Represión a la disidencia

Rusia condena a 16 años al periodista estadounidense Evan Gershkovich por espionaje

El reportero de 'The Wall Street Journal' cumplirá la sentencia en una colonia penienciaria de "régimen estricto"

Rusia condena a 16 años al periodista estadounidense Evan Gershkovich por espionaje

Rusia condena a 16 años al periodista estadounidense Evan Gershkovich por espionaje

Àlex Bustos

Àlex Bustos

El periodista de EEUU Evan Gershkovich recibió este viernes un mazazo más que previsible: una condena de 16 años de cárcel por la acusación de espionaje. El estadounidense, de 32 años, cumplirá la pena en una colonia penitenciaria de "régimen estricto", según ordenó el juez Andréi Mineyev, que dictó una pena menor a la que pedía la fiscalía, 18 años. La justicia rusa justificó la dureza del castigo en que el reportero habría recabado información secreta sobre la industria militar rusa, un cargo negado por él mismo, su familia y la misma Casa Blanca. El corresponsal del The Wall Street Journal lleva detenido desde marzo de 2023, cuando las autoridades rusas le arrestaron en Yekaterimburgo, la capital de la región de los Urales.

La condena de Gershkovich es la primera contra un reportero estadounidense procesado por espionaje desde la Guerra Fría. La ha recibido justo en el juzgado de la ciudad donde fue detenido. Antes de ser trasladado de nuevo a esta región, estuvo encarcelado en la prisión del barrio moscovita de Lefortovo, conocida por ser donde se encerraba a presos políticos desde los tiempos de la Unión Soviética.

Eso sí. No es el primer periodista condenado en Rusia desde que empezó la guerra contra Ucrania en febrero de 2022. Además de otra periodista con doble nacionalidad, Alsu Kurmasheva (rusa-estadounidense),también hay múltiples profesionales rusos condenados o en situación de busca y captura. Algunos de ellos trabajan o trabajaban con medios extranjeros, como es el caso de los periodistas Serguéi Karelin (AP) y Konstantin Gabov (Reuters), ambos trabajadores de medios extranjeros en el país euroasiático.

Intercambio de cromos

Además de Gershkovich, hay otros prisioneros estadounidenses internados en colonias penales rusas, como el soldado Gordon Black, el exmarine Paul Whelan, el músico Travis Leake y el profesor Marc Fogel. Respectivamente están acusados de amenaza y robo; espionaje y los dos últimos de posesión de drogas. Como ya ocurrió con la jugadora de baloncesto Brittney Griner, quien fue intercambiada a finales de 2022 por el traficante de armas ruso Viktor Bout, la administración estadounidense cree que Moscú querría intercambiar al profesional de la información, y los demás prisioneros estadounidenses, por algún ciudadano ruso detenido en Estados Unidos o en Occidente.

Washington declaró que Gershkovich fue "detenido inapropiadamente". El mismo presidente ruso Vladímir Putin evocó recientemente la posibilidad de un intercambio que involucre al reportero, e incluso indicó un nombre de su interés cumpliendo pena en cárceles de Occidente: Vadím Krasikov, un oficial del FSB (Servicios secretos rusos) condenado de por vida en Alemania por asesinar a un militar checheno exiliado en 2019.  

Rusia se ha convertido desde 2022 un sitio donde trabajar como profesional de la información es complicado. Así lo atestiguan los múltiples medios independientes que a día de hoy trabajan principalmente desde el extranjero, desde países como Georgia, Armenia, Alemania o Lituania. Muchos de ellos han recibido las etiquetas de “agente extranjero” y/o de “organización indeseable”, que además de ser etiquetas peyorativas, también son limitaciones legales para su actividad, especialmente la segunda. Colaborar de cualquier forma con una “organización indeseable” es punible por la ley rusa, incluso dar declaraciones de forma pública para ella.

Este mismo viernes las autoridades rusas pusieron en búsqueda y captura al periodista Oleg Kashin, que vive en Londres desde 2016. No se especificó de que se le acusa, previamente se le incluyó en la lista de agentes extranjeros. La misma semana, el pasado lunes, la justicia rusa condenó también a Masha Gessen a ocho años de cárcel in absentia por haber culpado al Ejército ruso de la matanza de civiles ucranianos en Bucha. Anteriormente Ilya Krasilshchik, otro periodista en el exilio, también sufrió una condena desde la distancia a finales de 2023, cuando las autoridades rusas lo sentenciaron también a ocho años de cárcel por el mismo delito. 

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