Guerra de Ucrania

La oposición rusa en España denuncia una creciente agresividad de los afines a Putin residentes en el país

Nesterenko, presidente de Los Rusos Libres, evoca la agresión registrada durante una marcha con motivo del Día de la Victoria celebrada en Barcelona a mediados de mayo

Ucranianos y rusos protestan ante el consulado de Rusia en Barcelona.

Ucranianos y rusos protestan ante el consulado de Rusia en Barcelona. / FERRAN NADEU

Marc Marginedas

El tiempo de mantener un perfil bajo parece haber quedado atrás. Los ciudadanos rusos residentes en España que apoyan la invasión ordenada por el Kremlin se muestran cada vez más asertivos y hasta agresivos cuando se manifiestan, llegando incluso a protagonizar conatos de agresión física contra aquellos conciudadanos que les recriminan su apoyo a la guerra o les abuchean a su paso. "Piensan que en España, la libertad de expresión les ampara, y sienten que no les va a suceder nada si responden con violencia", denuncia a El Periódico, del mismo grupo editorial, Alekséi Nesterenko, presidente de Los Rusos Libres, la organización que agrupa a los rusos opositores en España.

Como ejemplo, Nesterenko evoca la agresión registrada durante una marcha con motivo del Día de la Victoria celebrada en Barcelona a mediados de mayo. Se trata de una de las principales efemérides en el calendario de festividades de la URSS, cuando se conmemora la victoria del Ejército Rojo soviético sobre la Alemania nazi, y ha sido convertida en los últimos años por el Kremlin en un acto de lealtad al régimen de Putin. Una activista de Los Rusos Libres salió al paso del grupo con una pancarta que reproducía un eslogan ucraniano combinándolo con la palabra fascista, algo que irritó de sobremanera al manifestante porque precisamente Moscú se atribuye haber liberado al Europa del fascismo. El manifestante rasgó la pancarta y mostró una actitud agresiva con la activista opositora rusa, que filmó en vídeo el incidente.

Mayo de 2023

Nesterenko cree que hay un antes y un después de mayo de 2023, cuando los rusos que apoyan la invasión de Ucrania residentes en España pudieron desfilar sin inquietarse por las calles de Madrid, con símbolos que se han convertido en emblemas belicistas de la invasión como la letra Z o la cinta naranja y negra de San Jorge. "Países como Alemania han prohibido algunos de estos símbolos, pero el Gobierno español lo sigue permitiendo", lamenta.

Las facilidades que han encontrado en España los rusos favorables al Kremlin contrasta con las presiones que los opositores deben afrontar cuando realizan actos o manifestaciones de protesta en España, a las que regularmente acuden individuos desconocidos que toman imágenes o fotografías. En el acto para conmemorar el tercer aniversario del envenenamiento del opositor Alekséi Navalnien Barcelona, agentes de la policía apartaron a un ciudadano con acento latinoamericano, mientras otro ruso era obligado por los asistentes, bajo amenaza de llamar a la policía, a borrar las imágenes que había tomado de los manifestantes. Muchos de los opositores tienen familiares aun dentro de la Federación Rusa y temen que, si son identificados, las autoridades judiciales lancen represalias contra ellos.

La organización Los Rusos Libres ha sido declarada por las autoridades rusas una organización "indeseable", un hecho que ha recibido cobertura en la prensa oficialista rusa, y sus dirigentes descartan poder regresar a Rusia mientras no medie un cambio político.

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