, también refleja una clara inversión de tendencia con respecto al pasado, pues hace años la ecuación era la contraria. Italia entonces era uno de los grandes contribuyentes de la UE. De hecho, entre 2011 y 2017, el balance de los pagos y entradas de Italia con la UE fue negativo para el país transalpino por unos 36.000 millones de euros (aún en 2017, por ejemplo, Italia aportó 13.900 millones y recibió 9.500 millones).

Por el contrario, los 26.700 millones de euros recibidos por Italia en 2021 representaron un aumento de 129% con respecto al año anterior (11.600 millones). Significativo ha sido también que más de dos tercios de estos fondos fueron para la cohesión (55%) y el medio ambiente (33%), mientras que los asignados a la inmigración fueron solo el 1% y los de defensa, el 0,4%. En la misma línea, también ha disminuido en un 16% la aportación de Italia a la UE (comparado con 2020). 

Vulnerables

Las fuentes abiertas de la Comisión Europea muestran a qué se está destinando a día de hoy el dinero que la UE aporta a Italia. Incluyen decenas de proyectos de creación o remodelación de decenas de guarderías, escuelas, centros deportivos, institutos para personas con discapacidades, redes ferroviarias, museos, teatros y viviendas públicas, entre otros. 

Ejemplos son el plan para llevar la alta velocidad a la red ferroviaria que conecta Liguria a los Alpes (lo que aumentaría de 10 a 24 el número de trenes que pueden circular por esa ruta). O el proyecto del Archivo Atena en la región de Campania (sur), creado con el objeto de recopilar el patrimonio cultural local en un archivo comunitario. Y también la rehabilitación de viviendas para población vulnerable en Tor Bella Monica, un barrio tristemente apodado "el supermercado de la droga de Roma". 

Antieuropeos

Atacar a la UE ha sido uno de los grandes ejes de la campaña de Salvini. Pero no ha sido una sorpresa. Pese a que los sondeos afirman que en Italia siete de cada diez ciudadanos se dicen europeístas, diversos estudios difundidos en el último año dicen que el líder la Liga y sus más fieles son hoy los representantes del partido más antieuropeo de Italia. 

Aún así, en esta campaña, sus ataques han sido aún más virulentos y surrealistas. La Liga publicó, por ejemplo, las incomprensibles instantáneas de un hombre con una nariz aplastada sobre el tapón de una botella de plástico, y la imagen de una pizza con piña con "menos Europa" escrito encima. 

En algunos casos, estos exabruptos suscitaron indignación, como el mencionado vídeo de Vannacci. En otros, trajeron un atracón de memes y, a la vez, también las críticas de algunos de los aliados gubernamentales de la Liga en Italia, como los de Forza Italia, cuyo líder es Antonio Tajani. Y la diócesis de Padua, antaño una de las ciudades bastión del voto legüista, ha recomendado no votar a partidos que van en contra del "proyecto Europa".

Regalo a Meloni

Los ataques de Salvini a la UE también han sido incómodos para Meloni. El pasado 2 de junio, Claudio Borghi, uno de los legüistas más ruidosos, atacó al presidente de la República, después de que Sergio Mattarella dijera que en ese día también se festejaba la soberanía europea. 

Los observadores han interpretado las maniobras de Salvini como la última estratagema de un líder que ha perdido mucha trascendencia en Italia y que actualmente se la juega para mantenerse en el puesto. Es decir, si la Liga registra un resultado particularmente negativo en los comicios europeos, una crisis podría estallar dentro del partido, lo que podría aventajar a Meloni en Europa. 

Un preámbulo también se ha visto en estos días. Vannacci, que probablemente logrará un escaño en el Parlamento europeo, ha sido criticado por el partido de Marine Le Pen, Reagrupación Nacional, que comparte con la Liga el (cada día más maltrecho) grupo europeo Identidad y Democracia. Puede que sea todo lo que quede de Salvini. 

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