Cumbre en Apulia

El Papa denuncia el uso de 'robots asesinos' en las guerras en la cumbre del G7 de Italia

Francisco ha pedido la prohibición de estas armas, también usadas en el conflicto en curso en Gaza

Irene Savio

Sus inquietudes respecto a la inteligencia artificial eran conocidas, pero este viernes el Papa ha dado un paso más. En su comparecencia este viernes ante los líderes del G7 reunidos en Italia, la primera vez de un Pontífice en una cumbre del bloque, Francisco ha denunciado el uso de las llamadas armas autónomas letales —también conocidas como robot asesinos—, un tema que también preocupa a la ONU. Con ello, el líder religioso ha pedido sin ambages su prohibición.

"Permítanme insistir en que, en un drama como el de los conflictos armados, es urgente replantearse el desarrollo y la utilización de dispositivos como las llamadas armas autónomas letales para prohibir su uso", ha dicho Francisco. "Ninguna máquina debería elegir jamás poner fin a la vida de un ser humano", ha argumentado el pontífice argentino.

Por el contrario, la comunidad internacional debería comprometerse para "introducir un control humano cada vez mayor y más significativo", ha añadido. En este sentido, las palabras del Papa chocan con el uso de estas armas, no sin polémicas y cada vez más conocido, por parte de diversas potencias bélicas. Es el caso de Israel, que las ha utilizado en su guerra en Gaza, como han denunciado en los últimos meses algunas organizaciones internacionales.

Un Frankenstein

En otro apartado, el Papa ha también manifestado su preocupación por las otras secuelas que puede conllevar un uso cada vez más amplio de estas tecnologías, sobre todo en términos socioeconómicos. De hecho, en diversas ocasiones, Francisco ha repetido que le preocupa lo que ha llamado el monstruo Frankenstein del siglo XXI, en referencia precisamente a la inteligencia artificial. 

En este marco, en su alocución en el G7, Francisco ha vuelto a manifestar este temor. El peligro, ha dicho, es que esta tecnología traiga consigo "una mayor inequidad entre naciones avanzadas y naciones en vías de desarrollo", así como "entre clases dominantes y clases sociales oprimidas". "La inteligencia artificial es un instrumento fascinante y tremendo al mismo tiempo", ha afirmado. 

Por eso, ha añadido, es necesaria "una reflexión a la altura de la situación". Porque "solamente si se garantiza su vocación al servicio de lo humano, los instrumentos tecnológicos revelarán no sólo la grandeza y la dignidad única del ser humano". Con ello, ha pedido que la política se haga cargo de "abrir el camino" a "oportunidades diferentes".

Milei y Meloni

El Papa se ha pronunciado de esta manera al llegar a Borgo Egnazia, la ciudadela ficticia donde se lleva a cabo la cumbre del G7, y convertirse —casi de inmediato— en una de las estrellas de la jornada. Francisco fue solicitado por un total de 11 líderes que pidieron reunirse con él, entre ellos el presidente de EEUU, Joe Biden, y el de Ucrania, Volodímir Zelenski, con los cuales se encontró nada más llegar a la localidad italiana. 

En ningún momento ha sido previsto un encuentro con el otro argentino de peso que ha acudido a la reunión, Javier Milei, el presidente de Argentina, que asimismo apenas compartió escenario con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, también invitado a la cumbre del bloque pero que apenas se vio cerca de su colega latinoamericano.

Milei contó, en cambio, con las muestras de efusividad de Giorgia Meloni, anfitriona del evento. En un día de sol y mucho viento, el argentino fue recibido por la primera ministra italiana en forma muy cálida, con abrazos y besos, en las afueras de la Sala de Arena de Borgo Egnazia. Se trata de una segunda reunión entre los dos mandatarios, que ya han manifestado tener bastante sintonía y se habían visto en febrero pasado