Detenido en Gaza en noviembre

La liberación del director del hospital Al Shifa provoca una crisis en el Gobierno de Israel

Mohammed Abu Salmiya ha vivido ocho meses de encarcelamiento marcados por "la tortura" y "el aislamiento", junto a otros 55 detenidos

Edificios destruidos en los alrededores del Hospital Al Shifa.

Edificios destruidos en los alrededores del Hospital Al Shifa. / Omar Ishaq

Andrea López-Tomàs

La recién adquirida libertad del doctor Mohammed Abu Salmiya, director del desaparecido hospital gazatí de Al Shifa, ha desatado el caos en el Gobierno israelí. Su liberación después de ocho meses de encarcelamiento marcados por "la tortura" y "el aislamiento", junto a otros 55 detenidos, ha sido duramente criticada por los ministros ultraderechistas del Gobierno del primer ministro, Binyamín Netanyahu“Una imprudencia en materia de seguridad”, ha dicho en X el incendiario ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir. Los medios israelíes han afirmado que Abu Salmiya ha sido liberado porque las cárceles estaban llenas, una explicación que el servicio de prisiones israelí ha negado, mientras las autoridades del Shin Bet, la seguridad interna, y el ministerio de Defensa se acusaban mutuamente.

Con la cara descompuesta y visiblemente más delgado, Abu Salmiya se ha postrado ante los medios. A su alrededor, los huesos de sus compañeros de prisión se intuyen a través de la piel. “Nuestros detenidos han sido sometidos a todo tipo de tortura tras las rejas”, ha dicho en una conferencia de prensa en Gaza. “Había torturas casi a diario; se irrumpen en las celdas y se golpea a los prisioneros; varios reclusos murieron en centros de interrogatorio y fueron privados de alimentos y medicinas”, ha añadido. Él mismo ha explicado que los guardias israelíes le rompieron un dedo y le dieron palizas con porras y perros, e, incluso, a algunos de sus compañeros les amputaron las extremidades debido a la mala atención médica. Todos ellos habrían perdido al menos 30 kilos de peso por la desnutrición, según denuncia Abu Salmiya.

Tras su liberación, junto a la del cirujano de Al Shifa, Issam Abu Ajwa, el Ministerio de Salud palestino ha destacado la importancia de liberar a los detenidos restantes de los equipos de salud que fueron arrestados y abusados simplemente porque estaban atendiendo a los enfermos y heridos. El Ejército israelí detuvo a Abu Salmiya en noviembre bajo la sospecha de haber permitido a Hamás usar el hospital de Ciudad de Gaza como centro de operaciones sin aportar pruebas. Durante los últimos nueve meses, las tropas israelíes han usado el mismo argumento para justificar sus ataques contra los principales centros médicos del enclave. La mayoría ya no están en funcionamiento, incluido Al Shifa, el más grande de la Franja, que fue completamente destruido tras semanas de asedio que implicó la detención de decenas de sus trabajadores.

Más de 300 detenidos

Según el Ministerio de Salud de Gaza, el número de trabajadores sanitarios detenidos por el Ejército israelí desde el 7 de octubre asciende a 310. Al menos dos médicos palestinos, el doctor Adnan Al Bursh de Al Shifa y el doctor Iyad Al Rantisi del hospital Kamal Adwan, murieron mientras estaban detenidos en Gaza como resultado de torturas y malos tratos. Pero, en el Gobierno de Israel, el motivo de discusión no ha sido este. Aunque a lo largo de la guerra, que ya ha arrasado con 37.900 vidas gazatíes, se han ido dejando a libertad a algunos presos palestinos, la liberación de Abu Salmiya ha tomado a todos por sorpresa. La Corporación de Radiodifusión Pública de Israel la ha achacado a que las cárceles están llenas.

Al conocerse la noticia, los sectores ultras del Gobierno han puesto el grito en el cielo. “Es hora de que el primer ministro impida que [el ministro de Defensa, Yoav] Gallant y el jefe del Shin Bet lleven a cabo políticas independientes que contradicen las posiciones del gabinete”, ha denunciado el ministro Ben Gvir, que también ha exigido la destitución del director de la Agencia de Seguridad Israelí (Shin Bet o Shabak), Ronen Bar. “Es hora de echar al jefe del Shin Bet; hace lo que quiere y Gallant lo respalda plenamente; les importa un comino el gabinete y el Gobierno”, ha afirmado presuntamente Ben Gvir en unas capturas de pantalla filtradas por los medios israelíes, acusando a Bar de ser “un funcionario de asistencia social para los terroristas”. Horas después, el servicio de prisiones israelí ha negado que Abu Salmiya haya sido liberado por falta de espacio.

Investigación inmediata

Para apaciguar las aguas en su Gobierno, Netanyahu ha ordenado una investigación inmediata sobre la liberación de presos palestinos de Gaza. Esta se produjo a raíz de las discusiones llevadas a cabo por la Corte Suprema sobre una petición presentada contra su detención en el centro de Sade Teman en el Negev, según la oficina de Netanyahu, que no ha aclarado quién presentó la petición. “La identidad de los prisioneros liberados la determinan de forma independiente los funcionarios de seguridad en función de sus consideraciones profesionales”, ha aclarado en un comunicado. Gallant, para defenderse al ser acusado como posible responsable, ha dicho que estas decisiones recaen en los servicios de seguridad internos, dependientes de Netanyahu de forma directa, y en el servicio del prisiones, bajo las directrices del ministerio de Seguridad Nacional de Ben Gvir.

“Las noticias de esta mañana y el caos en el Gobierno por la liberación del director del Hospital al Shifa son una continuación directa de la anarquía y la disfunción del Gobierno israelí que daña la seguridad de los ciudadanos de Israel”, ha denunciado el líder de la oposición, Yair Lapid, en X. “El ministro de Defensa [dice que] no lo sabía, el ministro de Seguridad Nacional [dice que] no estuvo involucrado – [un] intercambio de acusaciones: todo se filtra, así es como se ve la desintegración moral y funcional”, ha añadido. Mientras continúan las reprimendas entre los socios de Gobierno, aún quedan decenas de palestinos languideciendo entre rejas en medio del desierto del Negev, a los que nadie puede oír.

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