Francia

El partido de Marine Le Pen acaricia una contundente victoria en las elecciones europeas

Un sondeo del instituto Ipsos sitúa en cabeza al candidato ultraderechista, Jordan Bardella, con un 33% de intención de voto, por delante de la oficialista Valérie Hayer (15,5%) y del socialdemócrata Raphaël Glucksmann (13,5%)

La líder de Reagrupación Nacional Marine Le Pen y el cabeza de lista en las europeas, Jordan Bardella, en un mitin en París.

La líder de Reagrupación Nacional Marine Le Pen y el cabeza de lista en las europeas, Jordan Bardella, en un mitin en París. / AP

Leticia Fuentes

Elegir entre el "cambio" o la "continuidad". Con este mensaje ha cerrado su campaña para las elecciones europeas el cabeza de lista del partido francés de extrema derecha Reagrupación Nacional (RN), Jordan Bardella. El discurso del cambio es, en parte, el que ha llevado al joven lepenista de 28 años a consolidarse como posible ganador, según los sondeos, con un 33% en intención de voto. 

"El próximo domingo, abstenerse es votar a Macron", ha destacado Bardella durante su discurso. RN ha planteado la campaña europea como una especie de plebiscito sobre las políticas del presidente, que han llevado al presidente Emmanuel Macron en los últimos años a sus índices más bajos de popularidad. La inmigración irregular, la seguridad y la pérdida de poder adquisitivo se han convertido en la principal preocupación de los franceses.

"Uno trabaja, trabaja, trabaja... y no consigue vivir bien. ¡Voilà! Es normal este cambio, pero no es la solución", afirma a El Periódico, del mismo grupo editorial, Faid, taxista parisino, en alusión al auge de la ultraderecha en el país. A su juicio, al Gobierno de Macron se le acumulan los problemas no resueltos y mantiene un discurso alejado de la calle, dos circunstancias que, según los analistas, han impulsado a la extrema derecha a la cabeza de los sondeos con 17 puntos por delante de la candidata de la Renaissance de Macron, Valérie Hayer (15,5%).

El voto inútil

Uno de cada dos franceses cree que su voto en las elecciones europeas de este domingo no cambiará nada su situación, y eso se traduce en las encuentas, que apuntan a una caída de casi 2 puntos de participación respecto a los comicios de 2019. Un desencanto que partidos como los socialistas de Raphaël Glucksmann, con un 13,5% de intención de voto, La Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon, con un 9%, o los Republicanos, con un 6%, también notan, según datos de Ipsos, a pesar de que Francia bate un récord en estas elecciones con 38 listas y 81 diputados a escoger. 

El retorno incipiente del proteccionismo también ha sido un tema fundamental en esta campaña europea y, a diferencia de hace cinco años, ha caído el euroescepticismo tras la experiencia del Brexit. La ambición ecologista francesa, por su parte, ha quedado relegada a un segundo plano, con un 5% de intención de voto. 

La guerra en tiempos de austeridad

La implicación de Francia en la guerra de Ucrania y el gasto en defensa han generado otra de las grandes polémicas de la carrera electoral. El Gobierno de Macron ha defendido su discurso de que Europa debe ser soberana en el tema militar, y para ello debe activar su industria militar. Un planteamiento que ha solapado en el tiempo con anuncios de políticas de austeridad en el país, lo que ha generado un rechazo en la opinión pública y una división del voto. 

La misma división que suscitan las políticas migratorias. La izquierda de Mélenchon quiere derogar el pacto sobre migración y asilo, y sustituir Frontex, la agencia europea de fronteras. Sin embargo, la extrema derecha insiste en su idea de la "doble frontera", aunque Jordan Bardella no haya sido capaz de explicar cómo la implementaría. En medio de ambos, Renaissance, con un proyecto basado en el pacto migratorio, en los visados prioritarios y en el aumento de la guardia fronteriza para reducir la inmigración irregular. 

Las elecciones europeas son la antesala de las presidenciales francesas de 2027, y si Reagrupación Nacional gana, Marine Le Pen acariciará una vez más el sueño de llegar al Palacio del Elíseo. Esta vez sin su eterno rival, Emmanuel Macron, quien ya no puede volver a presentarse.