Nueva legislatura

El Parlamento Europeo reelige como presidenta a la maltesa Roberta Metsola

La conservadora maltesa obtiene 562 votos frente a los 61 de la candidata de la Izquierda, Irene Montero

Roberta Metsola

Roberta Metsola / Europa Press

Silvia Martinez

La conservadora maltesa Roberta Metsola (Malta, 45 años) renovó su escaño el pasado 9 de junio con más votos que ningún otro eurodiputado en la historia electoral de Malta, país en el que los votantes ordenan por orden de mayor a menor preferencia a sus políticos. Este martes la candidata del Partido Popular Europeo (PPE), que en los dos últimos años y medio ha tenido que lidiar con el que ha sido posiblemente el mayor escándalo de corrupción en la historia de la cámara, el llamado Qatargate, ha recibido el mismo aluvión de votos en un Parlamento Europeo que la ha reelegido como presidenta hasta enero de 2027, con 562 votos.

La sesión constitutiva en el hemiciclo de Estrasburgo (Francia) arrancado al son del himno de la Unión Europea, la Novena Sinfonía de Beethoven y los discursos de las dos únicas candidatas: la eurodiputada de Podemos, Irene Montero, por el grupo de la Izquierda Europea --que también tuvo como candidatos a Sira Rego y Pablo Iglesias en legislaturas anteriores-- y la candidata del PPE, Roberta Metsola, apoyada por socialistas y liberales y que en 2022 fue elegida por primera vez con 458 votos a favor, frente a los 101 de la ecologista Alice Kuhnke y los 57 de Sira Rego. En esta ocasión el apoyo ha sido todavía más masivo. Con 623 votos válidos (se han emitido 699) la mayoría absoluta había quedado fijada en 312 votos. Metsola la ha superado con creces al recibir 562 votos a favor frente a los 61 que ha obtenido Montero.

"Es difícil expresar con palabras lo que significa para una mujer que creció en una isla de nuestro Mediterráneo estar hoy aquí ante ustedes. Para mí, valía la pena luchar por Europa. Nunca fue perfecta, pero mirábamos al Parlamento Europeo como un símbolo de normas, oportunidades, reconciliación. Era nuestra garantía de Estado de Derecho, de igualdad, de democracia, de libertad, de prosperidad", ha reivindicado la maltesa nada más tomar la palabra ante un pleno en el que más de la mitad de los eurodiputados (el 54%) estrenan mandato y en el que el 39% es mujer (40% en la pasada legislatura).

Primera en viajar a Kiev

Abogada y graduada del Colegio de Europa de Bruselas, la cantera de la que salen muchos de los funcionarios europeos, la conservadora ha vuelto a dejar claro que su "pasión" por el proyecto europeo "no ha disminuido" desde que se hizo con la presidencia en enero de 2022 y que sigue comprometida a "ayudar a construirlo mejor" y a "salvar las distancias que aún existen entre lo que la gente espera de Europa y lo que podemos ofrecer", en un escenario político complicado que requerirá un "liderazgo fuerte", representando al Parlamento en los Estados miembros "o dando la cara en Kiev, Chișinău y más allá", ha dicho quien fuera la primera dirigente europea en viajar a Kiev tras la invasión de Rusia. Un acontecimiento que demuestra que "el futuro es cualquier cosa menos predecible".

Metsola también ha querido reivindicar durante su intervención inicial el papel del expresidente, el socialista David Sassoli, de quien recogió el testigo y cuyo legado se ha comprometido a mantener. "Seguiré trabajando incansablemente para unir a las personas. Esta debe ser una cámara que no tenga miedo a liderar y a cambiar. Hemos empezado, pero aún no hemos terminado. Debemos mantener la presión para garantizar el derecho de iniciativa, que seamos capaces de mejorar nuestros poderes de escrutinio e investigación, exigir responsabilidades a otras instituciones y abordar los desequilibrios institucionales que aún persisten", ha dicho defendiendo un Parlamento Europeo donde se luche contra cualquier abuso que defienda los valores y el Estado de derecho, se defienda a se ayude a buscar una paz sostenible en Oriente Próximo.

Montero: la tarea más urgente, la paz

Por su parte, lo primero que ha defendido Montero en la presentación de su candidatura ha sido "el fin del genocidio contra el pueblo palestino, una Europa feminista, antiracista, antifascista, de derechos y justicia social" en la que la prioridad debe ser "detener la destrucción de los derechos sociales y apoyar las luchas obreras y sindicales que permiten a los trabajadores y trabajadoras tener más derechos". Unas palabras que han sido recibidas con un breve abucheo de la bancada de extrema derecha a quien se le debe combatir desde la izquierda porque "las políticas neoliberales y el relato de la moderación no sólo no frenan a la extrema derecha, sino que le ponen una alfombra roja. A los fascistas se les para garantizando derechos", ha reivindicado.

En todo caso, para la exministra española, la paz que es "la tarea política más urgente" para Europa, ha recordado durante un discurso de marcado carácter de denuncia. "Creo honestamente que incluso quienes con más fuerza defienden el consenso de guerra saben que la victoria para Ucrania y para Europa frente al criminal de Putin es la paz. Nos están llevando a una guerra en la que pierde el pueblo ucraniano, pierden los pueblos de Europa y ganan la oligarquía putinista pero también el complejo militar industrial estadounidense, que se está haciendo de oro con el aumento de gasto militar en nuestros países", ha criticado.

Igual de duro ha sido el tono que ha utilizado contra los dirigentes europeos por proteger a Binyamín Netanyahu y no hacer lo suficiente para terminar con el genocidio en Gaza. "Nos están llevando irresponsablemente a la guerra mientras se protege a un genocida. Netanyahu no podría llevar a cabo este genocidio sin el apoyo de Estados Unidos y de Europa. Europa no puede seguir siendo cómplice del Estado genocida de Israel. ¿Por qué no rompemos de inmediato el acuerdo de asociación? ¿Por qué no se imponen sanciones para el genocida Netanyahu del mismo modo que se ha hecho con el criminal de Putin?", ha preguntado.